En punto de las 18:00 horas del domingo 2 de junio de 2024, las más de 326 mil casillas instaladas en la Ciudad de México para las elecciones cerraron sus puertas. Minutos antes, en el World Trade Center (WTC) comenzó a reunirse la militancia que impulsó la candidatura de Santiago Taboada, quienes acudieron con la expectativa de los resultados y del mensaje que emitiría el exalcalde de Benito Juárez.
Después de los 90 días de campaña electoral, mítines, críticas, debates y polémicas, parte de la militancia del Partido Acción Nacional (PAN), Revolucionario Institucional (PRI) y de la Revolución Democrática (PRD) esperó uno de los momentos más álgidos del proceso electoral, conocer si el proyecto enarbolado por Morena continuaría en la jefatura de gobierno o si la derecha sería capaz de arrebatarle ese bastión por primera vez en 27 años.
Esperanzados en la segunda opción, los invitados aguardaron con paciencia en sus lugares. La blanquitud, reflejada en su máximo esplendor a través prendas con la leyenda “El cambio viene”, casi opacó la presencia de los chalecos marrones de quienes formaron parte de las misiones de observación electoral y, después de un largo día, se dieron cita para escuchar el mensaje.
Uno a uno, los líderes de tres fuerzas políticas mexicanas, cuya alianza se vislumbraba como una incoherencia ideológica hasta hace unos años, así como candidatos a alcaldías y otros liderazgos regionales, fueron apareciendo en el templete. Casi al mismo tiempo, los asistentes se pusieron de pie y los murmullos se convirtieron en gritos de “¡Jefe de gobierno!”, cuando apareció Santiago Taboada.
“Lo prometido es deuda ¡El cambio llegó!”, fue la frase con que el exalcalde de Benito Juárez comenzó su discurso y encendió la ilusión de las personas que lo rodearon. El ánimo se exacerbó cuando citó los resultados de tres encuestas de salida que, según él, le dieron ventaja de cinco unidades sobre Clara Brugada, candidata de “Sigamos Haciendo Historia en la Ciudad de México”.
A pesar de la confianza en sus palabras, como previendo el resultado formalizado por el Instituto Electoral de la Ciudad de México (IECM) horas más tarde, Taboada pidió a los representantes de casilla no abandonar sus labores para “defender el triunfo”.
“Gracias por este gran esfuerzo porque tendremos en la ciudad mayoría en el Congreso, porque tendremos a las alcaldías en este proyecto”, finalizó en medio del júbilo de sus electores.
El siguiente en la lista para tomar el micrófono fue el dirigente nacional del PAN, Marko Cortés, quien con el mismo entusiasmo felicitó a su candidato de la Ciudad de México por el triunfo y anunció la victoria de su coalición en seis de nueve estados de la República Mexicana, previsión que también fue refutada horas más adelante.
Más adelante, con un semblante de desasosiego que no cambió sino hasta que tomó el micrófono, Jesús Zambrano, dirigente nacional del PRD, también dedicó una serie de palabras a Taboada. No obstante, no se aventuró a declarar la victoria de su coalición en otras gubernaturas sino hasta que se formalizara el cierre de las casillas en todo el país.
El último en aparecer con unas palabras fue Alejandro Moreno Cárdenas, dirigente nacional que ha visto a su partido, el PRI, ceder escaños y gubernaturas, de manera que parece irreversible, en las elecciones que ha disputado en los últimos años. Sus palabra fueron muy optimistas, pues además de reiterar las seis victorias de su coalición, vaticinó un futuro de gloria “en la siguiente elección”.
“Hay que defender el voto y es importante que quede claro que vamos a defender esta elección porque el cambio llegó. Si el mensaje es que vamos claro y contundente en seis de nueve arriba, el mensaje es que nos va a ir muy bien en la siguiente elección”, aseguró.
En medio de abrazos, felicitaciones y gritos de “Jefe de gobierno” que no cesaron sino hasta que Taboada desapareció del escenario, los dirigentes del PRI, PAN y PRD anunciaron su retiro para respaldar el mensaje de Xóchitl Gálvez Ruiz, candidata presidencial, minutos más adelante. Fue así que en unos instantes, la jubilosa sala quedó vacía y sus asistentes con la impresión de la victoria de su candidato.
Las horas transcurrieron y, tanto el Instituto Nacional Electoral (INE) como los institutos de cada uno de los estados, comenzaron a emitir los primeros resultados del Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) y de los conteos rápidos. Fue ahí cuando el panorama de la coalición conformada por el PRI, PAN y PRD comenzó a transformarse.
El desolado paisaje de un templete vacío en el Ángel de la Independencia de la capital, donde tanto Santiago Taboada como Xóchitl Gálvez planeaban celebrar la victoria al ritmo de la Sonora Dinamita, fue la primera señal de lo que sería confirmado más adelante.
Tras varias horas de silencio, los asistentes al WTC volvieron a congregarse a la espera de un segundo mensaje de su candidato. Con un gesto de preocupación más que de expectativa, vieron llegar a Santiago Taboada y tomar el micrófono para emitir un mensaje.
“En esta ocasión no nos alcanzó”, fueron las palabras que desataron los reclamos de sus simpatizantes. Más adelante, después de declarar haber dejado “todo en la cancha”, le deseó éxito a Clara Brugada, quien asumirá el cargo de jefa de gobierno el próximo 5 de octubre.
El mensaje no gustó a los asistentes en la sala, quienes alegaron un supuesto fraude en el proceso electoral a pesar de que la diferencia entre Clara Brugada (51.75%) y Santiago Taboada (38.97%) fue de más de 10 puntos, de acuerdo con las cifras del Instituto Electoral de la Ciudad de México (IECM).
A pesar de los reclamos, Santiago Taboada aceptó la virtual victoria de la abanderada por el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Partido del Trabajo (PT) y Partido Verde Ecologista de México (PVEM), y se resignó a la permanencia de la corriente ideológica que llegó al poder capitalino por primera vez de la mano de Claudia Sheinbaum, misma que será confirmada hasta la existencia de resultados oficiales.
Pese a ello, aprovechando las deudas, desencuentros y ausencias que el electorado capitalino ha reclamado a sus gobernantes en los últimos años, el candidato podrá ser recordado como el personaje que más se acercó en las preferencias electorales al partido en el poder por primera vez en 27 años de historia electoral en la capital del país.