Tres estrategias para prevenir el mal comportamiento en niños reveladas por especialistas

Establecer límites claros y crear rutinas puede ayudar a un niño a desarrollar habilidades que le permitan gestionar mejor sus emociones

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Estos consejos pueden ayudarte a evitar la mala conducta en niños desde el amor y entendimiento (Pexels)
Estos consejos pueden ayudarte a evitar la mala conducta en niños desde el amor y entendimiento (Pexels)

Berrinches, discusiones con adultos, oposición, desobediencia, irritabilidad, enojo, agresión y resentimiento son algunos ejemplos de mala conducta en niños. Esto puede provocar frustración en los padres, ya que pueden volverse patrones incontrolables.

En México, el 20 por ciento de los niños en edad escolar está en riesgo de sufrir serios problemas de conducta, lo que complica su integración en la vida escolar, familiar, social, además de resultar en un bajo rendimiento académico, de acuerdo con la Gaceta de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Estas tres estrategias pueden ayudar a evitar un mal comportamiento o corregirlo para que el hijo pueda crecer en un entorno saludable que lo enseñe a desarrollar todas sus capacidades.

Prueba estas tres estrategias para evitar mal comportamiento

Crear rutinas claras puede ayudar a los niños y mejorar su comportamiento (Pexels)
Crear rutinas claras puede ayudar a los niños y mejorar su comportamiento (Pexels)

Shannon Mosher, consejera profesional en la página de Good Therapy escribe estos consejos. Este sitio está especializado en temas de salud mental que cuenta con un amplio repertorio de profesionales de salud en Estados Unidos.

Dé opciones a su hijo

Cuando un niño debe hacer alguna tarea, comer o participar en otras actividades, es importante darle opciones para elegir, pues según la especialista es una excelente manera de construir confianza y respeto. La capacidad de tomar sus propias decisiones les da a los niños agencia, algo que siempre buscan desarrollar a medida que crecen.

Para realizar esta tarea de forma efectiva la especialista recomienda:

“Intente no abrumar a su hijo con demasiadas opciones. En su lugar, déle solo dos opciones: “¿Te gustaría lavar los platos o limpiar las encimeras?” Es más probable que los niños acepten una tarea cuando pueden elegir la tarea ellos mismos en lugar de que un figura de autoridad se la imponga”

Los niños cuestionan decisiones o se portan mal cuando prueban límites, por ello es importante ser consistente en comidas, actividades recreativas para prevenir su confusión y frustración, menciona Good Therapy.

Establezca límites claros

Probar límites es una parte natural e importante del desarrollo infantil que contribuye a su independencia. Aunque puede parecer negativo, es esencial para su crecimiento.

Según Shannon, establecer límites claros no eliminará completamente el mal comportamiento, pero puede reducirlo significativamente. Aunque los niños seguirán probando los límites, las consecuencias ayudarán a reforzarlos y a establecer expectativas.

Para ello, la consejera escribe “Enséñeles a expresarse de manera amable y respetuosa. No negocie con su hijo ni permita largas discusiones sobre por qué algo debe hacerse. En su lugar, esboce consecuencias que ellos puedan entender mejor. Sea consistente al establecer límites. Sea claro sobre lo que es no negociable: reglas que deben seguirse, como reglas de seguridad. Cumpla con las consecuencias”

El manual Creciendo Juntos de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México sugiere permitir que los niños participen al establecer reglas y consecuencias.

Llegar a un acuerdo con el niño sobre las consecuencias lógicas de romper una regla le permite sentirse incluido en el proceso y considerar que las consecuencias son justas, no simplemente impuestas por los padres.

El manual también menciona que es importante evitar reglas vagas como “comportarse bien” y cambiarlas por reglas específicas sobre comportamientos como “hablar bajito mientras platico con tu tía”, pues un niño que sabe lo que se espera de él y conoce las razones por las que existen las reglas las respetará.

Cree rutinas matutinas y nocturnas

Establecer hábitos y rutinas puede ayudar a definir roles y responsabilidades de un niño en momentos clave del día. Para ello la consejera recomienda establecer estos hábitos lentamente, enfocándose en solo una parte del día.

El Manual de la Facultad de Psicología de la UNAM sugiere “para no tener que recordarle a cada rato lo que debe hacer y lo haga de manera independiente puede usar una lista de las obligaciones y tareas del niño y colocarla en un lugar visible para él y anímalo a decidir en qué orden hará las cosas”

Aunque las rutinas son importantes y efectivas, está bien que los padres se desvíen de vez en cuando para demostrar flexibilidad, se menciona en el sitio Good Therapy.

¿Qué es la crianza positiva?

Es importante que los padres crien a sus hijos desde el respeto y entendimiento, evitando la violencia (Archivo Infobae)
Es importante que los padres crien a sus hijos desde el respeto y entendimiento, evitando la violencia (Archivo Infobae)

Los padres deben cuidar, proteger, educar y asegurar el desarrollo físico y mental sano de sus hijos. Las habilidades que desarrollen les permitirán enfrentar estas tareas de manera flexible y adaptativa, y obtener los recursos necesarios para abordar estas demandas, según la maestra Laura Amada Hernández Trejo de la Facultad de Psicología de la UNAM en el artículo Educar sin violencia, una estrategia de la parentalidad positiva.

En un país como México, donde 6 de cada 10 niños y niñas de entre 1 y 14 años han sufrido este tipo de castigo es importante promover un cuidado cariñoso y sensible en cada etapa de desarrollo, según la especialista.

Un estudio publicado en Health and Addictions (2017), que incluyó a 466 padres con hijos de entre dos y 12 años de escuelas públicas de educación básica en Ciudad de México, encontró que los problemas severos de comportamiento están vinculados a niveles altos de castigo. Los padres reportaron usar regaños, repetir órdenes, hablar fuerte, gritar, llamar la atención u obligar a los hijos a cumplir lo solicitado.

El castigo corporal también fue un factor relevante: pegarles con la mano, ignorarlos, darles cachetadas, quitarles premios o dinero, enviarlos a su cuarto, o pegarles con el cinturón. Los padres de niños con conducta oposicionista reportaron altos niveles de disciplina inconsistente, donde no se cumplen las amenazas de castigo o los niños logran evitarlo. Además, se asoció la falta de supervisión y monitoreo.

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