Aletta se convirtió en la primera tormenta tropical de la temporada de ciclones 2024 en el oceáno Pacífico. Así lo confirmó el Centro Nacional de Huracanes (NHC por sus siglas en inglés).
“La depresión se convierte en la tormenta tropical Aletta”, informó la dependencia estadounidense este 4 de julio.
El reporte fue confirmado por la Subdirección de Estudios y Pronósticos Meteorológicos de la Secretaría de Protección Civil, la cual señala que el disturbio tropical 91E evolucionó a depresión tropical Uno E por la mañana y horas más tarde a tormenta tropical.
Su centro se localiza a 310 kilómetros al oeste-suroeste de Manzanillo, sus vientos máximos sostenidos son de 65 km/h y su desplazamiento a 17 km/h. El pronóstico apunta a que se alejará de las costas mexicanas en los próximos días.
En tanto SkyAlert Storm indicó que Aletta será un ciclón de corta duración, por lo que no se esperan mayores afectaciones en territorio nacional.
Cabe mencionar que tuvo una rápida evolución, ya que hasta el 3 de julio el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) estimaba que su potencial de desarrollo ciclónico era del 60 por ciento en dos días. Desde ese momento se pronosticaban lluvias muy fuertes a puntuales acompañadas de descargas eléctricas en el occidente y sur.
Se trata del primer sistema hidrometeorológico en recibir nombre en el oceáno Pacífico. Mientras que en el oceándo Atlántico se formaron las tormentas tropicales Alberto y Chris, además de que en este momento las costas mexicanas son amenazadas por Beryl, el primer huracán de la temporada.
¿Cuáles son los efectos de una tormenta tropical?
- Fuertes lluvias que pueden causar inundaciones en áreas bajas, deslizamientos de tierra y afectan infraestructuras como carreteras y viviendas.
- Vientos intensos pueden causar daños estructurales a edificios, derribar árboles y postes eléctricos, y dejar zonas sin suministro de energía.
- Oleaje y marejadas: elevan el nivel del mar, produciendo erosión costera y afectando a las comunidades costeras y a los ecosistemas marinos.
- Interrupción de servicios: los daños a infraestructuras de transporte, comunicaciones y energía pueden dejar áreas incomunicadas y sin servicios básicos.