María Asunción Aramburuzabala, la mujer más rica de México, cree que los mexicanos son emprendedores por naturaleza. Así lo declaró en una entrevista que tuvo con el conferencista y asesor de negocios Oswaldo Oso Trava, el pasado mes de marzo.
Ante la pregunta de cuál es el rol de una empresa familiar en una economía como la mexicana, María Asunción Aramburuzabala, quien es conocida como Mariasún entre sus familiares y amigos cercanos, y quien cuenta con una fortuna valuada por Forbes de USD 6 mil 300 millones, dijo que es importante destacar que la empresa familiar tiene una importancia vital para el país, esto porque el 85% de las empresas son familiares, mismas que generan el 90% del Producto Interno Bruto (PIB), lo que, dijo, es un número “que te vuela”.
“Creo que eso, la importancia, es que habla de que los mexicanos somos emprendedores por naturaleza, somos el quinto país que tiene más empresas familiares en el mundo, el primero es Estados Unidos, nosotros somos el quinto, entonces, cuando pensamos en empresa familiar, muchas veces pensamos en la pequeña, quizás en la mediana empresa, pero no es eso tan cierto, porque la realidad es que hay un abanico de empresas y esas empresas pueden ser desde la pequeña miscelánea, la panadería también, hay grandes empresas, está Grupo Bimbo, Grupo Carso, Soriana, FEMSA, Cemex”, señaló la empresaria.
Dijo creer que como mexicanos, es “padre” pensar que hay estas grandes empresas familiares que no solo han sido exitosas en el país, sino que han sido muy exitosas y compiten con grandes conglomerados globales y lo hacen muy bien. “Creo que la lección de esto es que los mexicanos somos empresarios y la empresa familiar en México, de verdad ha triunfado”.
Complicaciones de la empresa familiar
Sin embargo, la empresaria también habló sobre las complicaciones que tiene la empresa familiar. Dijo que no tiene las complicaciones que tiene una empresa normal, pues tiene la complejidad de la familia. “Para eso creo que tenemos que entender que la empresa familiar tiene al fundador, que a lo mejor es el accionista y también es el que la opera, pero luego también el fundador muere y llegan los hijos, y a veces en ese relevo generacional hay unos que participan en la empresa, hay otros que no, o todos participan, o ninguno participa, y ya luego viene la tercera generación donde hasta los nietos están metidos en eso”.
Señaló que, muchas veces, las familias se vuelven un “circo de tres pistas, donde está el domador de leones, donde está el cirquero, el que da las piruetas, y hay muchos problemas que se vuelven ya de los accionistas de la familia”.
Señaló que eso complica mucho a la empresa familiar en el sentido de que en una segunda o tercera generación hay algunos miembros de la familia que están operando y otros que no, y esto provoca que, en ocasiones, los derechos de todos los accionistas no se respetan de la misma manera. “No se les da acceso a la información de una manera simétrica, no hay equidad, hay muchos problemas que pueden venir desde las envidias de chiquito, de: este me quitó la paleta y ahora me las va a pagar todas juntas, entonces hay muchas cosas realmente que juegan del lado del accionariado, que complican muchísimo las operaciones de la empresa y creo que esa parte es la que se vuelve muy difícil”.
Aseguró que el 65% de las empresas familiares mueres antes que el fundador, 30% sobreviven la 2da generación, y únicamente 10% sobrevive a la 3ra generación. “Creo que la verdad ahí, el problema grave, es que ese ámbito muchas veces familiar, se vuelve muy complicado y tremendamente desordenado, y crea complejidades de operación mayores a las que de por sí ya tiene la empresa”, concluye el tema.