“Las peluconas”, las monedas de oro que fabricó México y ahora podrían valer hasta 1 millón de pesos

Las monedas acuñadas en la Casa de Moneda, como los reales de a ocho y los escudos de oro, fueron ampliamente utilizadas en el comercio internacional

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Las monedas con efigies de los monarcas europeos solían ser la moda durante la época colonial. Foto: AP
Las monedas con efigies de los monarcas europeos solían ser la moda durante la época colonial. Foto: AP

El Banco de México (Banxico) anunció que a partir de 2025 dejará de usar la aleación bronce-aluminio para fabricar las monedas de 1, 2 y pesos, pues el nuevo material será acero inoxidable, con el objetivo de aumentar su periodo de vida y también para reducir los costos de producción.

Ante esta medida, es bueno recordar que alguna vez México llegó a acuñar monedas de oro entre 1732 y 1759, es decir en la época colonial, las cuales se caracterizaban por tener las efigies de los reyes Felipe V, Fernando VI y, ocasionalmente, Carlos III. Debido a que los monarcas lucían grandes pelucas, estas monedas fueron bautizadas como las “peluconas”.

Las peluconas seguían el estilo francés de la época y como expresión del absolutismo, el anverso de estas monedas aparecían las figuras de los monarcas, desplazando el grabado de los escudos a la parte posterior o reverso de la pieza.

Tenían las mismas características de las modas europeas de la época y fueron acuñadas principalmente durante los reinados de los monarcas borbones de España, como Felipe V, Fernando VI y Carlos III, y se produjeron en la Casa de Moneda de México, establecida en 1535, la primera del continente americano.

Las monedas estaban hechas de oro. FOTO: Archivo
Las monedas estaban hechas de oro. FOTO: Archivo

Estas monedas solían ser de alta pureza y valor, y se utilizaban en grandes transacciones y como reserva de valor. Las denominaciones más comunes eran los escudos y los doblones. Las peluconas también circulaban ampliamente en otras partes del mundo debido al prestigio y la confianza que generaban.

Las personas que llegaban a poseer una o varias piezas tan valiosas solían atesorarlas y para cuidarse de un robo, las personas de aquella época solían lanzar la frase “no te vayan a despelucar” para pedir que se tuviera cuidado o se actuara con prudencia en algún negocio.

La frase también se asoció con perder el dinero o valor que se podía tener, pues estas se utilizaban para hacer negocios importantes.

Con la independencia de México en 1821, la producción de estas monedas continuó, pero con nuevos diseños y motivos nacionales. Sin embargo, las peluconas originales son muy valoradas hoy en día por coleccionistas y numismáticos debido a su historia y su relevancia económica y cultural en la época colonial.

Moneda de oro Fernando Vl pelucona. (Foto: Jovani Pérez)
Moneda de oro Fernando Vl pelucona. (Foto: Jovani Pérez)

El precio de una moneda pelucona de oro original varía considerablemente según factores como su estado de conservación, rareza, año de acuñación y demanda en el mercado numismático.

En general, estas monedas pueden alcanzar precios desde unos pocos miles de dólares hasta decenas de miles de dólares en subastas especializadas. Por ejemplo, una pelucona en excelente estado y con características excepcionales podría superar los 50 mil dólares.

Para una valoración precisa, es recomendable consultar a un experto en numismática o acudir a una casa de subastas.

México tuvo la primera casa de moneda en América

La Casa de Moneda de México fue fundada el 11 de mayo de 1535 por orden del rey Carlos I de España para acuñar monedas que facilitaran el comercio en el Virreinato de la Nueva España.

Inicialmente ubicada en el centro de la Ciudad de México, produjo monedas de plata, oro y cobre, y fue clave en la economía de la región, emitiendo monedas que circulaban en todo el Imperio Español y más allá.

Durante la época colonial, las monedas acuñadas en la Casa de Moneda, como los reales de a ocho y los escudos de oro, eran reconocidas mundialmente por su alta calidad y fueron ampliamente utilizadas en el comercio internacional.

Con la independencia de México en 1821, la Casa de Moneda continuó su labor, adaptando los diseños de sus monedas para reflejar la nueva realidad nacional. En el siglo XIX, enfrentó retos como la escasez de metales preciosos y las inestabilidades políticas.

moneda pelucona. Mercado Libre
moneda pelucona. Mercado Libre

En el siglo XX, la Casa de Moneda se modernizó y trasladó a nuevas instalaciones en San Luis Potosí en 1983. Durante este periodo, comenzó a emitir nuevas monedas conmemorativas y de curso legal, así como medallas y otros productos para coleccionistas.

En la actualidad, la Casa de Moneda de México sigue siendo una institución clave y es reconocida por la calidad de sus productos. Además de las monedas de curso legal, produce medallas conmemorativas, monedas de colección, y objetos de metales preciosos.

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