Así luce hoy el edificio Chihuahua en Tlatelolco donde se filmó la película mexicana ‘Rojo Amanecer’

En el año de 1990 se estrenó una de las películas mexicanas más relevantes de inicio de siglo: Rojo Amanecer, dirigida por Jorge Fons y protagonizada por actores de la talla de Héctor Bonilla, María Rojo y Bruno Bichir.

El filme es un duro retrato de la masacre en Tlatelolco del 2 de octubre de 1986, vista desde desde la perspectiva de una familia que vive en un departamento en el complejo habitacional del edificio Chihuahua, inmueble clave en los hechos que cambiaron para siempre a México.

Durante los eventos, estudiantes, profesores y simpatizantes del movimiento se refugiaron en el Edificio Chihuahua y otros inmuebles circundantes. El edificio sirvió como una suerte de cuartel general para los organizadores del movimiento y como un punto de observación. Trágicamente, este lugar también fue testigo de la brutalidad de la represión.

Para Rojo Amanecer, Jorge Fons y sus actores grabaron en clandestinidad al no obtener los permisos necesarios por parte de las autoridades. Recrearon el interior del edificio en una bodega cerca del Estadio Azteca, pero para planos de exteriores y secuencias en pasillos, la producción sí se dio cita en el lugar, aunque con muchas medidas de seguridad para no ser descubiertos.

Hoy en día hay una placa conmemorativa a las afueras del edificio que testifica la grabación del filme. Jorge Fons cuenta sobre lo que significó para él y el elenco hacer un filme tan controversial:

“Había que hacerla a escondidas, prácticamente en la clandestinidad. Y ese sentimiento prevaleció mientras la hacíamos. Como era una película pobre, producida por nosotros, trabajábamos horarios larguísimos: desde que amanecía hasta la una o dos de la mañana, y cuando terminábamos, alguien salía previamente a revisar que no hubiera una patrulla o un auto sospechoso y teníamos que encaminar a las mujeres. Eso agregaba emoción a lo que hacíamos”.

La trama se centra en la masacre del 2 de octubre de 1968 en Tlatelolco, un evento que marcó un punto crucial en la historia moderna de México debido a la represión violenta de una manifestación estudiantil por parte del gobierno. La historia se desarrolla dentro de un departamento del Conjunto Habitacional Nonoalco-Tlatelolco, donde una familia vive en primera persona la brutalidad del enfrentamiento entre estudiantes y fuerzas gubernamentales.

La película comienza en la mañana del 2 de octubre, presentando a una familia de clase media compuesta por diversas generaciones: los abuelos, los padres, un joven universitario y un niño. A medida que transcurre el día, la tensión en la familia aumenta, reflejando las divisiones generacionales y los distintos puntos de vista frente a las protestas estudiantiles. Los padres, interpretados por Héctor Bonilla y María Rojo, representan una postura más conservadora y temerosa, mientras que el hijo universitario está activamente involucrado en el movimiento.

A lo largo del día, los miembros de la familia ven cómo la situación en la Plaza de las Tres Culturas se deteriora progresivamente. La tensión culmina en la noche, cuando los militares inician una ofensiva brutal contra los manifestantes. Desde el departamento, la familia observa horrorizada cómo los disparos, gritos y caos se adueñan del lugar. A medida que intentan protegerse y mantenerse unidos, enfrentan tanto el peligro externo como las tensiones internas.

Rojo amanecer destaca por su realismo y la representación cruda de uno de los episodios más trágicos de la historia de México. La valentía de Jorge Fons al abordar este tema tan sensible y la calidad de las actuaciones hicieron de esta película una obra icónica. La película es mucho más que una recreación histórica; es un testimonio cinematográfico de la lucha por la justicia, la libertad y la memoria.