Quién es el Dios de los mares que compite con Poseidón y desde hace más de 100 años “custodia” una zona de la CDMX

Además de la escultura de Poseidón en Yucatán, existen una estatua en la Ciudad de México dedicada a este dios romano

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Este es la historia de la fuente de Neptuno en CDMX (Pexels/ Filiz Baskan)
Este es la historia de la fuente de Neptuno en CDMX (Pexels/ Filiz Baskan)

El huracán Beryl ha mantenido en alerta a los habitantes de Yucatán y Quintana Roo y es que muchos creen que esto se debe al enojo del dios originario Chaac, pues una estatua del dios griego de mares y ríos, Poseidón, se encuentra en las playas de Progreso, Yucatán.

Sin embargo, esta no es la única estatua de un dios de los mares que habita en suelo mexicano, existen muchos lugares del país donde se han colocado monumentos dedicados a las deidades griegas y romanas.

Uno de estos lugares es la Alameda Central en Ciudad de México, lugar donde desde hace de más de 100 años existe una fuente del dios Neptuno, conocida por ser una de las muchas estatuas que adornan el lugar por donde los mexicanos transitan diariamente.

¿Cuál es la historia del Neptuno que reside en la capital mexicana?

Esta fuente lleva más de 100 años en la capital mexicana (Roberto Armocida)
Esta fuente lleva más de 100 años en la capital mexicana (Roberto Armocida)

La Alameda Central es un parque público ubicado en el Centro Histórico de la Ciudad de México. Fundada en 1592, es el jardín público más antiguo de México y de América. Su diseño se inspiró en la Alameda de Hércules de Sevilla, que fue creada en 1574 y es el parque público más antiguo de España y Europa.

La Alameda cuenta con ocho esculturas y fuentes emblemáticas, algunas de ellas son las Américas, las Danaides, las ninfas, Mercurio, la Primavera, Venus y Neptuno.

Esta última fuente muestra a Neptuno sentado sobre una concha sosteniendo su tridente y acompañado por dos tritones, es una copia de la obra del escultor francés Gabriel- Vital Dubray y se encuentra en la capital mexicana desde 1889.

“La Fuente de Neptuno” es obra de Walter Dubray y fue fundida por la casa francesa Val d’Osne. Su destino original sería el de un lujoso restaurante, pero este nunca se concretó, así que desde 1889 la escultura forma parte de la Alameda Central”, menciona en su cuenta de X el Fideicomiso del Centro Histórico de Ciudad de México.

El parque está delimitado al norte por la Avenida Hidalgo, al este por la calle de Ángela Peralta, donde se encuentra el Palacio de Bellas Artes, al sur por la Avenida Juárez y al oeste por la calle Doctor Mora.

Desde hace 400 años, esta alameda ha sido parte integral del paisaje urbano de la Ciudad de México. Su fundación tuvo orígenes modestos, trazada cuando la ciudad aún se definía.

Fue el virrey Luis de Velasco quien vio el valor de ofrecer a los habitantes de la capital de la Nueva España un espacio para el esparcimiento y recreo, además de un punto de encuentro para una sociedad cada vez más interesada en exhibir y ser reconocida por sus diferencias.

¿Quién es Neptuno?

Neptuno es el equivalente a Poseidón en la mitología griega (Pexels/Ellie Burgin)
Neptuno es el equivalente a Poseidón en la mitología griega (Pexels/Ellie Burgin)

Neptuno es el dios romano del mar, equivalente a Poseidón en la mitología griega. Inicialmente, era una deidad de las aguas dulces y fue asociado con Poseidón en los primeros tiempos de Roma, de acuerdo con un artículo escrito por Liana Miate, licenciada en Artes con especialización en Grecia, Roma y Antigüedad tardía por la Universidad Macquarie en Sydney, Australia, en la página World History Encyclopedia (Enciclopedia de Historia Mundial).

Neptuno reside en un palacio dorado en las profundidades marinas, gobernando sobre dioses y diosas del mar, ninfas y criaturas marinas. Es hijo de Saturno (la contraparte romana de Cronos) y de Ops (equivalente a Rea en la mitología griega), su hermano es Júpiter, el Zeus romano, considerado el dios más poderoso del panteón romano. Neptuno es el segundo en poder dentro de la mitología romana.

Saturno, el dios romano de la agricultura, temía que sus hijos lo superaran en poder, por lo que se tragó a Neptuno y a sus hermanos. Ops, la diosa de la tierra y la fertilidad, intervino para salvarlos, haciendo que Saturno ingiriera un emético, lo que provocó que Neptuno y sus hermanos fueran vomitados y liberados.

Según Homero (c. 750 a.C.), los hermanos Neptuno, Júpiter y Plutón (el equivalente romano de Hades) decidieron sus dominios mediante un sorteo. Neptuno se quedó con el mar, Plutón con el inframundo y Júpiter con el cielo. Hesíodo (c. 700 a.C.) menciona que Júpiter asignó honores a todas las deidades tras asumir el trono divino. Neptuno casi siempre fue leal a su hermano Júpiter; sin embargo, en una ocasión conspiró con Juno (equivalente a Hera) y Minerva (la contraparte de Atenea) para derrocarlo y encadenarlo. Como castigo por esta traición, Júpiter lo desterró al mar.

Neptuno estaba casado con Salacia (equivalente romano de la diosa del agua Anfitrite). Juntos tuvieron varios hijos, entre ellos Tritón, Rodas, Proteo y Benthesikyme.

“Sin embargo, al igual que su hermano Júpiter, Neptuno tuvo muchas relaciones amorosas que dieron lugar a hijos. Hizo el amor con la diosa Ceres cuando esta tenía forma de yegua, y ella dio a luz a un potro llamado Arión, que a veces tiraba del carro de su padre por la superficie del mar. Tiro, la hija de Salmoneo, se acostó con Neptuno cuando este tenía forma de dios del río y dio a luz a dos hijos llamados Pelias y Neleo. El cíclope Polifemo era hijo de Neptuno y de la ninfa del mar Toosa. También engendró a los gigantes Otus y Efialtes con Ifimedia”, menciona la especialista.

Neptuno era representado con cabello oscuro y vestido con un manto azul o verde marino. Según Ovidio (43 a.C. - 17 d.C.), Neptuno siempre tenía una expresión adusta, mientras que Virgilio (70-19 a.C.) describió que su comportamiento era moderado y que, incluso cuando estaba enfadado, mantenía una mirada serena y majestuosa. Poseía un tridente de tres puntas con poderes extraordinarios, que utilizaba para romper rocas, crear olas, formar nuevas masas de agua y desatar feroces tormentas.

“Los romanos no eran grandes navegantes como los antiguos griegos, por lo que Neptuno nunca alcanzó la prominencia que tuvo Poseidón en la mitología griega. Se sabe que Neptuno tenía un templo dedicado a él, situado entre las colinas del Aventino y el Palatino en Roma, donde antiguamente fluía un arroyo de agua dulce”, menciona Liana.

Se celebraba un festival en honor a Neptuno conocido como Neptunalia, el 23 de julio de cada año, en pleno verano. Los romanos realizaban sacrificios solicitándole a Neptuno que aliviara la escasez de agua debido al calor y organizaban carreras de carros. Durante este período, todos los caballos dejaban de trabajar y eran decorados con coronas de flores. Las festividades y la bebida eran también actividades populares durante la Neptunalia.

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