Será en las próximas horas cuando el huracán Beryl impacte la península de Yucatán, por ello, habitantes de la zona ya están en alerta para que cuando llegue el ciclón el impacto no sea tan significativo. Las medidas preventivas no se han hecho esperar, tanto para la seguridad personal como para los objetos de valor.
Y es que el poder del huracán es capaz de arrastrar muchas cosas a su paso, como los tinacos de la casa. En redes comenzaron a circular fotos de tinacos marcados por yucatecos con el nombre de la familia dueña y la dirección, por si el ciclón se lo llevaba.
Pero han ido más allá, pues los están decorando en honor a Chaac, dios maya de la lluvia que se ha vuelto viral en los últimos días debido a que, según algunos internautas, estaría molesto por la presencia de una estatua de Poseidón ubicada en Puerto Progreso.
En redes circula la foto de un tinaco bien amarrado a su base, con un dibujo del dios Chaac y un par de leyendas escritas: “(Por fa, no te lo lleves)” y “Team Chaac”.
Por supuesto que el tema de Chaac y Poseidón es una broma de internet, aunque algunos internautas lo han malinterpretado y piensan que tumbar la estatua del dios griego es un deseo real de los yucatecos. Pese a esto la situación ha sido terreno fértil para memes y chistes virales.
¿Quién es Chaac, el dios maya al que los yucatecos piden protección?
Chaac es uno de los dioses más venerados de la mitología maya, aclamado principalmente como el dios de la lluvia, el trueno y los relámpagos. Su papel es crucial en una civilización íntimamente ligada a la agricultura, dado que las lluvias son vitales para el cultivo de maíz, el alimento básico de los mayas.
En la cosmovisión maya, Chaac tiene un lugar especial debido a su capacidad para controlar las lluvias y las tormentas. Se le representa comúnmente con una nariz larga y curva que se asemeja a un rayo, y con colmillos prominentes, atributos que subrayan su conexión con fenómenos naturales poderosos. A menudo, se le ve portando un hacha, simbólica de los rayos, y en algunas representaciones, su cuerpo está cubierto de escamas, aludiendo a su relación con el agua.
El culto a Chaac era especialmente prominente en zonas con climas más secos, donde la lluvia era aún más vital para la supervivencia. Se le invocaba en ceremonias y ritos destinados a traer lluvias, con rituales que incluían danzas, ofrendas y sacrificios. Los cenotes, que son pozos naturales en la península de Yucatán, eran considerados puertas hacia el mundo subterráneo y lugares sagrados dedicados a Chaac. En estos cenotes, se realizaban sacrificios, a veces humanos, y se arrojaban ofrendas para apaciguar al dios y asegurar sus favores.
Chaac no es un dios singular sino una entidad cuádruple. Cada una de sus manifestaciones está asociada con un punto cardinal y un color específico: el Este (rojo), el Norte (blanco), el Oeste (negro) y el Sur (amarillo). Estas cuatro deidades trabajan juntas para distribuir la lluvia por las diferentes áreas del mundo maya.
La iconografía y los textos mayas, incluidos los códices y las inscripciones en monumentos, revelan la importancia de Chaac en la vida cotidiana y religiosa de la cultura maya. En los mitos mayas, siempre está en constante lucha con otros dioses o seres divinos, lo que refleja la naturaleza impredecible y poderosa de las lluvias tropicales.