Antes de convertirse en rivales a muerte el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el Cártel de Sinaloa trabajaban de la mano, con su principal engranaje en manos de Ignacio “Nacho” Coronel.
Varias investigaciones apuntan al 2010 -año en que asesinaron a Nacho Coronel- como el momento en que la alianza se rompió; sin embargo, ésta se mantuvo por tres años más hasta que el CJNG, el que nació como un brazo armado (Los Mata Zetas) al servicio del Cártel de Sinaloa, decidió independizarse y emprender el ascenso hasta convertirse en el cártel con mayor presencia en el país.
Para el periodista y experto en temas de narcotráfico, Ricardo Ravelo, fue la detención de José Ángel Carrasco Coronel, alias “El Changel”. -sobrino de Nacho Coronel- el suceso que marcó el final de la alianza criminal y el comienzo de la guerra. Era 30 de enero de 2013.
“La captura de este personaje fracturó la relación entre el CJNG y La Federación, lo que generó un impacto en plazas como Jalisco, Michoacán y Colima, donde la violencia estalló por la falta de control criminal en los territorios”: fragmento del libro En manos del narco.
Detención de “El Changel” estalló la violencia en Jalisco
Cuando cayó “El Changel” ya se habían terminado las presentaciones de criminales en horarios estelares de los noticieros nacionales; Felipe Calderón y Genaro García Luna habían cedido el poder a Enrique Peña Nieto, tal vez por eso su detención fue solo un murmullo que soltó el comandante de la V Región Militar, Daniel Velasco Ramírez, para intentar explicar la ola de violencia que se desato en Nayarit, Michoacán y Zacatecas.
El militar se encontró acorralado entre las preguntas de los periodistas que querían entender el porqué de la violencia: “es un reacomodo por el control de las plazas después de la captura de ‘El Changel’”, soltó.
Ya encarrerado, el coronel agregó. “En el estado de Jalisco concluyen todos los cárteles, pero la principal pugna, la más fuerte, es entre el CJNG contra el Cártel del Pacífico (Sinaloa) con su representación de ‘La Corona’, que estaba manejando “El Changel” y que ahorita debe estar buscando un nuevo líder”.
Ese fue el primer momento en que una autoridad federal reconocía la guerra -que ya cumplió 10 años- entre el CJNG y el Cártel de Sinaloa; la guerra entre Joaquín El Chapo Guzmán, Ismael El Mayo Zambada y Los Chapitos, contra Nemesio Oseguera Cervantes, alias “El Mencho”, líder del CJNG.
Tregua y guerra
En casi dos décadas de relación -una de ellas en guerra- hay varios pasajes entre el CJNG y el Cártel de Sinaloa que son dignos de recordar: el secuestro de Los Chapitos y el rescate de “El Mencho” a dos miembros de sus antiguos aliados, son sólo dos ejemplos.
Las esposas del cártel es un libro escrito por las parejas de Margarito y Pedro Flores, los gemelos que ayudaron a El Chapo Guzmán a llenar Chicago con cocaína. Entre sus páginas narran que personal de la Agencia Federal de Investigación (AFI) los secuestró en Puerto Vallarta, Jalisco.
Era el año 2018, tiempos de la guerra entre el Cártel de Sinaloa con los Beltrán Leyva. El Chapo y El Mayo presentían quien ordenó el secuestro; también sabían quien debía resolverlo; no dudaron y llamaron a su brazo armado en Jalisco. El Mencho entró en escena y con un convoy rescató a los hermanos Flores: “Todo el mundo le temía porque era un maniático”.
El segundo evento ocurrió en agosto de 2016 en el restaurante La Leche, también de Puerto Vallarta. Hombres armados al servicio del CJNG sometieron, obligaron a hincarse y se llevaron secuestrados Iván Archivaldo y Jesús Alfredo Guzmán Salazar (Los Chapitos).
Hay rumores que apuntan a los Dámaso López -exaliados del Cártel de Sinaloa- como las posibles mentes detrás del secuestro; otros versiones apuntan que bastaron dos llamados para que “El Mencho” soltara a Los Chapitos: la primera de El Mayo Zambada, intercediendo por los hijos de su compadre; la segundo del propio Chapo Guzmán: " a como me entregues a mis hijos, te entrego al tuyo”.