El 17 de febrero de 2024, un grupo conformado por 12 alpinistas se aventuró en busca de escalar el Pico de Orizaba, objetivo que no lograron concretar después de que una intensa nevada los atrapara, a pesar de que del suceso murieron varios integrantes de la expedición, Andrea Hernández, una de las sobrevivientes compartió detalles de cómo fue vivir difícil experiencia.
A través de su cuenta de TikTok, Andrea Hernández ha estado compartiendo información sobre cómo fue escalar hasta lo más alto de la montaña, las lesiones que sufrió tras lo ocurrido y el proceso de recuperación que ha llevado a casi cinco meses de lo ocurrido.
El inicio del viaje en el Pico de Orizaba
Andrea Hernández documentó en un video cómo fue haber vivido aquella experiencia, en donde destaca que desde meses antes lo había planeado en conjunto con tres amigos.
La idea inicial que se tenía pactada era ir los días viernes, sábado y domingo, subir Sierra Negra para aclimatarse, posteriormente bajar para subir a Fausto González. El viernes, el itinerario ocurrió como se esperaba, ya que consiguieron subir a Sierra Negra para ver de frente al Pico de Orizaba.
Antes de iniciar la travesía al Pico de Orizaba, Andrea comentó que revisaron las condiciones climatológicas, en donde advirtieron que ocurriría una nevada, pero no se alarmaron porque marcaba que estaría en lo que son considerados los parámetros normales.
“Todos subimos con una muy buena condición, el cansancio normal de la inclinación de la montaña. Estábamos contentos, tomando fotografías, videos y echándonos ánimos. La verdad es que fue una subida, yo diría perfecta”, aseguró Andrea.
La tormenta complicó la aventura
Andrea anotó que los problemas iniciaron una vez que se encontraban en la cumbre, pues recuerda haber sido la última en llegar cuando en un plazo de pocos minutos, la tormenta se desató.
La tormenta se desató y el grupo de alpinistas decidió ocultarse detrás de una pared de piedra, instantes en donde cada uno sintió terror al pensar en la idea de no poder bajar; sin embargo, Andrea recuerda que entre ellos se animaban a pensar que todo iba a estar bien.
“Había mucha incertidumbre, el aire estaba demasiado frío. El miedo era quedar con hipotermia todos los que estábamos ahí y cuando se dio la oportunidad de bajar, porque bajó un poquito el viento, nos juntamos y fue cuando empezamos a bajar”, anotó Andrea.
Andrea vivió momentos de terror cuando de un momento a otro perdió a sus compañeros, intentó gritarles pero todo lo que decía era absorbido por la tormenta, lo que provocó que ella se sintiera frustrada por lo que estaba atravesando.
La joven decidió comenzar a bajar, guiándose por la inclinación de la montaña, pero llegó un punto en el que tomó una roca y cavó un hoyo para poder resguardarse. Cabe mencionar que para este punto Andrea ya había perdido uno de sus guantes, pero en pocos minutos perdió el segundo.
“Yo sentía que necesitaba seguir, si me quedaba ahí si podía sufrir una hipotermia, pensaba en algún momento que si no continuaba pues iba a morir, entonces continue”.
Para ese momento Andrea ya sentía dañados sus ojos a causa del frío de la tormenta, sus manos y pies ya se estaban congelando, así que continuó bajando hasta el punto en el que ya no pudo bajar más, por lo que hizo otro hoyo en la nieve, en donde se quedó dormida por el cansancio.
El rescate de Andrea
Cuando Andrea despertó se dio cuenta de que ya era un nuevo día, sacó su celular para llamar al 911, pero el equipo de emergencias solicitaba la ubicación, algo que se le dificultó a la joven a consecuencia de sus manos congeladas.
Debido a lo ocurrido, decidió seguir hacia adelante hasta que llegó nuevamente a otra piedra de gran tamaño, en donde se resguardo, pero comenzó a escuchar algunos ruidos y se trataba de la presencia de la Cruz Roja y Protección al Pino, quienes se encargaron de llevar a Andrea al refugio.
La joven recuerda con tristeza la muerte de sus tres compañeros, de quienes explicó que “ha sido en lo emocional algo muy difícil en ir sanando, hay días en donde la resignación llega, pero otras veces es cuestión de momentos en los que llega la nostalgía”.
Las secuelas y lesiones de lo ocurrido en el Pico de Orizaba
Debido a la exposición que Andrea tuvo con las bajas temperaturas, tuvo lesiones en los pies, manos, córneas y diversos golpes en el cuerpo.
Las principales complicaciones a las que se ha tenido que enfrentar Andrea son en sus manos, ya que perdió sus dedos y reveló que algunos doctores le advirtieron que podía llegar a perder las manos y parte de los dedos de sus pies, pero debido a la intervención de especialistas se concretó que sus pies estuvieran bien y que se iniciara con la reconstrucción de sus manos.