El agua es una sustancia líquida con la que como seres humanos convivimos todo el tiempo e incluso es fundamental para la vida; sin embargo, una duda que puede llegar a surgir es ¿Por qué moja el agua? Aunque no lo parezca existe una respuesta científica para ello.
La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) explicó la razón por la que el agua moja, además de que puntualizó en que “el agua no es mojada, pero puede mojar otros objetos”.
¿Qué es mojar y de qué depende que ocurra?
De acuerdo con lo revelado por la máxima casa de estudios, mojar es la capacidad de un líquido de adherirse a una superficie sólida, es decir, cuando algo está mojado ese líquido está adherido a la superficie del material.
La UNAM detalló que la razón por la que el agua moja depende del equilibrio entre dos fuerzas, de la de cohesión y de la de adherencia.
En el caso de la fuerza de cohesión, hace que las moléculas del líquido permanezcan juntas y si es muy fuerte, las moléculas del líquido se dispersan poco en la superficie del objeto.
Por otro lado, la fuerza de adherencia es la capacidad de las partículas del líquido para unirse a partículas diferentes, es decir, a la materia. En este caso, si la fuerza es muy fuerte, el líquido se extiende sobre la superficie.
En conclusión, la UNAM detalló que si la fuerza de adherencia es menor que la fuerza de cohesión, el material permanece seco, pero si es mayor, el agua moja.
¿Cuáles son las consecuencias que se pueden presentar al no tomar agua de manera constante?
La falta de ingesta constante de agua puede tener serias repercusiones en la salud. El cuerpo humano, compuesto en su mayoría por agua, requiere una hidratación adecuada para mantener todas sus funciones. La deshidratación, causada por no beber suficiente agua, puede afectar diversos sistemas del cuerpo de manera significativa.
En primer lugar, los riñones, responsables de filtrar y eliminar toxinas del cuerpo, necesitan agua para funcionar correctamente. La falta de hidratación puede conducir a la formación de cálculos renales y otras complicaciones renales. Además, el sistema digestivo también se ve afectado; el agua es esencial para el proceso de digestión y la absorción de nutrientes. Sin suficiente agua, es común experimentar estreñimiento y otros problemas digestivos.
La piel, el órgano más grande del cuerpo, también muestra signos visibles de falta de hidratación. La piel puede volverse seca, menos elástica y más propensa a irritaciones y arrugas. A nivel cerebral, la deshidratación puede afectar considerablemente la función cognitiva. Las personas pueden experimentar dificultades de concentración, memoria y una disminución en el rendimiento mental y físico. Este estado puede conducir a dolores de cabeza frecuentes e incluso a migrañas.
El corazón y el sistema cardiovascular tampoco están exentos. La deshidratación puede alterar la presión arterial y la frecuencia cardíaca, aumentando el riesgo de problemas cardiovasculares. Además, el estado de ánimo se ve afectado, apareciendo irritabilidad y ansiedad como consecuencia de una insuficiente ingesta de agua.
En resumen, no tomar agua constantemente puede desencadenar una serie de problemas de salud que afectan desde los sistemas renales y digestivos hasta la piel y el estado mental, destacando la importancia de mantenerse hidratado regularmente.