Esta receta es perfecta para fiestas y reuniones en familia, la mezcla de ingredientes creará una experiencia deliciosa y única. Lo mejor de todo es que, además de contener muchos beneficios para la salud, el postre puede modificarse a tu antojo, por lo que puedes sustituir por las frutas y sabores de gelatina que desees.
La fresa destaca por sus propiedades antioxidantes y anticancerígenas, contrarrestando los radicales libres, molécula inestable que puede dañar a otras moléculas, como el ADN, los lípidos y las proteínas, según el Instituto Nacional del Cáncer.
La Secretaría de Agricultura del Gobierno de México destaca la presencia de ácido elágico, molécula presente en frutos rojos, que enlaza e inactiva sustancias cancerígenas, reduciendo el riesgo de cáncer.
La gelatina contiene glicina y prolina, aminoácidos esenciales para la salud de la piel, huesos, tendones y ligamentos, además de mejorar la elasticidad y apariencia de la piel, según la organización especializada gelatine.org
Cómo preparar esta ensalada de gelatina
El tiempo total de preparación de este postre es de 2 horas y rinde para 20 raciones. Si quieres reducir las calorías puedes optar por gelatinas light y utilizar ingredientes lácteos bajos en grasa. Esta receta fue creada por Norma Mariano y se encuentra publicada en la página Cookpad.
Ingredientes
- 1 sobre de gelatina de agua sabor fresa
- 1 sobre de gelatina de agua sabor durazno
- 1 lata de piña en almíbar
- 200 gramos de fresas
- 100 gramos de pasitas
- 100 gramos de nuez picada
- Almíbar de piña
- 1 lata de leche evaporada
- 1 lata de media crema
- 1 lata de leche condensada
Preparación
- Prepara la gelatina de fresa y durazno por separado con menos agua de la que indican las instrucciones del sobre.
- Vierte en recipientes y espera a que cuaje.
- Cuando esté lista parte en cubos y reserva.
- Lava y desinfecta las fresas.
- Córtalas y reserva.
- Pica la piña y reserva junto con el almíbar.
- Mezcla la leche evaporada, la media crema y la leche condensada hasta obtener una mezcla homogénea.
- Agrega la gelatina, las frutas, las pasas, la nuez y el almíbar a la mezcla.
- Mezcla bien y sirve.
Historia de la gelatina
La gelatina tiene una historia que se remonta a hace 8000 años, cuando los humanos ya valoraban la sustancia gelatinosa producida al cocinar pieles y huesos de animales, según la página de Rousselot, especializada en colágeno.
Este material, conocido como colágeno o cola de conejo, se usaba para fabricar ropa, muebles y herramientas. En el Antiguo Egipto, comenzaron a consumir gelatinas derivadas de caldos de huesos.
En la Edad Media, la gelatina tomó importancia por sus propiedades nutricionales y se utilizaba en extractos de carnes, aunque su proceso era laborioso y limitado a la nobleza.
En el siglo XIX, la producción de gelatina se industrializó en Francia, y se comenzaron a elaborar cápsulas de gelatina para medicamentos y gelatina en polvo para cocinar. La marca Jell-O popularizó esta forma de gelatina en el siglo XX.
A finales de los 1800, la gelatina se usaba en la industria alimentaria, farmacéutica y de adhesivos. Las mejoras en la producción permitieron aplicaciones en fotografía y rayos X.
“Durante las guerras napoleónicas, a principios de los años 1800, Napoleón ordenó investigar el potencial de la gelatina para usarla como una fuente alternativa de proteínas para sus ejércitos cuando escaseara la carne, algo que ocurría con frecuencia durante las infinitas guerras que asolaron Europa en esa época”, menciona el sitio.
A lo largo del siglo XX, la mejora en las técnicas de procesamiento de la gelatina y sus propiedades únicas llevaron a la producción de dulces como gominolas y ositos de goma, así como aplicaciones en cosméticos y productos farmacéuticos.
Las fábricas en Francia y Alemania comenzaron a suministrar gelatina a nivel mundial, y productos como cápsulas de gelatina, bálsamos y emulsiones se popularizaron.
Durante la Primera Guerra Mundial, la gelatina se utilizó como sustituto de las transfusiones de plasma, salvando muchas vidas. Además, cápsulas que contenían morfina, codeína y otras sustancias ayudaban a los soldados a superar el dolor y el estrés.
La Segunda Guerra Mundial devastó la industria europea de la gelatina, aunque su demanda aumentó debido a su importancia para las operaciones militares.