Por décadas, la pirámide del Sol ha captado gran parte de la atención de investigadores en la zona arqueológica de Teotihuacan, debido a su imponente tamaño y características. Sin embargo, un reciente estudio sugiere que en la realidad esta no sería la edificación más importante de la ciudad prehispánica, sino la pirámide de la Luna.
Especialistas en arqueoastronomía de la Universidad del Tepeyac (UT) y de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH) sugieren que la pirámide de la Luna marcaba el eje de orientación astronómica de Teotihuacan.
El equipo coordinado por el investigador Ismael Arturo Montero García pudo constatar que los vórtices de la pirámide están alineados al noreste con el solsticio de verano, para el amanecer y al suroeste, con el solsticio de invierno, para el ocaso.
Por su ubicación estratégica, en el solsticio al amanecer se puede ver desde lo alto de la estructura al Sol sobre el volcán Xihuingo y al ocaso detrás del cerro Maninal, al oeste.
En ese sentido, los especialistas consideran que la pirámide de la Luna, ubicada al final de la Calzada de los Muertos, era la más importante de la urbe, por el efecto de frontalidad que crea.
“Los teotihuacanos hicieron evidente su conocimiento de la mecánica celeste, a través del aparente movimiento del Sol sobre el horizonte durante el amanecer y el ocaso, asociando determinadas posiciones del Sol, de acuerdo con su calendario agrícola”, sostuvo el coordinador de la investigación, según lo citado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
La hipótesis fue probada a través de fotos y videos obtenidas por un dron. Además, la geógrafa Anabell Pérez Flores alista modelos digitales.
Por otra parte, los especialistas recordaron que detrás de la ubicación de la Calzada de los Muertos también obedece a la astronomía. El lugar es considerado el eje de simetría de Teotihuacan debido a su orientación, la cual apunta a fechas específicas por las que el Sol se levanta y oculta durante el año.
La pirámide de la Luna en Teotihuacán
Es uno de los monumentos más importantes de Teotihuacán, una de las ciudades prehispánicas más influyentes en Mesoamérica. Situada en el extremo norte de la Calzada de los Muertos, esta pirámide es la segunda estructura más grande del sitio después de la Pirámide del Sol.
Construida alrededor del año 200-450 d.C., la Pirámide de la Luna está dedicada a la diosa de la fertilidad, el agua y la tierra, conocida como Chalchiuhtlicue. La pirámide consta de siete etapas constructivas, cada una superpuesta sobre la anterior, demostrando el crecimiento y la evolución de la ciudad.
La estructura mide aproximadamente 45 metros de altura y su base ocupa unos 150 por 130 metros. En su cima había un templo que servía como lugar de culto y observación astronómica. Además, desde este punto se tenía una vista panorámica de la ciudad y de la formidable Pirámide del Sol.
Excavaciones arqueológicas han revelado ofrendas funerarias, esculturas y restos humanos en la pirámide, indicando su importancia religiosa y ceremonial. Estos hallazgos ayudan a entender mejor las prácticas rituales y cosmológicas de los habitantes de Teotihuacán.
La Pirámide de la Luna, junto con el resto de Teotihuacán, es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y continúa siendo objeto de investigaciones arqueológicas que buscan desentrañar los misterios de esta antigua civilización.