El pasado domingo 7 de julio se llevó a cabo la XXIV Asamblea Nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en la cual se aprobaron varias modificaciones a los documentos identitarios, destacando los cambios al artículo 178 de los Estatutos que permitirán la reelección en la dirigencia nacional.
Previo a la aprobación, muchos indicaron que se trataba de una estrategia para que el actual presidente del partido, Alejandro Alito Moreno Cárdenas, pudiera quedarse más tiempo en su cargo; sin embargo, surgió una teoría de que estos cambios fueron algo planeado para que no se repita la historia que se vivió con Mariano Palacio Alcocer y Roberto Madrazo Pintado a inicios de siglo.
De acuerdo a lo que redactó el periodista Salvador García Soto en su columna de opinión, el exgobernador de Campeche aceptó que presuntamente trabajó para tener los números necesarios en el Consejo Político Nacional (CPN) y que pudiera quedarse más tiempo en el dirigencia partidista, pues no quería repetir la historia de los años 2000 en el PRI.
“Yo me aseguré con los números que necesito en el Consejo Nacional, en las dirigencias estatales y en los comités de todo el país, todos son gentes mías. Primero me aseguré bien de eso porque yo no voy a cometer el error que cometió Roberto Madrazo y por eso me lo chinguar*n”
¿Qué pasó con la dirigencia nacional del PRI en la época de Roberto Madrazo?
Tras la pérdida de las elecciones presidenciales por primera vez en la historia en el año 2000, el Revolucionario Institucional se tuvo que reconstruir pues se convertirían en oposición. Dos años después se llevaron a cabo los comicios por la Presidencia y la Secretaría General en donde la fórmula ganadora consiguió el triunfo apenas por el 1.8% de diferencias.
En aquel año el partido se dividió en dos corrientes:
- La corriente disidente a cargo de Roberto Madrazo y Elba Esther Gordillo obtuvo un millón 518 mil 63 votos, lo que significó el 50.9% del total.
- La corriente post-oficialista o labastidista estuvo conformada por Beatriz Paredes y Javier Guerrero, la cual consiguió un millón 466 mil 217 votos, es decir, 49.1% del total.
En marzo de 2002 se instaló la primera dirigencia votada por la militancia; sin embargo, la alianza de la corriente disidente no duraría mucho y los problemas comenzaron a ser evidentes en la Cámara de Diputados, pero estos se alargaron hasta la lucha por la candidatura presidencial.
Según se supo, Madrazo habría pactado que él buscaría la candidatura y Elba Esther Gordillo se volvería la presidenta del partido, esto no ocurrió y en la Asamblea Nacional que se realizó en 2005 se centró en que se designara a un presidente provisional.
Finalmente se realizó una nueva elección en donde ganó la dirigencia el exgobernador del Estado de México, Arturo Montiel; sin embargo, las pugnas siguieron hasta que el mexiquense y el tabasqueño coincidieron, tras varias declinaciones, en colocar a Mariano Palacio Alcocer, un antiguo expresidente priista.
En medio de polémicas internas el PRI enfrentó la elección del 2006, la cual volvieron a perder; sin embargo, se pidió una nueva dirigencia, quitando a Madrazo Pintado del poder, debido a que había quedado en tercer lugar, el peor resultado presidencial, hasta ese entonces, para el PRI.
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