Gelatina de mamey, la fruta que ayuda a combatir el estrés oxidativo y a tener una vista sana

Su sabor dulce y textura cremosa harán que el postre sea memorable y esta receta de gelatina de mamey sin duda, sorprenderá paladares. La fruta protagonista, además de ser deliciosa, posee muchos beneficios para la salud. Si considera necesario disminuir, aumentar o agregar ingredientes, la receta puede modificarse al antojo de cada cocinero.

Según la información obtenida en el sitio web de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural del gobierno de México, la pulpa de color anaranjado contiene nutrientes esenciales para el cuerpo, como minerales, potasio y hierro. Este fruto pertenece a la familia arbórea de las sapotáceas, que agrupa 800 especies de árboles y arbustos en 65 géneros.

El Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo, (CIAD) afirma que el 70 % del mamey se compone de agua, por lo que complementa bien la hidratación necesaria en el cuerpo humano. La presencia de luteína, β-caroteno y un carotenoide único llamado sapotexantina, son los responsables del color de la pulpa y se les atribuyen propiedades benéficas para la piel, prevención de la artritis y las enfermedades mentales relacionadas con el envejecimiento.

El mamey también posee ácido gálico y ácido p-cumárico, que son antimicrobianos y antioxidantes, epicatequina, conocida por estimular la regeneración del tejido muscular y aunque cotidianamente, la fruta se consume directamente quitando la delgada piel que la recubre, también se ingiere en licuado o en nieves, pero gracias a la versatilidad con la que se puede emplear esta fruta, te compartimos una receta.

Ricardo Manzanares en recetas Nestlé comparte una opción más para romper con la costumbre. Siguiendo estas indicaciones, rinde para 12 porciones y cada una aporta 223.3 kcal. La elaboración de la gelatina dura aproximadamente 2 horas y 17 minutos.

2 piezas de mamey

1/2 lata de leche condensada la lechera deslactosada

1/2 lata de carnation deslactosada

1/2 envase de media crema Nestlé deslactosada de 95 g

Colorante vegetal naranja para alimentos

4 sobres de Grenetina de 7 g c/u, hidratada en ¾ de taza de agua y disuelta a baño maría

1/2 lata de leche condensada la lechera deslactosada

1/2 lata de carnation clavel deslactosada

1/2 envase de media crema Nestlé deslactosada de 95 g

3 sobres de Grenetina de 7 g c/u hidratada en ½ taza de agua y disuelta a baño maría

Mamey para decorar

Nuez en mitades para decorar

Hojas de menta fresca desinfectadas para decorar

Lo primero que se debe hacer para la gelatina de mamey es licuar la pulpa de la fruta con ½ lata de leche condensada deslactosada, ½ lata de carnation clavel deslactosada, ½ envase de media crema deslactosada y un poco de colorante, esto es más al gusto de cada persona. Si prefiere omitirse el colorante en la receta, no afecta. Posteriormente, sin dejar de licuar, se añade poco a poco la grenetina previamente disuelta. Como consejo, para fundir la grenetina de manera exitosa en el microondas, debe calentarse en lapsos de 15 segundos. Transcurrido ese tiempo, se mueve y se pone a calentar nuevamente. Este proceso debe repetirse hasta que esté completamente líquida. Después de esto, se vierte en un molde de gelatina previamente engrasado y se refrigera hasta que cuaje ligeramente.

Para la segunda parte de la receta, el proceso es bastante similar. Se licúa ½ lata de leche condensada, ½ lata de carnation clavel deslactosada y ½ envase de media crema. Posteriormente, sin dejar de licuar, se le añaden poco a poco los 3 sobres de grenetina previamente disuelta siguiendo el proceso de calentarla por lapsos. Después se vierte sobre la gelatina de mamey previamente hecha y cuajada ligeramente y ahora sí se refrigera hasta que cuaje por completo. Ya que esté lista, se desmolda, se decora con un poco de mamey, nueces y hojas de menta.

Una porción aporta: 26.9 g de carbohidratos, 223.3 kcal de energía, 9.8 g de grasas, 1.6 g de fibra, 8g de proteína, 4.8 g de grasas saturadas y 82.8 mg de sodio.

Otra de las ventajas de consumir este fruto es que aporta niacina, una vitamina que ayuda al aparato digestivo, la piel y los nervios. Esta misma también es importante para transformar los alimentos en energía.