Qué significado tiene el dorado según la Psicología y por qué se le asocia con el éxito

De acuerdo con la psicología, cada color posee características específicas vinculadas con las emociones. Algunos colores resultan agradables; otros, irritantes; algunos son tranquilizantes y otros, estimulantes. No todas las personas responden de igual forma ante un mismo color, de acuerdo con Amor y dolor son del mismo color de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Históricamente, el oro se ha relacionado con la riqueza, la felicidad y el estatus social, por lo que socialmente se le atribuyen pocas cualidades negativas.

Según la revista de moda Vogue, el dorado capta y refleja la luz, creando un efecto resplandeciente con cada movimiento, lo que lo convierte en una opción ideal para un próximo evento en el que se desee sobresalir.

Eva Heller, científica y escritora alemana, escribe en su libro Psicología del color, que el color oro está emparentado con el amarillo, pero en el simbolismo el oro no se parece a ningún otro. Al relacionarse con el metal precioso se relaciona con el dinero, la felicidad y el lujo.

El color oro forma junto con el rojo y el verde el acorde de la felicidad, pues el dinero, el amor y la salud son sus principales ingredientes. En alemán, la palabra Gluck significa felicidad y suerte. Fortuna era la diosa antigua de la suerte, y en inglés fortune, como en español, “fortuna”, significa además de suerte y felicidad, patrimonio.

Según Heller, desde la antigüedad se ha vinculado con la fortuna y el prestigio, simbolizando tanto poder como resistencia, pues no se oxida ni deteriora con el tiempo.

También se asocia con la nobleza, siendo un símbolo de lo divino en el cristianismo y del poder en la monarquía. El uso de vestimentas doradas ha sido históricamente un indicativo de estatus social, hoy en día su uso se ha generalizado.

“En el simbolismo cristiano, el oro no es sagrado, pero sí es signo de lo divino. Al resplandor de la santidad se le llama “aureola”, término que proviene de aurum que significa oro en latín”, menciona Heller.

Se relaciona con la fidelidad gracias a las propiedades del metal, pues el oro, como elemento químico, no se mezcla con otros elementos cuando está fundido. Según la página Psicología y mente, sitio especializado en artículos de psicología, esta es la razón por la que los anillos de matrimonio, que simbolizan la lealtad entre los cónyuges, se fabrican con este material.

Existen muchas curiosidades en relación a este color que han surgido a lo largo de la historia. En la Edad Media se creía que la piedra filosofal , una sustancia de naturaleza indefinida que supuestamente podía convertir metales comunes en metales preciosos mediante un proceso conocido como crisopea o argiropea, términos griegos que significan “creación de oro” y “creación de plata”, respectivamente, según National Geographic.

“El reto era hallar la sustancia capaz de producir oro y plata y a lo largo de los siglos se propusieron muchos ingredientes para la mezcla, a los que se atribuían propiedades transformadoras, menciona el artículo de la publicación Los alquimistas y la búsqueda de la piedra filosofal.

Los ingredientes más mencionados son la pirita, un mineral que al ser golpeado con ciertos metales produce chispas, y el ácido tartárico, extraído de plantas y del mosto de uvas, que al mezclarse con otras sustancias provoca la precipitación de sólidos y el cambio de color en los líquidos.

La aplicación de laminillas de oro sobre superficies de diversos materiales es un procedimiento conocido desde la antigüedad. Se asocia a lo sagrado en obras litúrgicas, ya que se considera un material incorruptible, de acuerdo con el artículo Análisis y estudios en retablos de la mixteca alta, estudio preliminar en obras del siglo XVIII, en las comunidades de: Yolomecatl, Cuquila y Tlaltepec de la Universidad Nacional de la Plata, Argentina.

Durante la época novohispana, el dorado se utilizó para ornamentar retablos, esculturas, pinturas y objetos suntuarios. Los batihojas son artesanos que golpeaban pequeñas piezas de oro para reducirlas a laminillas, los doradores, artesanos también, aplicaban la hoja de oro sobre superficies preparadas con cola suave y las pulían con una piedra de ágata.

Hoy en día, estos retablos se pueden encontrar en varios estados de la República Mexicana, como Puebla, Ciudad de México, Oaxaca y Guanajuato.