Para combatir la fuga de capitales, el Gobierno de China impide a sus ciudadanos transferir más del equivalente a USD 50 mil al año fuera del país. Esto ha generado que se busquen medidas alternativas al sistema bancario convencional para trasladar fondos al extranjero.
Asimismo, lo anterior ha provocado una demanda por dólares estadounidenses que es aprovechada por organizaciones criminales que buscan lavar el dinero obtenido de negocios ilícitos, incluido el tráfico de drogas.
Tal es el caso del Cártel de Sinaloa, organización delictiva de México que ha establecido contacto con agrupaciones chinas en Estados Unidos (EEUU). Su objetivo es ocultar las ganancias generadas por el trasiego de estupefacientes —como cocaína, metanfetamina y fentanilo— mediante el cambio de divisas.
Los vínculos entre el Cártel de Sinaloa y la banca clandestina china quedaron al descubierto con la “Operación Fortune Runner”, a través de la cual autoridades estadounidenses lograron incautar USD 5 millones procedentes del narcotráfico, así como 136 kilos de cocaína y 41 de metanfetamina.
Los resultados de dicha operación fueron dados a conocer por el Departamento de Justicia a mediados de junio. Según las investigaciones, el Cártel de Sinaloa estaba relacionado con una red de blanqueo de capitales que procesaba grandes cantidades de dinero en moneda estadounidense. Esto con la ayuda de un grupo de transferencia de divisas con sede en el Valle de San Gabriel, California, vinculado a la banca clandestina china.
El modus operandi de esta red fue explicado en una acusación presentada contra 24 personas en la Corte del Distrito Central de California. El esquema para lavar el dinero procedente del narcotráfico funciona de la siguiente manera:
- Un ciudadano chino contacta a una persona en EEUU que vende dólares estadounidenses (conocida como “corredor”) para transferir fondos fuera del país.
- Los “corredores” dan indicaciones al interesado para que deposite la cantidad que desea transferir en renminbi (moneda china) a una cuenta bancaria de China.
- Cuando el titular de la cuenta ve reflejado el depósito, el corredor entrega los dólares estadounidenses obtenidos del tráfico de drogas al comprador chino.
- El dinero que se transfiere en China es usado para comprar bienes de exportación, como artículos de lujo y precursores químicos de droga (incluido fentanilo).
- Cuando dichos bienes son vendidos en moneda local (pesos mexicanos, por ejemplo), las ganancias regresan a los narcotraficantes que proporcionaron los dólares a los corredores.
“De este modo, los fondos procedentes de China facilitan el blanqueo de las ganancias del narcotráfico desde Estados Unidos al país de origen, al tiempo que proporcionan dólares estadounidenses al individuo de China que inició la transacción”, se lee en la acusación referida.
El negocio de cambio de moneda es dirigido principalmente por ciudadanos chinos en EEUU, quienes operan como una especie de “banco informal”, pues lavan las ganancias del narcotráfico a cambio de una pequeña tarifa que oscila entre el 0.5% y el 2% del monto transferido.
Esto ha resultado beneficioso para el Cártel de Sinaloa, ya que con ello se evita recurrir a los métodos del sistema bancario convencional en el que se tienen que reportar las transacciones de divisas a la Red de Ejecución de Delitos Financieros (FinCEN), del Departamento del Tesoro.
“Para evadir los altos costos de traslado y los informes gubernamentales que acompañan al depósito de grandes cantidades de moneda en el sistema bancario legítimo, los narcotraficantes buscan otros métodos para integrar las ganancias del tráfico de drogas”, indica la acusación.
Este esquema, además, ha favorecido a los ciudadanos chinos que buscan transferir sus fondos al extranjero, convertirlo en dólares estadounidenses o adquirir bienes en el “país de las barras y las estrellas”.