La Chaya se encuentra ampliamente distribuida en las comunidades del sureste del país, y aunque posee una gran cantidad de nutrientes que han sido reportados desde tiempos prehispánicos, es una hoja que no suele ser consumida de manera recurrente.
Según el libro La Chaya: una alternativa para mejorar la alimentación familiar, desde tiempos prehispánicos los mayas utilizaban la hoja de chaya junto con el maíz para implementarlos en su alimentación.
Por su parte, cerca del año de 1566 el obispo de la arquidiócesis de Yucatán, Fray Diego de Landa, describió esta especie de vegetal enfocándose en la importancia de las hojas de chaya para los habitantes de la región, quienes la comían guisadas.
El nombre científico de la chaya es Cnidoscolus aconitifoluis, se caracteriza por ser un arbusto que crece de forma rápida de entre 3 a 5 metros de altura. De manera común, esta planta está cubierta de pelos, su tronco es de color verde pálido y delgado, y cuenta con hojas verdes de 10 a 20 centímetros de largo con formas variables.
Cuáles son los beneficios de la chaya
Investigadores de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), encargados de la realización del libro sobre la chaya antes mencionado, señalaron durante una conferencia que esta planta contiene una gran cantidad de nutrientes que benefician a la salud de quienes la consumen.
“La chaya es una hoja que tiene un alto valor nutritivo ya que, si se compara con otras verduras, tiene más proteína, más calcio, más hierro, más vitamina A y más vitamina C”, informó Ángel Lendechy Grajales, científico del Centro de Investigaciones Regionales “DR. Hideyo Noguchi”.
Un artículo del Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (Conahcyt) señala que la chaya es rica en hierro y proteínas de buena calidad, contiene 1.9 por ciento de fibra cruda, 199 mg/100g de calcio, potasio, vitaminas A y C, así como compuestos carotenoides, minerales como el magnesio, sodio, cobre y zinc, los cuales son esenciales para las funciones cerebrales.
Además, en dicho artículo se informa que las propiedades nutricionales de las hojas de chaya son superiores a las de la espinaca, amaranto, col o lechuga, y que su consumo más común consiste en comer sus hojas en ensaladas o en forma de té.
Para aprovechar sus beneficios, como lo son la disminución de los niveles de glucosa en sangre, regular la presión arterial alta y obtener sus grandes cantidades de antioxidantes, la manera en la que se recomienda consumirla es a través de infusiones en las que se utilicen no más de cinco hojas de chaya.
En diversos estudios se ha comprobado que los antioxidantes que contiene la chaya pueden disminuir la acción de los radicales libres, los cuales son compuestos causantes de daño a las células que pueden provocar envejecimiento prematuro y hasta el desarrollo de cáncer en algunos órganos.
Además, se ha demostrado su capacidad para disminuir el índice de grasas, como lo son el colesterol y los triglicéridos en el organismo.
En cuanto a sus capacidades para disminuir la glucosa en sangre, diversos estudios han demostrado que las hojas de chaya en agua o té pueden ser eficaces para el tratamiento de la sintomatología de la diabetes Tipo II, aunque aún se requieren análisis más profundos para identificar las dosis efectivas para lograr tal efecto.
Cómo preparar agua de chaya
El agua de chaya es una de las bebidas tradicionales en el estado de Yucatán, la cual se caracteriza por tener un exquisito sabor y brindar grandes aportes nutricionales.
De manera común esta bebida suele acompañarse de limón para mejorar su sabor. Los ingredientes para realizarla son los siguientes:
- 8 hojas de chaya sin tallo.
- Jugo de 4 limones.
- Litro y medio de agua. natural.
- Azúcar al gusto.
- Hielos.
Preparación del agua:
- Colocar en una licuadora las hojas de chaya con cantidad suficiente de agua y azúcar al gusto.
- Licuar los ingredientes hasta que las hojas se trituren.
- Colar la mezcla y añadirla en un recipiente que contenga el agua natural restante.
- Añadir el jugo de limón y revolver.
- De manera opcional se recomienda añadir hielos y rodajas de limón para que disfruten al máximo de esta bebida.
El agua de chaya se recomienda beberla de manera esporádica, ya que de acuerdo con la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural contiene una sustancia tóxica similar al cianuro que se inactiva fácilmente al cocinar las hojas.
Debido a lo anterior, se recomienda consumir la chaya cocida para evitar posibles daños a la salud en caso de exceder los 300 a mil 500 gramos de hojas frescas, las cuales son las cantidades que se requieren para intoxicarse.
Además, esta planta es beneficiosa para la salud debido a que contiene grandes cantidades de vitamina C, fibra, proteínas y hierro. Su consumo en el sureste de México suele ser en tamales, ensaladas, guisos, sopas, infusiones y bebidas.