¿En qué estados de México se sentirá más calor por la canícula en 2024?

Las altas temperaturas se han hecho más cada vez más presentes en México durante los últimos dos años, afectando a estados donde anteriormente no se reportaban climas calurosos por largos periodos o en temporadas invernales y ocasionando diversas problemáticas como la sequía e incluso de salud, con los golpes de calor, entre otros padecimientos.

A esto se suma que cada año se presenta la temporada de canícula, que de acuerdo con la Comisión Nacional del Agua (Conagua) ocurre entre julio y agosto, cuando se genera una disminución de lluvias y el aumento de temperaturas, ya que los vientos alisios impiden la formación de nubes sobre el océano, reduciendo las precipitaciones en gran parte del territorio nacional.

Según la misma información, publicada por el gobierno federal, la canícula comienza unas semanas después del solsticio de verano, que ocurre el día 21 de junio, es decir, a mediados del mes de julio. No obstante, esta temporada dura aproximadamente 40 días y termina a finales de agosto.

La canícula se caracteriza por la presencia de temperaturas superiores a 37 grados Celsius, la disminución de lluvias, el calentamiento del aire y cielos despejados.

En México, los estados que sufren mayor afectación por la canícula son:

• Campeche.
• Colima.
• Chiapas.
• Guerrero.
• Hidalgo.
• Michoacán.
• Morelos.
• Nuevo León.
• Oaxaca.
• Puebla.
• Quintana Roo.
• San Luis Potosí.
• Tabasco.
• Tamaulipas.
• Tlaxcala.
• Veracruz.
• Yucatán.

A la temporada de canícula se suman las olas de calor, que de acuerdo con el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), en el 2023 se presentaron tres ondas y para el 2024 se pronostican cinco.

Los efectos directos del calor son: dermatitis, edema, quemaduras, insolación, calambres, deshidratación, desmayos, estrés y agotamiento extremo. El efecto más grave de una exposición prolongada al calor es el denominado golpe de calor que puede causar la muerte o secuelas importantes si no hay un tratamiento inmediato.

El golpe de calor predomina en niños menores de seis años, personas de edad avanzada, con enfermedad cardiopulmonar y en quienes reciben medicamentos como diuréticos o tranquilizantes que afecten la transpiración.

Algunos signos o síntomas del golpe de calor son: temperatura corporal elevada (hasta de 40 °C), piel caliente, enrojecida y seca (sin sudor), dolores de cabeza, náuseas, somnolencia, sed intensa, confusión, convulsiones y pérdida de conciencia.

Las autoridades federales recomiendan que en caso de un golpe de calor, se debe colocar a la persona afectada en un lugar fresco, a la sombra y ventilado, aplicar paños húmedos en la frente y nuca; si no disminuyen los síntomas, se debe llevar a la unidad médica más cercana para recibir tratamiento.