Clausuran cafetería en la que vendieron presunto frappé adulterado a estudiante de la UNAM

El establecimiento “La Cova” fue suspendido por la Agencia de Protección Sanitaria del Gobierno de la Ciudad de México

Guardar
Cafetería fue cerrada por denuncias de venta de bebidas adulteradas (Foto: X/@PCUNAM)
Cafetería fue cerrada por denuncias de venta de bebidas adulteradas (Foto: X/@PCUNAM)

Luego de que una estudiante de la Universidad de Nacional Autónoma de México (UNAM) denunció que el frappé que compró en una cafetería estaba adulterado, la institución educativa anunció la clausura del negocio.

El cierre del local, llamado “La Cova”, fue resultado del reporte que hizo la Dirección General de Análisis, Protección y Seguridad Universitaria ante la Agencia de Protección Sanitaria del Gobierno de la Ciudad de México.

La UNAM adelantó que, además de reportar el establecimiento ante las autoridades sanitarias, tomará acciones legales.

Alumna UNAM relata su experiencia con frappé adulterado

La estudiante que reveló las irregularidades en “La Cova” compartió su experiencia en un grupo de Facebook llamado “Ventas CU Sin Censura”. En su publicación, aseguró que en la clínica en la que recibió atención médica determinaron que su frappé estaba adulterado con ketamina de uso veterinario.

Estudiante de la UNAM consumió frappé supuestamente adulterado con ketamina (Foto: especial)
Estudiante de la UNAM consumió frappé supuestamente adulterado con ketamina (Foto: especial)

Relató que el comportamiento de quien la atendió en la cafetería, ubicada frente a la calle Medicina, fue extraño. Sin embargo, en su momento no le dio importancia.

“Me insistió en que me quedara en el local para tomármelo, no acepté porque iba con prisa, pero incluso me preguntó por mis horarios y cosas similares. No respondí pero él me seguía insistiendo en que me quedara”, explicó.

Denunció que en el trayecto al campus en el que estudia comenzó a tener síntomas como mareo y pérdida de fuerza en la manos. Mientras estaba en clase aparecieron nuevos signos: adormecimiento de la mitad del cuerpo y dificultad para respirar.

Contó que cuando quiso entrar a la estación del Metro Copilco para regresar a su casa descubrió que el hombre que le vendió el frappé estaba ahí, por lo que optó por ir hacia la estación Universidad. En el camino, perdió el conocimiento por un periodo que calcula fue de 10 minutos al menos.

Comunicado de la UNAM tras cierre de cafetería (Foto: UNAM)
Comunicado de la UNAM tras cierre de cafetería (Foto: UNAM)

“Al final vinieron por mí y me llevaron a una clínica, el resultado final fue que me había puesto ketamina de uso veterinario y hasta hoy sigo con secuelas de la dosis”, dijo.

Su denuncia rápidamente captó la atención de otras alumnas de la UNAM, algunas de las cuales aseguraron haber tenido también mals experiencias en “La Cova”.

“Me pasó lo mismo, pero no le di la importancia. Compré una frappé ahí, pasando aproximadamente 20 min cuando ya iba en el Metro me empecé a sentir muy mal, mareada, con taquicardia y ansiedad, por lo cual lo dejé pasar y traté de calmarme. Llegando al lugar de mi destino sentí que no podía respirar, se me durmieron las manos y el dolor de cabeza era terrible, por lo que fueron por mí y me desamayé”, fue uno de los reportes.

Una mujer más compartió que fue víctima de acoso por parte del hombre que atendía la cafetería. En su comentario señaló: “A mí me acosó por casi un semestre entero, me obligó a pagarle cuando era él que me decía que me ´invitaba´ los cafés y al final del semestre me cobró 2K. Me buscaba en el Metro, me mandaba mensajes muy obscenos”.

¿Qué es la ketamina de uso veterinario?

La ketamina de uso veterinario es un anestésico disociativo utilizado para inducir y mantener la anestesia en animales. Se administra comúnmente en procedimientos quirúrgicos y diagnósticos debido a su capacidad para proporcionar sedación, analgesia y amnesia sin comprometer gravemente la función cardiovascular.

Su consumo por parte de una persona puede tener graves consecuencias para la salud. Los efectos incluyen alucinaciones, desorientación, taquicardia, hipertensión y pérdida del sentido de la realidad. En casos severos, puede llevar a una sobredosis que cause depresión respiratoria, convulsiones y coma.

Además, su uso puede resultar en dependencia y daño psicológico.

Guardar