La amaurosis es una inusual condición caracterizada por la pérdida total o parcial de la visión que no está asociada a aparentes cambios estructurales en el ojo.
El nivel de afectación que causa es variable, pues algunas personas la experimentan como una ceguera parcial e intermitente, lo que significa que dejan de ver por un momento y luego recuperan la vista. En otros casos la pérdida de visión repentina es total y afecta ambos ojos.
A la pérdida momentánea de la visión se le conoce como amaurosis fugaz, ya que dura desde unos segundos hasta varios minutos y se resuelve por sí sola, pero que aún así requiere valoración médica inmediata.
En algunos casos, la amaurosis puede presentar síntomas previos a la pérdida de visión, como destellos de luz, visión borrosa, campo visual reducido, dolores de cabeza, mareos o sensación de presión en los ojos. Pero también puede ser repentino.
No se trata de una enfermedad como tal, sino de un síntoma asociado padecimientos con origen en el nervio óptico, la retina o el cerebro.
Estas son algunas de las posibles causas de amaurosis
Las causas de la amaurosis depeden de la variante de esta condición de la que se trate. En el caso de la amaurosis fugaz, se debe a una falta temporal de flujo sanguíneo hacia la retina, lo que provoca una pérdida repentina y breve de la visión en uno o ambos ojos.
Las causas comunes de estra interrupción en el flujo incluyen la presencia de un coágulo o placa que bloquea una arteria retinal, problemas cardiovasculares como la enfermedad carotídea, o trastornos circulatorios.
De acuerdo con el Centro Médico ABC, la amaurisis también puede ocurrir por condiciones médicas como desprendimiento de retina, degeneración macular, retinitis pigmentosa, retinopatía diabética, así como enfermedades degenerativas como el glaucoma.
- Desprendimiento de retina: condición ocular en la que la capa de tejido que se encuentra en la parte posterior del ojo y es responsable de la visión, se separa de su base de soporte.
- Degeneración macular: enfermedad ocular que afecta la mácula, la parte central de la retina que permite ver detalles finos y realizar tareas como leer y reconocer rostros. Puede ocurrir debido al adelgazamiento y deterioro de la mácula o al crecimiento de vasos sanguíneos anormales bajo la mácula.
- Retinitis pigmentosa: degeneración progresiva de la retina, la capa del ojo sensible a la luz.
- Retinopatía diabética: complicación de la diabetes que afecta los vasos sanguíneos de la retina. Esta condición puede desarrollarse en personas con diabetes tipo 1 o tipo 2 y suele progresar a lo largo del tiempo.
- Glaucoma: grupo de enfermedades oculares que dañan el nervio óptico, vital para la visión, y que suelen estar relacionadas con el aumento de la presión intraocular.
Mientras que en el caso de la amaurosis congénita de Leber, las causas son genéticas y se puede presentar desde temprana edad, incluso desde los primeros meses de vida.
Tratamiento para la amaurosis
De acuerdo con información del Centro Médico ABC, el manejo de la amaurosis incluye distintos tratamientos, desde medicamentos hasta procedimientos quirúrgicos y terapias láser.
En muchos casos, se pueden requerir inyecciones intravítreas para tratar esta condición. Además, para aquellos pacientes cuya pérdida de visión no se puede revertir completamente, la rehabilitación visual se convierte en una parte esencial del tratamiento