Frida Kahlo murió como vivió: intensa y dolorosamente. La pintora mexicana, célebre por su arte y su vida llena de adversidades, falleció el 13 de julio de 1954, o sea, un día como hoy de hace 70 años. Su muerte ha suscitado preguntas sin respuestas claras: ¿fue un suicidio o su cuerpo simplemente no resistió más?
Frida nació el 7 de julio de 1907 en Coyoacán y tuvo una vida marcada por problemas médicos. Sufría de espina bífida, una afección que daña la columna vertebral y el sistema nervioso. Además, a los 18 años, un accidente de autobús la dejó parcialmente inmóvil por tres meses, período durante el cual comenzó a pintar.
En una entrevista exclusiva para National Geographic en Español, Martha Zamora, biógrafa de Frida, habló sobre los últimos días de la pintora. En sus últimas apariciones públicas, la artista se veía agotada, como en su exposición individual y en una marcha contra la intervención de Estados Unidos en Guatemala. Zamora relata que Frida ya no se arreglaba como solía, apareciendo en silla de ruedas y visiblemente desanimada.
Cornelia Mayet, la enfermera de Frida, contó que la encontró muerta en su cama a las seis de la mañana del 13 de julio. “Tenía los ojos abiertos, fijos y mirando hacia un lado. Su brazo derecho colgaba fuera de la cama. La sentí fría y llamé a Diego Rivera,” dijo Mayet.
El acta de defunción de Frida indica que murió por una embolia pulmonar, pero las causas de esta pueden ser múltiples. Zamora sugiere dos teorías: un deterioro inevitable del cuerpo y un suicidio involuntario por sobredosis de demerol. Frida era consciente del esfuerzo que requería su cuidado y podría haber visto el cansancio en Diego Rivera como un motivo para rendirse. Además, la biógrafa señala que Frida se inyectaba demerol, lo que pudo haber conducido a una sobredosis accidental.
El funeral de Frida se llevó a cabo en el Palacio de Bellas Artes, gracias a Andrés Iduarte, entonces director del Instituto Nacional de Bellas Artes. El artista Arturo Estrada, alumno de Frida, relata que toda la ciudad se conmovió con su muerte. Describió la escena del ataúd decorado con flores y listones, y pintó un cuadro de Frida en su ataúd, que conmovió a Rivera hasta las lágrimas.
Entre los asistentes al funeral se encontraba el ex-presidente Lázaro Cárdenas, y el acto político más notable fue cuando el alumno de Frida, Arturo García Bustos, colocó una bandera del partido comunista sobre el féretro, lo que ocasionó la renuncia de Iduarte y más de dos décadas de ausencia de la obra de Frida en México.
A 70 años de su muerte, Frida Kahlo sigue siendo un ícono que representa la diferencia y la lucha.