¿Qué significa vestirse de gris y por qué puede que te haga ver mayor?

El uso de este color está relacionado con el aburrimiento y lo anticuado, pero también con la modestia

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Este color se relaciona con la vejez y la neutralidad (Pexels)
Este color se relaciona con la vejez y la neutralidad (Pexels)

El color gris se asocia a la vejez, a la edad, además de la ceniza, que a su vez se vincula con la idea de la pérdida progresiva y la cercanía del fin.

Al ser una mezcla entre negro y blanco, se le relaciona con la neutralidad, capacidad positiva de valorar los distintos puntos de vista de una forma seria y paciente, de acuerdo con el artículo ¿Qué significa el color gris en psicología? de la página especializada en psicología Psicología y Mente.

Los colores afectan a las personas de diversas maneras, provocando emociones que van desde la confianza hasta los celos, y todo lo que hay en medio. Los científicos han investigado los efectos del color durante siglos, y las personas han utilizado estos descubrimientos para diseñar edificios que inspiran asombro, decorar habitaciones que transmiten poder y crear vestuarios que atraen la atención, según el libro Emoción y color de la editorial ecuatoriana SUPERA.

Qué dice de mi personalidad el uso del gris

Se cree que el uso de este color se relaciona con personalidades introvertidas y cerradas (Pexels)
Se cree que el uso de este color se relaciona con personalidades introvertidas y cerradas (Pexels)

El color gris representa un equilibrio entre el blanco y el ngero. Refleja precaución, se experimenta como una energía apagada y sombría, de acuerdo con los terapeutas de color Howard y Dorothy sun en su libro Color your life. How to use the right colours to achieve balance, health and happiness (Colorea tu vida. Cómo usar los colores adecuadamente para alcanzar equilibrio, salud y felicidad).

“El gris, como todos los tonos oscuros, funciona mejor como una forma para destacar elementos específicos del espacio. Los tonos medios y claros funcionan bien en paredes si se acentúan con el uso de colores claros para el contraste o colores suaves para crear un ambiente neutral y no intrusivo”, mencionan.

Eva Heller, científica, escritora alemana y especialista en la psicología del color considera que el color gris es un color sin fuerza, es conformista, busca la adaptación y se asocia a lo antiguo, la mediocridad y lo aburrido.

“Uno puede preguntarse: ¿es el gris un color? Técnicamente es incoloro, como el negro y el blanco. Psicológicamente es, de todos los colores, el más difícil de ponderar, es demasiado débil para ser másculino, pero también muy amenazante para ser femenino. No es cálido ni frío. No es espiritual ni material. Nada está decidido en el gris: todo en él es tenue. Es el color sin carácter”, menciona Heller.

La autora considera que una persona a la que le gusta mucho el color gris refleja una personalidad cerrada, introvertida e incluso cruel, sin embargo, recalca que se debe conocer la situación de la persona antes de analizar su carácter, pues el uso de este color también está asociado con la tristeza y el duelo.

Historia del color gris

El gris fue utilizado para resaltar los tonos de piel en la pintura
(San Francisco de Asís en éxtasis, obra de El Greco, conservada en el Museo Lázaro Galdiano, Dominio público)
El gris fue utilizado para resaltar los tonos de piel en la pintura (San Francisco de Asís en éxtasis, obra de El Greco, conservada en el Museo Lázaro Galdiano, Dominio público)

El primer uso documentado de la palabra gris como nombre de color en inglés se remonta al año 700 d.C. En inglés europeo y del Commonwealth, “gris” es la ortografía predominante, aunque “gray” se utilizó comúnmente en el Reino Unido hasta la segunda mitad del siglo XX. En Estados Unidos, “gray” ha sido la ortografía preferida desde aproximadamente 1825, aunque “gris” sigue siendo una variante aceptada.

En la antigüedad y la Edad Media, el gris era el color de la lana sin teñir, por lo que era común entre campesinos y pobres. También era el color de los monjes de las órdenes franciscana, cisterciense y capuchina, simbolizando sus votos de humildad y pobreza.

“Las monjas y los frailes hacen tres votos: pobreza, obediencia y castidad. Las diferentes órdenes hacen distintas interpretaciones de la pobreza; existen órdenes que permiten a sus miembros todo tipo de posesiones, otras que no permiten la posesión de tierras, pero si de bienes muebles y otras que prohíben toda posesión. Entre estas últimas las órdenes de pobreza absoluta, figuraban la de los capuchinos y la de los cistercienses. Sus miembros vestían de hábitos grises”, comenta al respecto Eva Heller.

Durante el Renacimiento y el Barroco, el gris comenzó a tener un papel importante en la moda y el arte. El negro se volvió el color más popular entre la nobleza, especialmente en Italia, Francia y España, y el gris y el blanco armonizaban bien con él, según Hisour.

El gris también fue utilizado frecuentemente en la técnica de dibujo para pinturas al óleo llamada “grisalla”. Primero, la pintura se creaba en tonos grises y blancos, y luego se añadían colores mediante esmaltes transparentes sobre ella, dejando el sombreado de la grisalla visible a través de las capas de color. A veces, la grisalla quedaba expuesta, dando la apariencia de piedra tallada.

El gris era un fondo excelente para resaltar el oro y los tonos de piel, siendo el preferido en los retratos de Rembrandt Van Rijn y en muchas pinturas de El Greco, quienes lo usaron para destacar las caras y vestuarios de las figuras principales.

La paleta de Rembrandt consistía casi por completo de colores oscuros, creando grises con pigmentos negros de carbón o huesos quemados, mezclados con blanco de plomo o cal, y calentados con un toque de rojo. Uno de los cuadros más famosos pintados en tonos de gris es el Guernica de Pablo Picasso, según Heller.

“El gris se convirtió en un color muy de moda en el siglo XVIII, tanto para los vestidos de las mujeres como para los chalecos y abrigos de los hombres. Parecía particularmente luminoso colorear las telas de seda y satén usadas por la nobleza y los ricos”, menciona la página.

En el siglo XIX, París dominaba la moda femenina y Londres la masculina. El traje gris surgió en Londres a mediados del siglo XIX, con tonos claros para verano y oscuros para invierno, reemplazando los colores más vivos.

Las trabajadoras de fábricas en París vestían de gris, ganándose el nombre de “grisettes”. El gris también se convirtió en un color común para uniformes militares, siendo menos visible. Fue el color de los uniformes del ejército confederado durante la Guerra Civil Americana y del ejército prusiano durante la guerra franco-alemana de 1870.

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