La lista de quesos que existen sin duda es numerosa y todos aportan beneficios a la salud pero hoy queremos hablar en particular de un queso de origen francés al que se le han atribuido beneficios particulares.
Nos referimos al queso azul es un tipo de queso conocido por sus vetas o manchas de moho azul, que le dan un sabor y aroma característicos. Este queso se elabora con leche de vaca, cabra u oveja y se utiliza el moho Penicillium roqueforti o Penicillium glaucum durante su proceso de maduración para desarrollar su distintivo color y textura.
Existen diferentes variedades de queso azul, algunas de las más conocidas son el Roquefort (Francia), el Gorgonzola (Italia), el Stilton (Inglaterra) y el Cabrales (España). Cada una tiene su propia receta y características específicas, pero todas comparten el uso de moho azul en su elaboración.
El queso azul tiene un sabor intenso, salado y ligeramente picante, que se acentúa con el tiempo de maduración. Su textura varía desde cremosa hasta desmenuzable, dependiendo del tipo específico de queso.
Durante la producción, el moho azul se añade a la leche y luego se perfora el queso durante el proceso de maduración para permitir que el oxígeno penetre, promoviendo el crecimiento del moho y desarrollando las vetas azules.
Debido a su modo de preparación, a este queso se le atribuyen muchos beneficios a la salud entre los que se encuentran brindar protección para el desarrollo de ciertos tipos de cáncer y ayuda a disminuir los síntomas de la migraña.
Y es que investigaciones recientes han descubierto que el moho Penicillium presente en el queso azul genera compuestos como andrastina A, B, C y D, los cuales actúan inhibiendo enzimas vinculadas al crecimiento y funcionamiento de células malignas, específicamente la farnesiltransferasa y la geranilgeraniltransferasa. Estas propiedades anticancerígenas pueden colaborar en la prevención de ciertos tipos de cáncer y en el desarrollo de tumores.
Por su parte, una de las vitaminas notables en el queso azul es la B5 (ácido pantoténico), conocida por sus capacidades para reducir el estrés y prevenir migrañas. La vitamina B5 es esencial para la producción de anticuerpos, lo cual contribuye a mantener un sistema inmunológico fuerte y resiliente.
Cuáles son los beneficios a la salud del queso azul
Por si los beneficios mencionados anteriormente no fueran poco, el consumo de este queso tienen muchos otros beneficios por lo que deberías incluirlo en tu dieta de manera ocasional.
- Rico en proteínas: El queso azul es una excelente fuente de proteínas de alta calidad, esenciales para el crecimiento, la reparación de tejidos y el funcionamiento adecuado del sistema inmunológico.
- Buena fuente de calcio: Contiene altos niveles de calcio, que es crucial para la salud ósea y dental, así como para la función muscular y nerviosa. Consumir suficiente calcio puede ayudar a prevenir enfermedades como la osteoporosis.
- Vitaminas y minerales: El queso azul es una fuente rica en vitaminas y minerales, incluyendo vitamina A (importante para la visión y el sistema inmunológico), vitamina B12 (esencial para la producción de glóbulos rojos y el mantenimiento del sistema nervioso), fósforo (importante para la formación de huesos y dientes) y zinc (vital para la función del sistema inmunológico).
- Grasas saludables: A pesar de ser un alimento graso, el queso azul contiene ácidos grasos saludables que pueden contribuir a la salud cardiovascular cuando se consumen con moderación.
- Probióticos: Algunos tipos de queso azul contienen cultivos vivos de bacterias beneficiosas que pueden actuar como probióticos, promoviendo una flora intestinal saludable y mejorando la digestión.
- Propiedades antioxidantes: La presencia de compuestos antioxidantes en el queso azul puede ayudar a combatir el estrés oxidativo en el cuerpo, lo que está relacionado con el envejecimiento y diversas enfermedades crónicas.
- Sabor Umami: El intenso sabor umami del queso azul puede ayudar a aumentar la palatabilidad de las comidas, lo que puede ser beneficioso para personas con falta de apetito o que necesitan aumentar su ingesta calórica y nutricional.
Es importante tener en cuenta que, aunque el queso azul ofrece estos beneficios, también es alto en grasas y sodio. Por lo tanto, debe consumirse con moderación dentro de una dieta equilibrada. Comer pequeñas porciones a la semana es suficiente para obtener sus propiedades.
Por su parte, personas con condiciones como hipertensión arterial o problemas renales deben consultar a un médico antes de incluirlo regularmente en su dieta.