¿Eres educado al hablar con los demás? Esto es lo que dicen las reglas de etiqueta

El lenguaje moldea nuestras interacciones con las demás personas, y es que podemos conocer tantas cosas a partir de una conversación, desde el uso de las palabras, la velocidad, las expresiones que utiliza, referencias a películas, canciones, anécdotas, reflexiones, entre otras cosas.

Una buena conversación puede ayudarnos a conectar con el otro y hacerlo de una forma educada y respetuosa puede garantizar que tendremos buenas relaciones interpersonales. Las normas de etiqueta moldean el lenguaje para hacer que pueda llevarse a cabo de una forma eficaz.

El Manual de Carreño es considerado como un estandarte en cuanto a buenos modales, aunque fue escrito hace más de 150 años mucho de lo que escribió sigue siendo vigente, importante y necesario para una buena convivencia.

Estas normas de convivencia pueden ayudarnos a ser más considerados con los demás cuando estemos conversando, si notamos que nos queda el saco en alguna de las siguientes reglas de etiqueta nunca es tarde para redireccionar nuestro comportamiento y mejorar como personas.

• Presta atención a la persona que habla y dirige tu vista hacia ella. No hay nada peor que sentir que mientras cuentas algo a una persona y esta se distrae con todo lo que sucede a su alrededor. Esto puede desanimar a la persona de seguir conversando.
• No hagas cosas que distraigan tu atención, como tocar objetos o jugar con niños o animales.
• Muestra interés en la conversación de los demás, incluso si no te sientes naturalmente movido a ello. Escucha con intención de comprender, no sólo de recibir la información pasivamente, pues eso también podría ser señal de que no estás prestando atención al otro.
• Reacciona con naturalidad y sencillez a lo que se te dice. Si alguien te habla de algo que le conmueve muestra compasión, si habla de algo triste reacciona de forma empática
• No interrumpas a la persona que habla, excepto en conversaciones rápidas y animadas. No trates de hacer que la conversación gire alrededor de tus experiencias, las frases “eso me recuerda a”, “a mi también me pasó algo similar” pueden ser una muestra de empatía pero si son utilizadas para interrumpir a alguien pueden parecer egoístas.
• No desmientas a alguien, ya que esto puede herir su carácter moral. Sólo puedes contradecir un relato equivocado si tienes pruebas sólidas y deberás hacerlo de forma respetuosa.
• No distraigas a alguien que se interesa seriamente en el asunto que habla. Desviar la plática haciendo bromas o minimizando el tema puede ser una actitud molesta y de mal gusto.

• No contestes bruscamente a alguien que te habla.

Recuerda que los buenos modales pueden mantenerse en todo momento, incluso si una persona te habla durante un momento tenso o hace un comentario fuera de lugar.

• Si no te gusta el tema que alguien te está hablando, no cambies de tema repentinamente ni uses un pretexto para evitar la conversación. Esto puede verse como un acto mal educado, ya que no se estaría considerando el interés y sentimientos de las otras personas, además, una conversación implica turnos, cambiar un tema repentinamente puede distraer a las personas y hacer que se sientan ignoradas.
• Si alguien dice algo que no es inteligente, no lo ridiculices. Esto puede hacer que la persona se sienta avergonzada, pues un comentario sin tacto puede ser muy cruel y humillante.
• No te rías de alguien que dice algo poco culto involuntariamente. De nuevo, este acto puede hacer sentir mal a la persona, además que puede parecer que se crea que somos superiores o más cultos que los demás.
• No se debe interrumpir una conversación con frases como “sí, sí, señor” o “¿cómo?”, “¿eh?” Esto puede denotar desinterés, incluso hartazgo o fastidio, lo que puede desanimar a la persona de seguir hablando.
• No es correcto usar interjecciones o palabras de admiración o sorpresa frecuentemente. Una persona que es constantemente interrumpida por estas expresiones puede perder la motivación de seguir hablando por la pérdida de continuidad de su conversación, también podría tomarse como un símbolo de desinterés.
• Si en una conversación alguien te hace un cumplido acéptalo con gracia y modestia. Rechazar los halagos puede hacer que la persona se sienta insatisfecha o invalidada.