A qué edad es saludable darle celular a un niño por primera vez, según la ciencia

En la actualidad los dispositivos móviles y las pantallas forman parte inevitable de nuestro día a día lo cual hace casi imposible que los niños se encuentran expuestos a ellas; sin embargo, diversos estudios han demostrado que esto puede tener impactos negativos en la salud.

Y es que existen expertos que incluso recomiendan que los niños no estén expuestos a ningún tipo de pantalla hasta los 2 años e incluso, para los padres que logran seguir esta recomendación, resultará casi posible evitar que el niño comience a desear un celular en algún momento de su vida.

Y es en este momento cuando muchos padres se cuestionan cuál es la mejor edad para permitir a los hijos tener su primer teléfono y cuál es la manera más saludable de hacerlo.

Al respecto, la pedagoga Leticia Garcés, autora del libro, ”Infancia bien tratada, adolescencia bien encaminada”, ha dado a conocer que si bien es importante retrasar al máximo posible el uso del primer celular por parte de los niños, en caso de que los padres deseen hacerlo, se recomienda al menos esperar a finalizar la etapa primeria, es decir, entre al menos hasta los 12 años de edad.

Para los padres que deseen hacerlo, algunos consejos para introducir este objeto a los niños es que no se trate de un celular de alta gama y que no cuente con acceso ilimitado a internet, así como que cuente con restricción de horario y de los lugares donde está permitido su uso.

Cabe mencionar que, de acuerdo con la especialista, para tener una introducción adecuada de este aparato, y que no se convierta en una pesadilla para los padres, estos deben tratar de estar muy presentes y tener una adecuada supervisión de su uso.

Por último, también se explica que para que los hijos aprendan hábitos saludables con el uso del móvil los padres deben tener estos mismos hábitos, pues será difícil que los niños o adolescentes acepten a restringir su uso cuando observan que los padres pasan mucho tiempo con él.

Si bien puede ser tentador dar a los niños un teléfono, sobre todo debido a la presión social, es importante conocer cuáles son algunos de los daños que puede generar el uso de teléfonos celulares por parte de niños pequeños. A continuación se detallan algunos de los posibles daños:

• Déficit de Atención: El uso extendido de dispositivos móviles puede afectar la capacidad de concentración y atención de los niños, dificultando su habilidad para desarrollar tareas que requieren atención prolongada.
• Problemas de Aprendizaje: La sobreexposición a la tecnología puede interferir con el aprendizaje y el rendimiento académico, ya que menos tiempo es dedicado a actividades educativas tradicionales como la lectura y juegos interactivos que estimulan el pensamiento crítico.
• Retraso en el Desarrollo del Lenguaje: Para los niños más pequeños, el tiempo excesivo en pantallas puede interferir con el desarrollo del lenguaje, ya que reduce las oportunidades de interacción verbal con adultos y otros niños.

• Problemas de Visión: Prolongados periodos frente a la pantalla pueden causar fatiga ocular, sequedad ocular y en algunos casos, problemas más serios como el síndrome de visión por computadora.
• Trastornos del Sueño: La exposición a la luz azul de las pantallas antes de dormir puede interferir con la producción de melatonina, una hormona que regula el sueño, provocando insomnio o patrones de sueño irregulares.
• Sedentarismo: El tiempo excesivo frente a la pantalla puede fomentar un estilo de vida sedentario, contribuyendo al sobrepeso y a problemas de salud relacionados.

• Aislamiento Social: El uso constante del celular puede llevar al aislamiento social, limitando las interacciones cara a cara y afectando la capacidad de los niños para desarrollar habilidades sociales y emocionales.
• Problemas de Comportamiento: La exposición a contenidos inapropiados o violentos puede influir negativamente en el comportamiento de los niños, fomentando conductas agresivas o inadecuadas.
• Dependencia y Adicción: Los niños pueden desarrollar una dependencia excesiva o incluso adicción a los dispositivos móviles, presentando síntomas de ansiedad y estrés cuando se les restringe su uso.