El México moderno no puede ser entendido sin el Partido Revolucionario Institucional (PRI); sin embargo, desde finales de los años ochenta del siglo pasado, este ha disminuido su protagonismo en la conformación del Estado y, tan sólo en el proceso electoral que aconteció semanas atrás, se colocó como la cuarta fuerza política del país.
Debido a lo vivido el 2 de junio, lo que muchos tildaron como “el peor resultado en la historia del partido”, la dirigencia nacional llamó a la organización de la XXIV Asamblea Nacional, en la cual se planteará “la reforma más profunda” que ha tenido el instituto político desde que adquirió su nombre en 1946.
No obstante, esta situación ha sido sumamente criticada debido a que se prevé que se reforme el artículo 178 para que se permita la reelección de Alejandro Alito Moreno Cárdenas y Carolina Viggiano Austria, presidente y secretaria general, respectivamente, hasta por más de tres periodos consecutivos.
“Las personas titulares de la Presidencia y la Secretaría General electas para los Comités Ejecutivo Nacional (...) durarán en su función cuatro años y podrán ser electas hasta por tres periodos consecutivos”
Aunque la reelección ha sido el tema más destacado de la reforma, en realidad se asoman otros cambios que adelantó la periodista Leticia Robles de la Rosa:
- El dirigente nacional podrá poner y quitar a coordinadores de bancada de la Cámara de Diputados y el Senado de la República.
- El dirigente nacional podrá contratar deuda hasta del 20% de las prerrogativas.
- Se quitarán 212 lugares en el Consejo Político Nacional:
- 60 espacios menos para los tres sectores: Confederación de Trabajadores de México (CTM), la Confederación Nacional de Campesinos (CNC) y la Confederación Nacional de Organizaciones Populares (CNOP).
- Sin representantes municipales.
La reforma del 2017
A menos de dos meses de cumplirse siete años desde que el Partido Revolucionario Institucional modificara sus estatutos para permitir que candidatos sin militancia pudieran participar en elecciones, la organización del instituto se encuentra en el foco público.
El 12 de agosto de 2017, durante la XXII Asamblea Nacional Ordinaria del PRI, se aprobaron reformas al artículo 24 que permitieron que personas sin una membresía de 10 años pudieran aspirar a la candidatura presidencial. Estas modificaciones, votadas por la asamblea, entraron en vigor el 25 de septiembre del mismo año.
A pesar de que estas reformas no se hicieron específicamente para José Antonio Meade, su candidatura fue vista como una consecuencia directa. Meade, extitular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), anunció su intención de buscar la presidencia el 27 de noviembre de 2017, pocos días después de la convocatoria del partido.
El 18 de marzo de 2018 fue formalmente designado como candidato de la coalición Todos por México, integrada por el PRI, el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y Nueva Alianza.
En las elecciones de 2018, Meade obtuvo 9,289,853 votos, representando el 16.40% del total, con Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ganando con una mayoría significativa. Esta derrota marcó un punto crucial en la carrera política de Meade y reflejó los desafíos internos del PRI.
Sin embargo, el proceso que permitió la candidatura de Meade mostró una visión del PRI orientada hacia la apertura y los gobiernos de coalición, algo que varios grupos, especialmente los afines a Manlio Fabio Beltrones, venían promoviendo. Este cambio fue fundamental para entender el presente y futuro de las alianzas políticas en México.
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