El Mayo, Los Chapitos y el CAF: la guerra por la plaza que llenó de muertos a Baja California

Más del 80 % de las personas asesinadas en Baja California son víctimas de homicidios dolosos; la gran mayoría murió en Tijuana por heridas de bala y a consecuencia de la guerra del narco

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Al menos tres organizaciones criminales tienen presencia en Tijuana. (Infobae México/Jovani Pérez)
Al menos tres organizaciones criminales tienen presencia en Tijuana. (Infobae México/Jovani Pérez)

Todos nacieron en Sinaloa, pero como no tiene frontera con Estados Unidos decidieron mudarse a Baja California. Así inició la guerra por la plaza entre Ismael El Mayo Zambada, los hermanos Arellano Félix y Joaquín El Chapo Guzmán, aunque son los hijos de éste último, Los Chapitos, quienes dan la batalla en la actualidad.

Para entender la violencia que ha cobrado cientos de vidas en Baja California debemos remontarnos unos años en el pasado, justo después de la detención de Miguel Ángel Félix Gallardo y cuando inició la disputa por el control de las plazas y rutas para enviar droga a Estados Unidos.

Datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) dan cuenta de mil 294 homicidios cometidos en Baja California durante el primer semestre del año, de ellos mil 73 han sido calificados como dolosos.

Cerca del 83 por ciento de las víctimas fueron asesinadas y, de ellas, 745 murieron por heridas causadas por impactos de bala. Otro dato alarmante es que del total de víctimas, 961 fueron asesinadas en Tijuana, uno de los municipios más violentos del país.

Sin embargo, esta estela de muerte causada por la guerra del narco no es nueva. En 2023 los homicidios cometidos en el estado fueron 2 mil 619 (2 mil 116 dolosos), en 2022 se contabilizaron 2 mil 993 personas asesinadas (2 mil 399 dolosos), en 2021 fueron 2 mil 670 personas asesinadas (mil 565 de carácter doloso). Y la lista continúa así por años, encontrando el inicio de la escalada de violencia a principios de la década de 1990, justo cuando los hermanos Arellano Félix intentaron asesinar a El Mayo Zambada y al padre de Los Chapitos.

Foto: (especial) Familia Arellano Félix, líderes del Cártel de Tijuana
Foto: (especial) Familia Arellano Félix, líderes del Cártel de Tijuana

30 años de guerra por Baja California

Desde la prisión, Miguel Ángel Félix Gallardo ordenó así las plazas del narco, según una investigación del periodista Jesús Blancornelas:

  • El Chapo Guzmán: Tecate, Baja California
  • Rafael Aguilar Guajardo (jefe de Amado Carrillo Fuentes): Ciudad Juárez, Chihuahua, y Nuevo Laredo, Tamaulipas
  • Héctor El Güero Palma: San Luis Río Colorado
  • Emilio Quintero Payán: Nogales y Hermosillo, Sonora
  • Jesús Labra Avilés (maestro de los Arellano Félix): Tijuana
  • Rafael Chao López: Mexicali
  • Ismael El Mayo Zambada: Sinaloa

Hubo grupos que se inconformaron, principalmente porque Tijuana era la frontera por donde se pasaba más droga para abastecer al creciente mercado de consumo que representaba California. Por eso, al controlar esa plaza, Benjamín y Ramón Arellano Félix -junto a sus hermanos y hermana- se declararon dueños de la ciudad: había nacido el Cártel de Tijuana.

La investigación de otra periodista (Anabel Hernández) afirma que El Mayo Zambada inició su vida criminal en Estados Unidos y que a principios de la década de 1990 se mudó a Tijuana, sin embargo, todo cambió en 1992, cuando los Arellano Félix intentaron asesinarlo en más de una ocasión.

Un coche bomba y la oferta de 3 millones de pesos por su cabeza no fueron suficientes para asesinar a El Mayo Zambada, quien decidió retirarse a su natal Sinaloa y pelear desde ahí; su compadre, El Chapo, presionaba al Cártel de Tijuana desde Tecate y, con ayuda de El Güero Palma, desde San Luis Río Colorado, hasta que una balacera en el Aeropuerto de Guadalajara cambió su destino.

En 1993 El Chapo Guzmán fue detenido y la guerra entre los Arellano Félix y El Mayo Zambada se intensificó por cerca de una década, hasta que en 2001 Joaquín guzmán Loera se fugó de una cárcel de máxima seguridad. De manera “casual”, un año después asesinaron a Ramón Arellano Félix y un mes más tarde capturaron a su hermano Benjamín.

Foto: (Especial) Enedina Arellano Félix el día de su boda
Foto: (Especial) Enedina Arellano Félix el día de su boda

Herederos de la guerra

El Cártel de Tijuana siguió operando bajo el mando de Enedina Arellano Félix y de sus hermanos, Eduardo (detenido) Francisco Javier (detenido) y Francisco Rafael (asesinado en 2013), así como de su hijo Luis Fernando Sánchez Arellano (detenido). Investigaciones del Semanario Zeta Tijuana identifican a tres personas como los nuevos líderes del CAF: Fabián Arellano Corona, Benjamín Francisco Arellano Serrano y Javier Benjamín Briseño Arellano, se hacen llamar “Los Benjamines”.

Junto a su tía Enedina -son hijos de Francisco Javier y Benjamín- los herederos del Cártel de los Arellano Félix serían los responsables de defender la plaza ante sus enemigos, uno viejo conocido y otros nuevos.

Células al servicio de El Mayo Zambada siguen teniendo poder en Tijuana, Ensenada y en San Luis Río Colorado, justo en la frontera con Sonora donde están peleados a muerte con Los Chapitos por el control del Valle de Mexicali; esta región también tiene presencia de Los Salazar, un exgrupo armado aliado de El Chapo Guzmán que decidió desobedecer a sus hijos e iniciar su propia guerra.

Operadores de uno y otro grupo han sido detenidos, asesinados y perseguidos por toda la frontera de Tijuana -incluso del lado norteamericano-, lo que demuestra que la plaza aún “no tiene dueño” que ponga un fin a la violencia. En los últimos años entró en la disputa otro grupo: el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).

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