Cómo preparar el café para que no cause acidez y conserve sus propiedades

Sin duda el café es una de las bebidas más consumidas que existen a nivel mundial debido a su sabor amargo que agrada a muchos pero también por ser uno de los estimulantes más usados por las personas para combatir el cansancio y poder realizar sus actividades.

Sin embargo, a pesar de que, además de este beneficios el consumo de café tiene muchos más, lo cierto es que algunas personas pueden tener problemas con su consumo, ya que un aspecto en contra de esta bebida es que provoca acidez.

Si bien mucha gente no tiene problemas con esta característica del café lo cierto es que aquellos que padecen problemas de reflujo, acidez o personas mayores, pueden tener efectos secundarios con su ingesta.

Es por eso que hoy traemos para ti un tip que si bien no elimina por completo la acidez de la bebida, sí puede ayudar a mitigar sus efectos y hacerla más fácil de ingerir para este grupo de personas.

Y este truco es sumamente sencillo pues consiste únicamente en añadir una pizca de sal a tu café para minimizar su efecto ácido sin interferir con el efecto que ayuda a activar el sistema nervioso.

El efecto que tiene la sal sobre la bebida se explica debido a que el PH del café suele estar entre 4.9 y 5.2. En este sentido, mientras más bajo es su PH, más acidez causa y entre más alto es, este efecto es menor. De esta manera, la pizca de sal ayuda a aumentar ligeramente el pH del café, mitigando así su efecto de forma sencilla.

Ahora que sabes como poder ingerir café minimizando sus efectos, te decimos cuales son algunos de los beneficios que ofrece su consumo, para que te animes a seguirlo incluyendo en tu rutina, aunque siempre con moderación. Algunas de sus principales propiedades son las siguientes:

• Aumento de energía: La cafeína presente en el café actúa como un estimulante que mejora la concentración, el estado de alerta y los niveles de energía.
• Rendimiento físico: La cafeína puede aumentar los niveles de adrenalina y liberar ácidos grasos de los tejidos grasos, mejorando el rendimiento físico.
• Propiedades antioxidantes: El café contiene una gran cantidad de antioxidantes, como los polifenoles, que ayudan a combatir los radicales libres y reducen el riesgo de enfermedades crónicas.
• Salud hepática: El café puede reducir el riesgo de enfermedades hepáticas como la cirrosis y el hígado graso.
• Salud cardiovascular: Algunos estudios sugieren que el consumo moderado de café puede estar asociado con un menor riesgo de enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares.
• Metabolismo y pérdida de peso: La cafeína puede aumentar temporalmente la tasa metabólica, lo que ayuda en la quema de grasas y la pérdida de peso.
• Mejora del estado de ánimo: El consumo moderado de café se ha asociado con una menor prevalencia de depresión y puede contribuir a mejorar el estado de ánimo.
• Longevidad: Algunos estudios han sugerido que los bebedores de café pueden tener una mayor esperanza de vida en comparación con aquellos que no lo consumen.
• Rendimiento cognitivo: La cafeína puede mejorar funciones cognitivas como la memoria, la atención y el tiempo de reacción.

A pesar de sus enormes beneficios, es importante mencionar que el consumo excesivo de café puede causar varios efectos secundarios. Entre ellos, insomnio y problemas de sueño debido a la cafeína, además de aumentar la ansiedad y nerviosismo en personas sensibles.

Por otro lado, también puede provocar acidez, reflujo, molestias gastrointestinales y elevar temporalmente la presión arterial causando palpitaciones o taquicardia.

Por su parte, en algunas personas su consumo puede llegar a generar dependencia y síntomas de abstinencia como dolores de cabeza y fatiga al dejar de consumirlo, por lo que su consumo se recomienda con moderación.