A tres años de la desaparición y asesinato de los hermanos González Moreno, la Fiscalía General del Estado de Jalisco informó que, en conjunto con su homóloga de Nayarit, capturaron a una mujer por su probable participación en una de las masacres que conmocionó a nivel nacional en el 2021.
A través de un comunicado, la institución dio a conocer que la detenida, identificada como María del Rosario C., es acusada de desaparición cometida por particulares, homicidio calificado, feminicidio y tortura en agravio de los hermanos Luis Ángel, José Alberto y Ana Karen González Moreno.
En mayo de 2021, un comando armado irrumpió en la casa de los hermanos, ubicada en la colonia San Andrés, Guadalajara, y los privó de su libertad. Posteriormente, fueron trasladados a la colonia Monumental, donde fueron torturados y asesinados. Sus cuerpos fueron hallados días después en el kilómetro 27 de la Carretera a Colotlán, en la comunidad El Pueblito, municipio de San Cristóbal de la Barranca.
La Fiscalía identificó a María del Rosario C. como probable partícipe, y tras confirmar su paradero en Nayarit, solicitó la colaboración de las autoridades de aquella entidad, logrando su captura y su traslado a Jalisco para ser puesta a disposición judicial.
En el 2022 fue capturado otro sospechoso identificado como Felipe Oswaldo L., de 28 años, también acusado por los delitos de feminicidio, homicidio calificado, tortura y desaparición cometida por particulares.
¿Cómo fue el crimen?
La noche del 7 de mayo de 2021 la colonia San Andrés en Guadalajara se convirtió en el escenario de un trágico y brutal crimen que conmocionó a Jalisco y a todo México.
Ana Karen (24 años), José Alberto (29 años) y Luis Ángel González Moreno (32 años) se encontraban en su hogar cuando un comando de al menos ocho presuntos integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), privaron de su libertad a los tres hermanos.
Según las investigaciones, los agresores sometieron a los tres hermanos y los trasladaron a un lugar desconocido. La violencia con la que actuaron los secuestradores fue evidente desde el primer momento, causando destrozos en la vivienda, incluyendo la destrucción de la computadora de José Alberto, quien era estudiante de Geografía en la Universidad de Guadalajara.
Después de su secuestro, Ana Karen, José Alberto y Luis Ángel fueron llevados a una casa de seguridad ubicada en la colonia Monumental. En este lugar, los hermanos fueron sometidos a torturas antes de ser asesinados. La crudeza del ataque fue una clara muestra del violento modus operandi del crimen organizado en la región.
Dos días después del secuestro, el 9 de mayo de 2021, los cuerpos sin vida de los hermanos González Moreno fueron encontrados en el kilómetro 27 de la Carretera a Colotlán, cerca de la comunidad El Pueblito en el municipio de San Cristóbal de la Barranca.
Junto a los cuerpos, las autoridades encontraron una lona con un mensaje que parecía dirigido al gobierno. Este narcomensaje indicaba una advertencia clara: actos violentos como estos continuarían si se seguían enviando elementos de seguridad encubiertos. El contenido del mensaje sugería un intento por parte del CJNG de intimidar tanto a las autoridades como a la población civil, buscando evitar operaciones encubiertas por parte del gobierno.
Una de las hipótesis que surgieron durante la investigación fue la posibilidad de que los hermanos González Moreno hubieran sido confundidos con algún objetivo específico del grupo criminal. Esta teoría cobra fuerza al considerar que la misma noche del secuestro de los hermanos, se registró un ataque contra un convoy de la Fiscalía General de la República (FGR) en Tlaquepaque, cerca del domicilio de los jóvenes.
El asesinato de los hermanos González Moreno generó una ola de indignación en la comunidad jalisciense y en particular en la Universidad de Guadalajara, donde José Alberto estudiaba. La comunidad universitaria, junto con familiares y amigos de las víctimas, convocaron a marchas y protestas para exigir justicia y que los responsables fueran castigados.
Cabe apuntar que Jalisco se ha convertido en una de las entidades en el que se reporta un preocupante aumento en las desapariciones de jóvenes, la mayoría de estos casos se concentran en Guadalajara, Tlaquepaque, Tonalá y en los últimos meses Lagos de Moreno.