Pozos de agua potable en Tula se encuentran contaminados por actividad industrial, señala SEMARNAT

La mayoría de los diez pozos de agua potable que existen en la región de Tula, en el estado de Hidalgo, se encuentran contaminados por la presencia de sustancias tóxicas derivadas de la actividad industrial, así como las descargas de aguas negras de la Ciudad de México y el Estado de México, de acuerdo con un estudio publicado por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT).

De acuerdo con el Estudio Técnico Justificativo para Declarar Zona de Restauración Ecológica (ZRE) el Área de Influencia de la Presa Endhó, publicado por SEMARNAT, y presentado en junio de este año, se realizó el monitoreo de la calidad del agua en 18 sitios de muestreo en aguas superficiales (ríos y arroyos) y 10 pozos de agua subterránea en el acuífero del Valle del Mezquital, sitios definidos en conjunto con las comunidades de la zona dentro de la propuesta de ZRE.

La revisión de cantidad y calidad del agua en las cuatro cuencas aledañas a la ZRE: “Río Tula”, “Requena”, “Taxhimay”, y “Río Salado” arrojó que la cuenca que presentó el mayor nivel de contaminación en los parámetros de SST, DBO5, DQO, E. coli y metales, es la cuenca de la presa Endhó, donde desemboca el río Tula que drena las salidas del drenaje profundo de la Ciudad de México, a través de los túneles Emisor Oriente y Central, y recibe la descarga de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales) de Atotonilco (PTAR).

Los parámetros SST, DBO5 y DQO son indicadores clave en el análisis de la calidad del agua:

• SST (Sólidos en Suspensión Totales): Son partículas sólidas presentes en el agua que no se disuelven. Su medición es crucial para evaluar la turbidez y la contaminación física del agua.
• DBO5 (Demanda Bioquímica de Oxígeno a 5 días): Indica la cantidad de oxígeno necesario para descomponer la materia orgánica presente en el agua durante un período de cinco días. Es un parámetro utilizado para determinar el grado de contaminación orgánica y la biodegradabilidad del agua.
• DQO (Demanda Química de Oxígeno): Mide la cantidad total de oxidantes necesarios para descomponer la materia orgánica y algunos inorgánicos presentes en el agua. Este parámetro ayuda a evaluar la cantidad de contaminantes presentes y la capacidad de autodepuración del cuerpo de agua.

“La industria petrolera y la del cemento y cal, descargan sus efluentes en el río Salado, cuya conexión hidrológica con el río Tula se da aguas debajo de la presa Endhó. Debido al exceso de contaminantes que recibe el sistema río El Salto y presa Endhó, no es posible que los ríos y la presa se purifique de manera natural, sin una acción directa que ayude en la reducción del exceso de contaminación” señaló el estudio, concluyendo que estos cuerpos de agua no tienen la capacidad por sí solos de diluir y estabilizar dichos residuos, por lo que no se garantiza que se reponga “se manera natural” sus cualidades sanitarias.

“Los resultados de calidad del agua superficial y subterránea muestran una condición de contaminación crónica del medio ambiente” asegura el estudio, señalando que en todos los sitios monitoreados dentro de la propuesta de la ZRE, se identificó la presencia de “materia orgánica no biodegradable”, lo cual afecta la capacidad de autodepuración de los cuerpos de agua, siendo la cuenca del Río Tula la que tiene el mayor nivel de impacto, a la altura del área metropolitana.

Además, como resultado del análisis correspondiente, se identificaron al menos 65 compuestos contaminantes en muestras provenientes de aguas superficiales, entre los cuales se encuentran derivados de la industria petroquímica, compuestos derivados de solventes y subproductos de origen industrial y personal, como: benceno, hexano, ácido acético y amidas, entre otros.

Sobre aguas subterráneas, el informe arroja que el 60 por ciento de los pozos muestreados (Manantial el Salado, Pozo Iturbide, Pozo San Francisco Bojay, Pozo Zaragoza, Pozo el Llano #20 y V MEZ-85 Pozo Bojay) presentan Arsénico en concentraciones superiores al límite permisible por la “Norma Oficial Mexicana NOM-127-SSA1-2021, Agua para uso y consumo humano, límites permisibles de la calidad del agua”, lo que conlleva un riesgo a la salud de la población.

Estos sitios son cercanos a la zona metropolitana de Tula, por lo que representan un peligro para la salud de los habitantes de la zona, así como para las personas que puedan llegar a consumir el agua proveniente de estos depósitos de agua.