Claudia Sheinbaum enfrentará dos grandes amenazas en su gobierno, Ricardo Raphael advierte cuáles son

Para hacer frente a los retos de su eventual gobierno, la ex jefa de Gobierno de la CDMX tendrá que hacer algo que López Obrador no hizo, ni necesitó: política, aseguró el analista político en entrevista con Infobae

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Ricardo Raphael en entrevista con Infobae México (Infobae México/Diego Alva)
Ricardo Raphael en entrevista con Infobae México (Infobae México/Diego Alva)

Como presidenta de México, el principal reto de Claudia Sheinbaum será hacer política de conciliación con la oposición para lograr consensos que la ayuden a enfrentar las grandes amenazas al inicio de su sexenio, advirtió el analista político, Ricardo Raphael.

Para conseguir este acercamiento, quien será la primera presidenta del país tendrá que poner en práctica algo que el actual presidente, Andrés Manuel López Obrador, nunca hizo: política de conciliación.

“Como dice el refrán: para bailar tango se necesitan dos”, dijo Ricardo Raphael para explicar que la política de conciliación no solo depende del oficialismo, sino también de la oposición, que ambos “jueguen”.

En entrevista con Infobae, el analista político definió las principales “amenazas” que la virtual presidenta electa deberá atender a corto plazo, incluso antes de tomar posesión. Habló sobre el papel de la oposición y sus liderazgos ante esta nueva derrota electoral y la necesidad de Sheinbaum Pardo por construir acuerdos con sus opositores.

También pronosticó el comportamiento del actual presidente López Obrador tras la elección, la sucesión presidencial y su supuesto retiró de la vida pública.

Sheinbaum necesitará acercarse a la oposición

Ricardo Raphael advierte sobre las primeras dos amenazas que enfrentará Sheinbaum (Infobae México/Diego Alva)
Ricardo Raphael advierte sobre las primeras dos amenazas que enfrentará Sheinbaum (Infobae México/Diego Alva)

Para el politólogo, Claudia Sheinbaum no sólo tendrá que “correrse al centro” del espectro político, como ya lo advirtió el mismo presidente, sino que deberá construir acuerdos con la oposición.

“Va a tener que ofrecer una hechura de la política de mucho más alto nivel que lo que hemos visto, porque López Obrador no necesitó hacer política con las oposiciones, pero la siguiente presidenta lo va a necesitar”, advirtió Ricardo Raphael.

Esta política de conciliación la va tener que hacer pronto, ya que –para Raphael– hay dos amenazas muy serias: la primera, la violencia, que lleva décadas como la principal problemática del país.

“¿Se puede enfrentar a poderes de fuego tan violentos con la clase política dividida, fragmentada? Mi respuesta es no”, explicó el escritor y aseguró que Claudia Sheinbaum, “va a tener que hacer un enorme esfuerzo para tomar medidas de Estado que permitan pacificar el país”.

Claudia Sheinbaum tendrá que hacer lo que AMLO nunca tuvo que hacer durante su gobierno: política de conciliación, explica Ricardo Raphael en entrevista con Infobae

La segunda amenaza tiene nombre y apellido: Donald Trump, exmandatario de Estados Unidos, que buscará regresar a la Casa Blanca y lo hará repitiendo la receta de la campaña electoral que lo hizo presidente y atacará nuestro país afectando –principalmente- la economía.

–De ganar Claudia Sheinbaum, ¿cuál sería su primer reto, sobre todo a corto plazo?

Para el segundo semestre (del 2024), en México, me parece que lo más relevante son dos amenazas, muy serias, muy graves, que por cierto no tienen que ver con el perfil, carácter o personalidad de quien gane, tiene que ver con las circunstancia país.

Uno de esos grandes desafíos es Donald Trump [...] va hacer una campaña muy dura, como la ha hecho en otras ocasiones, en contra del país. Va a poner la renovación de nuestro acuerdo comercial con Canadá, Estados Unidos y México en disputa hacia el 2025, eso puede meter al país un problema económico muy serio, muy muy grave, porque el famoso nearshoring, porque la fortaleza de nuestro peso, porque mucha parte de nuestra planta industrial se va a ver en una presión muy importante, pero va a ser muy delicado.

