Las tortas mexicanas, uno de los platillos más icónicos y apreciados en México, han conquistado el paladar de las personas por diversas razones. Su popularidad se debe, en gran medida, a la diversidad de ingredientes y sabores que ofrecen, adaptándose a una amplia gama de gustos y preferencias.
En primer lugar, la versatilidad de las tortas es un factor clave. Se pueden preparar con una gran variedad de ingredientes como carne de res, cerdo, pollo, pescado, embutidos, queso y verduras, permitiendo combinaciones casi infinitas.
cada región de México tiene sus propias versiones, lo que añade al atractivo local y cultural del platillo. Las tortas ahogadas en Jalisco o las guajolotas en la Ciudad de México son ejemplos claros de cómo las tortas pueden variar según la zona.
La accesibilidad es otra razón de su popularidad. Las tortas se pueden encontrar en puestos callejeros, mercados, restaurantes y cafeterías, convirtiéndolas en una opción conveniente para cualquier comida del día. Su precio accesible y la abundancia de ingredientes frescos y de calidad las hacen una opción atractiva para personas de todas las edades y estratos sociales.
Las tortas que unen a la familia
Otro aspecto importante es la tradición culinaria y el afecto cultural asociado con las tortas. Para muchos mexicanos, disfrutar de una torta puede evocar recuerdos de la infancia o momentos especiales con la familia y amigos. Este valor sentimental fortalece su preferencia por este platillo, haciéndolo parte integral de la identidad gastronómica mexicana.
Además, las tortas ofrecen una opción sustanciosa y completa en términos nutricionales. La combinación de proteínas, vegetales y carbohidratos en un solo platillo satisface el apetito y ofrece energía para las actividades diarias.
Es por eso que la creatividad de los cocineros y vendedores ha dado lugar a innovaciones y nuevas versiones de tortas, manteniendo el interés y la emoción por descubrir nuevas combinaciones y sabores.
Esta constante evolución refleja el dinamismo de la cultura culinaria mexicana y su capacidad para reinventarse y adaptarse a los tiempos modernos.
Una rica basurita hecha tortita
La Central de Abasto de la Ciudad de México es conocida por sus tortas “de la basura”, un platillo típico que ha ganado popularidad por su sabor. Estas tortas se llaman así porque están situadas cerca del basurero de la zona de subastas de este importante mercado de abastos.
¿De que están hechas?
El proceso de preparación de estas tortas comienza con un bolillo relleno con una generosa porción de ensalada de atún, al que se le añade una milanesa de pollo frita. Después, se incluye un puré hecho de papas trituradas y picadas, y se culmina con unas rajas con cebolla.
Su peculiar denominación hace referencia a la proximidad del basurero en la Central de Abasto, pero su sabor ha trascendido este aspecto anecdótico.
Este platillo ha sido objeto de reportajes y cobertura por diferentes medios de comunicación que buscan entender por qué, a pesar del nombre inusual, las tortas “de la basura” tienen tantos seguidores.
La clave parece residir en la combinación de ingredientes y el sabor resultante, que algunos describen como una auténtica “joya culinaria”. Las personas que han probado estas tortas a menudo comentan sobre la originalidad de la receta y su inesperado sabor.
La Central de Abasto, ubicada en el oriente de la Ciudad de México, es el mercado mayorista más grande de América Latina y una de las fuentes principales de abastecimiento para la zona metropolitana. Además de productos frescos y alimentos, ofrece una variedad de comidas callejeras que reflejan la rica gastronomía de la capital mexicana.