Acaban de pasar las elecciones más grandes en la historia de México. En esta, como en otras elecciones pasadas, hay algunas frases que dicen los políticos y la ciudadanía que resultan ser falsas. Así lo asegura el periodista Carlos Loret de Mola en su columna Historias de reportero de este miércoles, titulada Pistas falsas.
En ella, Loret asegura que el autoengaño alcanzó niveles récord en la más reciente elección federal en México. Dice que no es la primera vez que sucede, y como periodista le toca interactuar con figuras de todos los partidos políticos y escuchar sus visiones y pronósticos. Explica que desde que llegó la ola obradorista a arrasar en las elecciones, detectó una serie de frases que se repiten y que son falsas.
“Una danza de autoengaños que circula desde 2018 cuando arrolló López Obrador, se repitió en muchas elecciones para gobernador que ganó Morena y que siguió viva en la elección presidencial que acaba de concluir. Pistas falsas. Wishful thinking”.
Según Loret, son estas:
1.- “Qué buenos eventos de campaña estamos teniendo”. Sobre esta frase, Loret de Mola señala que los partidos saben organizar actos de campaña, llenarlos y mostrarlos lucidores, pues eso no se les ha olvidado. Y como les salen bien y hay porras y vitores, lo toman como que tienen respaldo ciudadano masivo, sin embargo, el padrón electoral está conformado por decenas de millones de personas y los que van a los mítines son cuando mucho, algunos miles. Esto también aplica para marchas, manifestaciones, concentraciones, filas tempraneras en las casillas, y quienes piensan que llenar el Zócalo es arrasar en una elección.
2.- “Veo a la gente, veo a la militancia más entusiasmada que nunca”. Esta frase también es conocida como ceguera de campaña, asegura el periodista. Dice que consiste en sólo fijarse en los que están alrededor y deducir que así es la generalidad. “Es un mal termómetro”, asegura.
3.- “¡Ve las redes, mucho apoyo!”. Es este punto, Loret recuerda que existen estrategias de redes sociales, bots y algoritmos diseñados para justamente hacer ver eso, para promover conversación y crear tendencias artificiales. Señala que lo peor es cuando los cuartos de guerra de los candidatos los echan a andar y luego ellos mismos se los terminan creyendo.
4.- “No me cuadran las encuestas, están mal”. En esta parte, explica el comunicador, las encuestas de vivienda presentadas durante toda la campaña, marcaron dos cosas: una gran ventaja a favor de Sheinbaum y una contienda que no se movía en las preferencias electorales. Esa era la realidad pero en muchos cuartos de guerra no les creyeron. “Y muchos encuestadores se dejaron influenciar por este ánimo artificial, y ajustaron –“modelaron”– sus datos porque sintieron que estaba más cerrada de lo que les decían sus propios números. Se terminaron arrepintiendo. Sí fue una paliza”.
5.- “Fue fraude, hay algo raro”. En este punto, Loret de Mola señala que un puñado de casillas con datos contradictorios cuando se instalaron 170 mil, no cambiarán los resultados. Recuerda que ese es el discurso de AMLO en el 2006, sin embargo, en esa ocasión él estaba abajo solamente por 0.5% y no por 31%.
“Que no se autoengañen. Hoy ni la próxima campaña”, concuye.