Ya sea para alguna celebración, sorprender a las visitas, acompañar con una taza de café o simplemente para degustar algo dulce después de comer, el cheesecake es una excelente opción para tener en el refrigerador; sin embargo, puede que cuando comamos este postre nos sintamos culpables por las calorías que estamos consumiendo.
Esta receta es una versión más saludable que la clásica, ya que no contiene la base de galleta que normalmente es compactada con varias cucharadas de mantequilla, ni la mermelada de fresa o frutos rojos que puede contener una gran cantidad de azúcar.
El ingrediente principal es el queso crema, que aunque se ha encontrado que tiene una cantidad elevada de grasas saturadas, hay versiones light que contienen 40% menos calorías que un queso estándar. Tienen 8% de carbohidratos y 15% de grasa, además conservan aminoácidos esenciales provenientes de la crema de leche y suero, por ejemplo, la lisina, necesaria para la construcción de masa muscular, recuperación de lesiones y heridas, menciona Mejor con salud en su blog.
La cantidad de frutos rojos que queramos utilizar para la decoración puede ser ilimitada, ya que únicamente contienen 50 calorías por cada 100 gramos de producto, además que ofrecen una gran cantidad de antioxidantes que agudizan la memoria, la inteligencia, ayudando a mantener el cerebro joven, de acuerdo con información del Gobierno de México.
¿Cómo se prepara esta versión saludable?
El cheesecake es un postre delicioso y esta versión puede ser un giro para seguir disfrutando de este platillo con menos calorías.
Ingredientes
- 6 piezas de queso crema light de 190 gramos cada una
- 4 piezas de huevo
- 1 cucharada de vainilla
- ½ taza de edulcorante
- ¼ taza de jugo de limón
- Ralladura de limón
- Frutos rojos de tu preferencia
Preparación
- Lava y desinfecta los frutos rojos.
- Agrega a un recipiente el queso crema, las piezas de huevo, la vainilla, el edulcorante, el juego y la ralladura de limón.
- Bate todos los ingredientes hasta conseguir una mezcla homogénea, cremosa y sin grumos.
- Vierte la mezcla en un molde desmontable y golpea suavemente contra una superficie para eliminar burbujas de aire.
- Precalienta el horno a 180 grados.
- Hornea por 40 minutos.
- Refrigera por 2 horas.
- Desmonta y decora con frutos rojos y hojas de menta.
Cómo elevar tu postre
Si bien es la práctica lo que hace al maestro, unos tips harán que estés cada vez más cerca de cocinar el cheesecake perfecto.
- Es importante que los frutos que escojas sean los mejores. Si decides escoger arándanos estos deben ser de un color azul intenso y firmes al tacto. Las mejores fresas son brillantes y tienen un color rojo vivo. Las frambuesas tienen que sentirse secas y frescas al tacto. Las moras oscuras sin muchas partes rojas son mucho más sabrosas, según el blog Consumer.
- Para evitar una mezcla con grupos asegúrate que el queso crema y los huevos estén a temperatura ambiente.
- Vainilla Molina recomienda utilizar batidor manual para la mezcla, ya que una batidora eléctrica introduce una cantidad muy grande de aire y hará que se infle en el horno y después quede agrietado y apelmazado.
- Además de lo mencionado en el punto anterior, es importante agregar los huevos hasta el final, ya que estos son los que más aire incorporarán a la masa.
- Otro tip que no muchos conocen es hornear el cheesecake a baño maría, esto permite que el agua absorba el calor y se hornee mejor, dándole una textura suave y cremosa.
- Cuando llegue la hora de partir el postre, el blog Europan recomienda remojar en agua caliente el cuchillo con el que lo partiremos. Esto ayudará a realizar un corte limpio para servir rebanadas sin imperfecciones.