El Juzgado Primero de Distrito de Mérida, Yucatán, dio a conocer que se dictó una nueva suspensión definitiva para frenar las obras del Tren Maya, específicamente en el Tramo 5 Sur, el cual viaja de Playa del Carmen a Tulum.
El medio de comunicación El Universal, dio a conocer que el juez encargado, Adrián Fernando Novelo, dio a conocer que el Gobierno Federal, a través de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), Fonatur y las empresas que se encargan de la realización de las obras, no han respetado la autorización de impacto ambiental que la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) emitió en 2022.
Debido a la suspensión, el juez detalló que en caso de que las obras en dicho tramo se continúen realizando se corre el riesgo de que los daños que se lleguen a efectuar podrían ser irreparables.
El juez sentenció que no es suficiente con que una obra sea autorizada, pues lo importante es que se cumpla con todo lo establecido, como las condicionantes, restricciones y prohibiciones que se estipulan por la autoridad competente, las cuales, de acuerdo con la Semarnat, no han sido respetadas.
Es importante destacar que el Tramo 5 Sur del Tren Maya se extiende desde Playa del Carmen hasta Tulum, en el estado de Quintana Roo. Este tramo es decisivo porque atraviesa uno de los destinos turísticos más visitados del país, la Riviera Maya, conocida por sus playas paradisíacas, sitios arqueológicos mayas y parques naturales.
Profepa confirmó los daños ambientales en el lugar
La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) compartió el informe con número PFPA/ 4.1/ 8c.17 .3/ 0146/ 2024 en el que se da a conocer sobre el incumplimiento de lo establecido en torno al impacto ambiental.
Es importante señalar que el informe fue redactado a partir del recorrido que la dependencia llevó a cabo del 19 de febrero al 5 de marzo de 2024, debido a los reportes que realizaron diversos ambientalistas acerca del derrame de cemento en cavernas del lugar.
Entre lo que encontró la Profepa durante su recorrido se encuentran camiones revolvedores llevando a cabo el lavado de la olla revolvedora en lugares que se habían determinado como “no autorizados”, lo cual ocurrió en las cavernas Garra de Jaguar, X´tun, Oppenheimer y Ocho Balas.
El cemento que se derramó terminó por solidificarse en el espacio seco; sin embargo, cayó en el cuerpo de agua que se encontraba al interior en las cavernas afectadas.
Otras de las irregularidades que se presentaron en el lugar son: el colapso del techo de un cenote que no cuenta con nombre, la modificación de la topoforma de las cavernas a causa de las perforaciones del material pétreo para la construcción de pilotes, además de la extracción de agua sin tener un permiso para hacerlo.