Cómo la salud mental de la madre impacta en el bebé de acuerdo con especialistas

El embarazo es un periodo de cambios y transformaciones en los ámbitos biológico, psicológico y social, sobre todo para quienes son madres por primera vez. En ocasiones las madres pueden padecer trastornos que afecten su salud mental.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) determinó que el 25% de las mujeres embarazadas experimentan algún tipo de “malestar psicológico” y que una de cada cinco madres sufrirá algún tipo de trastorno mental durante el embarazo y el primer año después del parto.

La idealización de la maternidad como un estado de felicidad y satisfacción ha dificultado el reconocimiento de la depresión perinatal y la aceptación de que muchas madres experimentan sentimientos opuestos a los de alegría esperada, según el artículo Depresión posparto, un problema de salud pública que requiere de mayor atención en México del Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz.

Entre los síntomas que pueden indicar que una madre tiene algún problema de salud mental son insomnio, irritabilidad, sentimientos de culpa, malestar emocional intenso, miedo a hacerle daño al bebé, desconexión con la realidad, falta de vínculo con el bebé, entre otro, según Laia Villalta Macià, psiquiatra del Hospital Sant Joan de Déu, Barcelona.

Las consideraciones que se escriben a continuación pueden ayudar a identificar los síntomas de algunos de los trastornos más comunes. Si te identificas con algunos de los síntomas no dudes buscar ayuda profesional.

Cómo la salud mental maternal puede impactar en un hijo es un artículo publicado por Good Therapy, sitio especializado en psicología que cuenta con un repertorio de terapeutas en Estados Unidos. En la publicación, los especialistas mencionan los problemas de salud mental más comunes en madres, sus síntomas y tratamiento.

La depresión es el problema de salud mental materna más común experimentado por las madres en todo el mundo. Si bien muchas madres experimentan diferentes tipos de depresión a lo largo de sus vidas, la forma más común es la depresión postparto, según Good Therapy.

“Los síntomas de este trastorno de salud mental materna incluyen tristeza, impaciencia, irritabilidad, inquietud, fatiga, insomnio, tristeza, pensamientos intrusivos o la incapacidad para concentrarse”, continúa el artículo.

En México, dos de cada 10 mujeres desarrollan depresión durante el embarazo y durante el primer año tras el parto, y 75 por ciento de ellas no son diagnosticadas, no reciben el tratamiento ni la atención adecuada, informó la investigadora en Ciencias Médicas del Instituto Nacional de Psiquiatría “Ramón de la Fuente Muñiz” (INPRFM), Laura Elena Navarrete Reyes.

La ansiedad es un estado emocional con cambios somáticos y psíquicos, considerado patológico cuando es excesiva y prolongada, causando disfuncionalidad, según la Secretaría de Salud del Gobierno de México.

En la salud mental materna se manifiesta como preocupación y miedo intensos/excesivos sobre situaciones cotidianas.

“Algunas madres experimentan esto debido al miedo de que le ocurra daño a sus hijos o por otras razones ajenas a la maternidad. Independientemente de la razón, la ansiedad aumentada puede impactar la toma de decisiones de un padre y la habilidad para evaluar ciertas situaciones, así como otros procesos al criar a un hijo”, menciona Good Therapy.

El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) se caracteriza por un patrón de pensamientos, miedos y obsesiones no deseadas que llevan a un individuo a experimentar ciertas compulsiones que interfieren con la vida diaria y que a menudo se exacerban con niveles de estrés aumentados, según Good Therapy.

El TOC puede afectar significativamente el desarrollo de una buena relación madre-hijo. Al no poder controlar sus comportamientos, pueden evitar al recién nacido o negarse a cuidarlo, menciona el artículo.

Otro trastorno de salud mental materna es el Trastorno de Estrés Postraumático o TEPT y puede desencadenarse en madres que pasaron por un proceso de parto traumático.

También conocido como trauma de parto, esta forma de TEPT suele ser el resultado del miedo experimentado durante el parto de que le ocurra daño a la madre o al hijo, o la realización de esos miedos (partos de alto riesgo).

El artículo El síndrome de estrés postraumático como secuela obstétrica de enumera algunos de las consecuencias que este trastorno puede causar en las madres:

1. Recordar y revivir continuamente el parto: Las mujeres pueden revivir el parto mediante recuerdos vívidos y pesadillas durante semanas o meses. Eventos como pasar frente al hospital o ver a una embarazada pueden desencadenar estos recuerdos y provocar ansiedad. Esto también puede afectar sus relaciones de pareja, ya que algunas experimentan flashbacks del parto durante el coito.
2. Desconectar con sus bebés y sentirse ausentes de la realidad: Esta disociación puede comenzar justo después del parto y algunas mujeres la describen como “la sensación de no sentir nada” o “como si todo aquello no me estuviera pasando a mí”.
3. Hablar continuamente de lo que sucedió: El trauma lleva a las madres a hablar sobre lo sucedido y a buscar información médica de manera obsesiva. Muchas sienten la necesidad de relatar sus partos repetidamente y, meses después, siguen buscando datos obstétricos en Internet para comprender lo que les pasó.
4. Enojo con profesionales de la salud: Se sienten enojadas con los profesionales, sus familiares y consigo mismas. El trastorno complica enormemente la relación de las madres con los trabajadores sanitarios.
5. La experiencia de la maternidad se ve afectada: Se sienten distantes de sus hijos, tienen problemas para relacionarse con otras madres y comparan continuamente sus partos con los de los demás. El síndrome puede llevar a un rechazo de la sexualidad, a evitar tener más hijos, o a solicitar una cesárea programada en futuros embarazos.

Durante los años formativos de la vida de un niño, la salud mental de una madre o un padre tiene un gran impacto en la salud conductual y mental del niño, según el artículo de Good Therapy.

“Un padre que está manejando algún tipo de trastorno de salud mental paterna o materna a veces puede tener una capacidad disminuida para manejar, responder y reaccionar a su hijo de una manera que promueva la estabilidad, el crecimiento y el desarrollo. Si no se trata, los trastornos de salud mental paterna/materna pueden volverse peligrosos, afectando al niño”, menciona.

Algunos de los impactos que puede traer no tratar la salud mental paterna o materna en la salud emocional y conductual de un niño son: disminución del funcionamiento social, rendimiento académico más bajo, trastornos de salud mental en la infancia/adolescencia e incremento del riesgo de abuso de sustancias.

Para disminuir las consecuencias, el sitio recomienda que los padres busquen ayuda psicológica para tratarse.

La Línea de la vida brinda atención personalizada a la población sobre los problemas asociados al consumo de sustancias psicoactivas de salud mental. El Teléfono de contacto es 800 911 2000 y la atención es completamente gratuita.

El Sistema Nacional de Apoyo, Consejo Psicológico e Intervención en Crisis por Teléfono ofrece servicio de apoyo psicológico gratuito. Su horario es de 09:00 am a 21:00 pm los 365 días del año. El número de contacto es 5552598121,

El servicio psicológico de LOCATEL es una línea telefónica y chat de apoyo que orienta y acompaña para el bienestar emocional. Para comunicarse se debe llamar al *0311 o al 5556581111 y solicitar servicio psicológico.