Qué tan peligrosa es la turbosina, el combustible aéreo que fue robado por meses entre CDMX y Edomex

La mañana del lunes se registró un incendio a espaldas del AICM presuntamente derivado del huachicoleo

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Bomberos y Pemex atendieron el
Bomberos y Pemex atendieron el siniestro ocurrido en límites de Neza y la GAM. (SGIRPC)

Decenas de viviendas y unos siete vehículos se incendiaron la mañana de este lunes 1 de julio a espaldas del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) en los límites del Estado y la Ciudad de México; de manera extraoficial, se dio a conocer que el siniestro habría sido consecuencia de la fuga de combustible aéreo derivada de huachicol (robo).

De acuerdo con las imágenes que circulan en redes sociales, se aprecia que en la zona del accidente (ubicado en la colonia Ciudad Lago) se almacena turbosina, un combustible altamente flamable que se utiliza para los aviones; de hecho, se presume que este derramamiento del hidrocarburo sería el causante del fuerte olor a gasolina que reportaron en días pasados los vecinos de Nezahualcóyotl, dijo a Telediario Juan Manuel Pérez Cova, jefe de Bomberos de la Ciudad de México.

Al respecto, la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil (SGIRPC) de la CDMX informó en redes sociales que “personal de Pemex realizó extracción de producto aceitoso del sitio con un equipo Unidad de Presión al Vacío. Luego de confirmar la afectación en 11 viviendas, autoridades del municipio trasladarán a las familias afectadas a un refugio temporal”.

Así se veían las llamas
Así se veían las llamas del incendio de este lunes en la colonia Ciudad Lago. (X @SGIRPC_CDMX)

¿Es peligroso el combustible que causó el siniestro?

De acuerdo con información de Petróleos Mexicanos (Pemex), la turbosina es “un líquido obtenido de una mezcla compleja de hidrocarburos parafínicos y aromáticos que se emplea como combustible para motores de turbina”, es decir, para aviones. Su temperatura de inflamación es de mínimo 38 grados y es insoluble en el agua, o sea que no se puede disolver o diluir debido a su composición.

Si la turbosina se enciende y genera un pequeño incendio, se debe emplear polvo químico seco, agua en forma de rocío, espuma o bióxido de carbono; pero si el incendio es de grandes proporciones -como el de este lunes- Pemex indica que éste se deje arder y luego combatirlo sólo con agua de rocío o espuma regular y jamás usar agua en chorro.

“El personal que efectúa labores de combate de incendio en edificios o en áreas confinadas donde se almacena este producto, debe emplear equipo de respiración autónomo y traje de protección completo”, precisa la paraestatal, además de que explica que tras los incendios derivados de turbosina pueden generar vapores propensos a explotar, al igual que los contenedores, por lo que no deben presurizarse, cortarse, soldarse o exponer a otra fuente de calor o flamas.

Los daños en el ambiente por un accidente derivado de la turbosina también suelen ser significativos, ya que de acuerdo con Pemex, se generan altas concentraciones de humo, monóxido de carbono y bióxido de carbono.

Y en el caso concreto del ser humano, los daños a la salud por exposición aguda incluyen paro respiratorio si se respiran concentraciones excesivas; por ello, la empresa señala que las personas con padecimientos pulmonares crónicos deben evitar exponerse a los vapores de esta sustancia.

También irritación en la piel si hay contacto directo, pero si éste es frecuente, disuelve la grasa y causa dermatitis. En tanto, el contacto con los ojos provoca irritación, pero no daña el tejido ocular y, en concentraciones elevadas, también hay escozor ligero de efecto temporal.

La turbosina debe ser manejada
La turbosina debe ser manejada con cuidado y almacenada en contenedores especiales, pues es flamable e insoluble con agua. (SICT)
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