El biólogo Rubén Hervert Zarate, director de Ecología en Altamira, confirmó que el cordón litoral de la Laguna de las Marismas, cercana a la comunidad de Lomas del Real, en Altamira, Tamaulipas, se rompió poco después del paso el huracán Beryl y la tormenta tropical Alberto, por lo que se prevé que en los próximos 10 días pueda comenzar el ingreso del agua salobre.
El especialista explicó que actualmente el lago de Las Marismas tiene un nivel de agua más alto y está enviando el líquido hacia el Golfo de México, sin embargo, tardará poco más de una semana para que ingrese el agua de mar, de acuerdo con información publicada en Milenio.
“Se ha roto el cordón litoral, se está saliendo el agua de las marismas, pero en 10 días estará ingresando el mar por este sitio”, explicó en el foro.
¿Cuáles serían las afectaciones de este hecho?
De acuerdo con expertos en la materia, este evento podría causar intensas inundaciones, especialmente en los municipios de Altamira y Madero, lo que si bien podría adelantar un grave problema, a su vez representa ayuda para la fauna marina que se encuentra en la zona.
Ejemplo de ello es la presencia de crustáceos que, por este evento, podrían ingresar a las lagunas de la región, al igual que otras especies ideales para mantener el equilibrio que, por la sequía, ha afectado en general.
“Nosotros como Gobierno Municipal ya alertamos, ya está en manos de los responsables, Conagua está enterado, todas las dependencias estatales y federales, estamos esperando el recurso porque no depende del gobierno local. Lo que hace falta es voluntad, gestionar y ser muy insistente, todos saben perfectamente el peligro que se corre”, destacó al respecto el alcalde Adrián Oseguera Kernion. En el caso de Altamira, la ruptura del cordón litoral puede ser provocada por varios factores.
Las tormentas y huracanes son una causa significativa, ya que sus vientos y oleajes fuertes pueden erosionar y deteriorar el cordón. El aumento del nivel del mar, asociado con el cambio climático, también contribuye a la presión sobre estas barreras naturales. La intervención humana es otro factor crucial.
Actividades como la construcción de infraestructuras portuarias, el dragado de canales y la urbanización pueden alterar la dinámica sedimentaria y debilitar el cordón litoral. La deforestación en áreas cercanas aumenta la erosión del suelo, lo que también puede impactar negativamente la estabilidad del cordón. Además, la extracción de arena y otros materiales de la costa puede disminuir la capacidad del cordón litoral para resistir la erosión natural.