Como parte de las investigaciones derivadas de una explosión en el zócalo de Acapulco que dejó nueve personas lesionadas, la Fiscalía General del Estado (FGE) de Guerrero descartó que el incidente fuera provocado por algún dispositivo, como plantearon las versiones preliminares.
Según la dependencia estatal, el estallido no habría sido provocado por una bomba o algún artefacto de fabricación casera, sino por la supuesta acumulación de combustible.
“De acuerdo a los indicios localizados en el lugar de intervención y tomando en cuenta las características que presentan, se determinó la existencia de combustible (gasolina), lo que produjo un flamazo, no existiendo indicios de un artefacto explosivo”, explicó la corporación mediante un comunicado.
Esta fue la conclusión a la que apuntaron las labores de agentes de la Policía Investigadora Ministerial (PIM) y peritos especializados de los Servicios Periciales, quienes acudieron al lugar de los hechos para el levantamiento de indicios.
Los reportes disponibles detallan que fue alrededor de las 19:00 horas del pasado 9 de junio cuando los asistentes al espectáculo en la plaza Juan N. Álvarez fueron sorprendidos por una fuerte detonación.
El cuerpo municipal de Bomberos se trasladó al lugar referido junto con elementos de la Policía Turística y la Guardia Nacional. En el pavimento quedaron varias manchas de sangre, mientras que las personas heridas esperaron el arribo de los servicios de emergencia.
Dentro de las víctimas de la explosión se encontraba una bebé y una mujer identificada como Flor “N”, quien presentaba quemaduras de primer grado en la zona lumbar. Las y los lesionados fueron trasladados a la clínica 9 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) para recibir atención médica.
Versiones extraoficiales, construidas a partir de testigos que estaban en la plaza al momento de los hechos, apuntaban a dos posibles causas de la explosión.
La primera narrativa sugería la participación de un sujeto anónimo quien, a bordo de una motocicleta, habría llegado al zócalo para arrojar un explosivo casero en una de las jardineras. La segunda planteaba que el supuesto artefacto habría sido lanzado desde un dron, lo que hizo recordar los ataques que han perpetrado cárteles como La Familia Michoacana y Los Tlacos en la sierra de Guerrero.
No obstante, la Fiscalía refutó ambas suposiciones y, ante los más recientes dictámenes periciales, se desconoce el destino que tendrá la carpeta de investigación que abrió la institución por el delito de lesiones. En un primer pronunciamiento, la corporación que encabeza Zipacná Jesús Torres Ojeda anunció que se encargaría de buscar a “quien o quienes resulten responsables” de estos hechos.
La noche del 6 de septiembre de 2023 ocurrió un suceso similar, ya que los asistentes a un show de payasos en el zócalo de Acapulco se alertaron por la explosión de una bomba casera arrojada por un par de sujetos.
A pesar de que se difundieron imágenes de los desechos del artefacto que habría provocado el estallido, la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) de Guerrero informó en ese entonces que todo se habría derivado de un “corto circuito”.