Así es la ‘ordeña’ de Los Chapitos en las máquinas tragamonedas de Sinaloa, según José Luis Montenegro

El negocio fue implementado por ‘El Mini Lic’ en Sinaloa, pero los hijos de ‘El Chapo’ Guzmán han asumido el control bajo sus propios términos

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Los Chapitos es una de
Los Chapitos es una de las facciones del Cártel de Sinaloa que es encabezada por los hijos de 'El Chapo' Guzmán (Crédito: Infobae México | Jovani Pérez)

El pasado mes de marzo, el periodista José Luis Montenegro publicó su más reciente libro titulado Los Chapitos: radiografía criminal de los herederos del Cártel de Sinaloa bajo la editorial Aguilar. En esa investigación, el autor explica la manera en que los hijos de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán han asumido el liderazgo en una de las facciones de la organización, gracias al lugar que dejó su padre tras su última captura en 2016.

En entrevista para Infobae México, Montenegro dio detalles sobre uno de los negocios más redituables de Los Chapitos que han implementado en el estado de Sinaloa, el cual consiste en “ordeñar” los negocios de máquinas tragamonedas que se encuentran en tiendas y establecimientos.

El escritor especializado en temas de seguridad reconoció que el más rentable y, por ende, el principal negocio ilícito de Los Chapitos es el tráfico de fentanilo. La razón tiene que ver con la facilidad de producir el opioide sintético en laboratorios clandestinos instalados en la sierra de Sinaloa y con el modo en que se trafica a Estados Unidos (EEUU).

A diferencia de otras drogas como la marihuana o la cocaína, el fentanilo es más fácil de transportar debido a su tamaño, ya que la droga aparenta ser un analgésico regular. Por ello, incluso se pueden ocultar cientos de pastillas del opioide “entre la suela de un zapato” que, en caso de ser distribuidas en EEUU, pueden valer cientos de miles de dólares, apuntó Montenegro.

Los negocios que tiene máquinas
Los negocios que tiene máquinas tragamonedas en Sinaloa son sometidos a un cobro de piso por Los Chapitos (Foto: FGJEM)

Pero así como hay negocios que son administrados a nivel internacional, también hay otros que se manejan a un nivel más local, como es la “ordeña” (palabra usada por el autor) de las máquinas tragamonedas en Sinaloa.

Este acto delictivo tiene que ver principalmente con el cobro de piso. El periodista explicó que los establecimientos donde hay este tipo de minicasinos son “regulados” por la facción de Los Chapitos, actualmente liderada por Iván Archivaldo, Jesús Alfredo y Joaquín Guzmán. Cabe mencionar que Ovidio, otro de sus cabecillas, fue extraditado a EEUU en septiembre de 2023.

Este tipo de negocio fue implementado en un principio por Dámaso López Serrano, alias ‘El Mini Lic’ , un exmiembro del Cártel de Sinaloa que se entregó a las autoridades estadounidenses en julio de 2017. Ahora, Los Chapitos lo adoptaron y lo han renovado en sus propios términos.

“Los negocios del Mini eran diversos. Hasta antes de su entrega a las autoridades de Estados Unidos, el narcotraficante controlaba las operaciones de las máquinas tragamonedas, según extrabajadores de Los Dámasos que decidieron colaborar para esta investigación”, apunta Montenegro en el libro referido.

El periodista José Luis Montenegro
El periodista José Luis Montenegro explicó que Los Chapitos adoptaron el cobro de cuotas de las máquinas tragamonedas en Sinaloa (Foto: EFE/ Mario Guzmán)

Para ello, ‘El Mini Lic’ recibía apoyo de la Policía estatal de Sinaloa. Su modus operandi consistía en recorrer los municipios para identificar los establecimientos que tuvieran este tipo de “minicasinos”, a los que les exigían una especie de cuota para poder operar.

Cada semana, la policía estatal recolectaba las monedas de las máquinas y cobraba el pago correspondiente de su operación; a cambio, les otorgaban una “mínima” ganancia a los dueños de las tiendas y establecimientos donde se encontraban los aparatos.

Tras la entrega de ‘El Mini Lic’, Los Chapitos adoptaron este negocio y siguieron con el cobro de piso, aunque su modo de operar es un tanto diferente. Según las explicaciones que Montenegro dio a este medio, los negocios que tienen máquinas tragamonedas en Sinaloa son regulados por los hijos de ‘El Chapo’ Guzmán, como si se tratara de funciones similares a las que realizan organismos de la Secretaría de Economía.

Para ello, Los Chapitos tienen a un grupo que se encarga de realizar estos actos de extorsión. Para identificar cuáles son los establecimientos que sí cumplen con su pago de cuotas y, por ende, están regulados por esta facción del Cártel de Sinaloa, los cobradores suelen colocar una calcomanía con la figura de un ratón, la cual alude al apodo por el que también es conocido Ovidio Guzmán.

Las maquinas tragamonedas son un
Las maquinas tragamonedas son un negocio que es controlado, en su mayoría, por la delincuencia organizada, según la Dirección General de Juegos y Sorteos (Fotoarte: Infobae)

Con ese distintivo, los inspectores al servicio de Los Chapitos tienen una mayor administración de los negocios que operan máquinas tragamonedas. En caso de que los dueños de los establecimientos no cumplan con la cuota exigida, pueden ser sometidos a agresiones físicas como mensaje de advertencia.

Hasta el 2015, Sinaloa era la entidad con más minicasinos puestos a disposición del Ministerio Público, con 3 mil 180 máquinas, según cifras de la Dirección de Juegos y Sorteos. Este órgano ha publicado informes sobre la incidencia del crimen organizado en estos aparatos, por lo que advierte que deben ser regulados por la Secretaría de Gobernación.

“Las máquinas tragamonedas prohibidas por la ley son una fuente de corrupción de menores, su uso no es un juego, es una adicción que abre la puerta la delincuencia. Tenemos información de que detrás del uso e instalación de este tipo de máquinas existe una amplia red de delincuencia organizada”, se lee en un informe de la Dirección de Juegos y Sorteos.

En México existen otros grupos delictivos, además de Los Chapitos, que se se encargan de manejar este tipo de máquinas cuyo valor oscila entre los 15 mil y 38 mil pesos. Los Viagras son uno de ellos. Esta agrupación controla los minicasinos que se encuentran en diversos municipios del estado de Michoacán, como Buenavista Tomatlán, Santa Ana Amatlán y Pizándaro.

Según informes de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) estatal, estas máquinas pueden generar ganancias de hasta dos millones de pesos al mes para el crimen organizado.

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