Estas son las personas que no pueden consumir cúrcuma

Como hemos mencionado en otras ocasiones, la cúrcuma es una planta herbácea perenne, cuyo rizoma se utiliza como especia y medicinal que pertenece a la familia Zingiberaceae y es originaria del sudeste asiático.

Conocida científicamente como Curcuma longa, es ampliamente utilizada en la cocina asiática, especialmente en curries, por su color amarillo y sabor distintivo.

Pero, además de su fama como condimento, esta raíz también contiene un compuesto activo conocido como curcumina, que le confiere importantes propiedades medicinales.

Sin embargo, a pesar de estos beneficios, existen algunas personas que no pueden disfrutar de ellos debido a que pueden tener contraindicaciones para aquellos que sufren de algunos padecimientos y aquí te decimos cuáles son.

Como mencionamos antes, la cúrcuma es una especia con múltiples beneficios para la salud, pero no todas las personas pueden consumirla de manera segura, tal como ocurre en los siguientes casos:

• Personas con problemas en la bilis: aquellas con enfermedades de la vesícula biliar, como cálculos biliares o inflamación, deben evitar su consumo, ya que puede estimular la producción de bilis y empeorar los síntomas.
• Personas que toman medicamentos anticoagulantes: quienes se encuentren bajo tratamientos antiplaquetarios deben ser cautelosas, ya que la cúrcuma posee propiedades que pueden aumentar el riesgo de hemorragias. Esto es especialmente importante en el caso de quienes toman warfarina, aspirina o clopidogrel.
• Mujeres embarazadas: las mujeres embarazadas y en periodo de lactancia también deben tener precaución. Aunque el consumo de cúrcuma como especia en alimentos se considera generalmente seguro, no se recomienda tomar suplementos de cúrcuma sin consultar a un médico, debido a la falta de estudios concluyentes sobre su seguridad en estos estados.
• Personas con alergia: algunas personas pueden tener alergías a la cúrcuma o a otros miembros de la familia Zingiberaceae, que incluye el jengibre y el cardamomo. Estas personas deben evitar su consumo para prevenir reacciones alérgicas que pueden ir desde irritaciones leves de la piel hasta anafilaxia.
• Personas con problemas estomacales: quienes padecen trastornos gastrointestinales, como úlceras gástricas, reflujo ácido o síndrome del intestino irritable, también deben proceder con cautela. La cúrcuma puede irritar la mucosa gastrointestinal, exacerbando estas condiciones.
• Personas con diabetes: si bien su consumo no está contraindicado como tal, sí deben monitorear sus niveles de glucosa en sangre si deciden consumir cúrcuma regularmente, ya que puede interactuar con medicamentos antidiabéticos y afectar los niveles de azúcar en sangre.
• Personas con problemas hepáticos: individuos con insuficiencia hepática o aquellos que toman medicamentos hepatotóxicos deben consultar a su médico antes de consumir cúrcuma, para evitar posibles efectos adversos en el hígado.

Por suerte, si tú no te encuentran entre alguno de los casos mencionados anteriormente, para ti el consumo de cúrcuma puede darse de forma segura y las siguientes son algunas ideas de cómo puedes incorporarla a tu dieta para obtener sus beneficios:

1. Cocina Asiática: Añadir cúrcuma a curries, sopas y guisos. Es un ingrediente esencial en la cocina india y tailandesa.
2. Batidos y Jugos: Mezclar una pizca de cúrcuma en batidos de frutas o jugos verdes.
3. Leche Dorada: Preparar la popular “leche dorada” con leche (animal o vegetal), cúrcuma, jengibre, canela y un poco de pimienta negra.
4. Arroz y Pastas: Agregar cúrcuma al agua de cocción del arroz o la pasta para un toque de color y sabor.
5. Aderezos y Salsas: Incorporar cúrcuma en aderezos para ensaladas, mayonesas y salsas caseras.
6. Huevos y Tofu: Espolvorear cúrcuma en huevos revueltos o en tofu para un desayuno nutritivo.
7. Infusiones y Tés: Preparar una infusión de cúrcuma combinándola con miel y limón.

Para maximizar sus beneficios, combinar la cúrcuma con una pizca de pimienta negra, lo cual mejora la absorción de la curcumina en el organismo. Es importante iniciar con pequeñas cantidades y ajustar según el gusto personal.