Muchas veces, a pesar de hacer dieta y ejercicio, es probable que tengamos problemas para perder peso de la misma manera que otras personas y esto puede deberse a la acción de las hormonas.
Y es que como sabemos, las hormonas son mensajeros químicos del cuerpo, que participan en la regulación de una gran cantidad de funciones, sobre todo en las mujeres, razón por la cual estas tienen un impacto en nuestra salud general.
Es así que existe una que puede tener gran influencia en nuestro peso, la cual recibe el nombre de leptina y es una hormona producida principalmente por el tejido adiposo (grasas) del cuerpo. Su función principal es regular el apetito y el equilibrio energético. En este sentido, un desbalance en esta hormona podría provocarnos problemas para bajar de peso.
Por qué la leptina es importante para bajar de peso
La razón de que la leptina sea tan importante en el tema del peso corporal, es debido a que desempeña varios roles cruciales en la regulación del apetito y el metabolismo. Cómo mencionamos antes es producida principalmente por el tejido adiposo y envía señales al hipotálamo, una región del cerebro que regula el hambre y el gasto energético.
Cuando los niveles de grasa en el cuerpo aumentan, la leptina se libera en mayores cantidades en el torrente sanguíneo, indicando al cerebro que el cuerpo tiene suficientes reservas de energía, lo que reduce el apetito y aumenta la sensación de saciedad.
Además de su efecto en la disminución del apetito, la leptina también promueve el aumento del gasto energético. Esto se logra activando procesos metabólicos que queman calorías más eficientemente.
Por lo tanto, al reducir la ingesta de alimentos y aumentar el consumo de energía, la leptina contribuye a la pérdida de peso.
Sin embargo, en individuos con obesidad, se puede desarrollar resistencia a la leptina. Esto significa que, a pesar de los altos niveles de leptina en el cuerpo, las señales que debería enviar al cerebro no son efectivas, lo que resulta en un apetito desregulado y dificultades para perder peso.
La investigación sobre cómo superar esta resistencia a la leptina es un campo activo en el estudio de tratamientos para la obesidad y la pérdida de peso.
Cómo estimular la leptina para que actué de manera eficiente
A pesar de que aún se buscan formas más efectivas de estimular la leptina, algunas de las medidas recomendadas suelen ser las siguientes:
- Mantener un peso saludable: El exceso de peso puede causar resistencia a la leptina, dificultando su efectividad.
- Alimentación balanceada: Consumir alimentos ricos en fibra, proteínas magras y grasas saludables ayuda a regular los niveles de leptina.
- Dormir lo suficiente: La falta de sueño puede reducir la sensibilidad a la leptina, por lo que es importante dormir entre 7 y 9 horas por noche.
- Ejercicio regular: La actividad física mejora la sensibilidad a la leptina y ayuda a mantener un peso saludable.
- Evitar dietas muy restrictivas: Las dietas extremadamente bajas en calorías pueden reducir los niveles de leptina, dificultando su correcto funcionamiento.
- Control del estrés: El estrés prolongado puede afectar negativamente la regulación de la leptina, por lo que es útil practicar técnicas de relajación como la meditación o el yoga.
Adoptar estos hábitos puede contribuir a un funcionamiento óptimo de la leptina, ayudando en la regulación del apetito y el metabolismo.
Cuáles son otras hormonas que influyen en el peso de las personas
Como mencionamos antes, las hormonas pueden tener una importante influencia en la ganancia de peso y entre algunas de las que suelen estar involucradas en este proceso son las siguientes:
- Insulina: Producida por el páncreas, esta hormona regula los niveles de glucosa en sangre. El exceso de insulina, a menudo resultado de una dieta alta en azúcares y carbohidratos refinados, puede promover el almacenamiento de grasa.
- Cortisol: Conocida como la “hormona del estrés”, el cortisol en niveles elevados y crónicos puede aumentar el apetito y favorecer el almacenamiento de grasa, especialmente en la región abdominal.
- Grelina: Esta hormona, producida en el estómago, estimula el apetito. Niveles elevados de grelina pueden aumentar el hambre y la ingesta de alimentos.
- Estrogenos: Desequilibrios en los niveles de estas hormonas, especialmente durante la menopausia, pueden contribuir a la acumulación de grasa, particularmente en la zona abdominal.
Regulando la dieta, reduciendo el estrés, durmiendo adecuadamente y manteniendo un estilo de vida activo se puede influir positivamente en estas hormonas para evitar la ganancia de peso.