En ese sentido, me pregunto si puede un gobierno en solitario, sin hacer política con las oposiciones, enfrentar este embate.

Claudia Sheinbaum verá en la violenta campaña electoral de Donald Trump un primer reto que podrá afectar la economía

Gane quien gane, va a tener, no solo que correrse al centro, como dijo el presidente López Obrador en alguna de sus entrevistas, sino construir acuerdos políticos entre el gobierno y las oposiciones para hacer frente, de manera reconciliada sobre aquellos temas que nos son comunes independientemente del partido donde militan.

Quien gane va a tener que ofrecer una una hechura de política de mucho más alto nivel que lo que hemos visto, porque López Obrador no necesitó hacer política con las oposiciones, pero la siguiente presidenta lo va a necesitar.

Casi en el mismo tenor, necesito hablar de la falta de paz en muchas regiones de nuestro país es decir [...] se puede enfrentar a poderes de fuego tan violentos como estos con la clase política dividida fragmentada, mi respuesta es, no. Quien gane va a tener que hacer un enorme esfuerzo, un esfuerzo muscular, muy potente, justamente para tomar medidas de Estado que permitan pacificar el país.

¿Con quién va a negociar Claudia?

La política de conciliación no solo es parte del oficialismo, también de la oposición, explica Ricardo Raphael (Infobae México/Diego Alva)
La política de conciliación no solo es parte del oficialismo, también de la oposición, explica Ricardo Raphael (Infobae México/Diego Alva)

El analista advirtió que tras la derrota presidencial, la oposición y sus liderazgos no serán los mismos: “¿Quiénes van a ser los interlocutores al día siguiente? Porque en la derrota vienen los divorcios y Xóchitl Gálvez puede simplemente bajar la cortina, irse y decir hasta ‘aquí llegué’ [...] y, en ese momento, ¿con quién se dialoga?”.

Ricardo Raphael duda que, tras la derrota, Marko Cortés siga al frente del PAN y Alejandro “Alito” Moreno haga lo propio en el PRI. Por lo que habrá que esperar los nuevos liderazgos de la oposición.

“Claudia Sheinbaum no solamente tiene que poner en orden su casa y las fracciones de Morena, que son complicadas pero el poder va a servir para aceitar y hacer que funcione, sino tendría que tener en orden la oposición para tener con quien acordar”, aseguró.

Claudia Sheinbaum no solo tendrá que poner orden el oficialismo, sino también en la oposición para lograr acuerdos, explica Ricardo Raphael

–¿Y el papel de la oposición?

–Para bailar tango se necesitan de dos, quien gane no solamente tiene que hacer una oferta de conciliación, sino que necesita que la oposición que quede juegue también a favor de ese efecto reconciliador y aquí la discusión se vuelve bien interesante porque con la actual oposición, la que encabeza la coalición PAN, PRI y PRD, quiénes van a ser los interlocutores al día siguiente, porque en la derrota vienen los divorcios y Xóchitl Galvéz puede simplemente bajar la cortina, irse y decir ‘hasta aquí llegué’.

En ese momento ¿con quién se dialoga?, ¿con Marko Cortés que va fuera dentro del PAN?, ¿con Jorge Romero que sería el siguiente líder del PAN?, ¿con qué liderazgos en el PRI se puede dialogar? Cuando incluso los exgobernadores del Estado de México están renunciando todos, ya nada más falta que renuncie Enrique Peña Nieto para que una parte fundamental del PRI que es la del Estado de México sobreviva, ¿será ‘Alito’ quien se quede?, ¿cómo van a sustituir al liderazgo de Alejandro Moreno dentro del PRI?

Estas preguntas son claves porque en caso de ganar Claudia Sheinbaum no solamente tiene que poner en orden su casa y las fracciones de Morena, que son complicadas pero el poder va a servir para aceitar y hacer que eso funcione, sino tendría que tener en orden la oposición para tener con quien acordar.

La sombra de AMLO

¿Qué pasará con AMLO tras la elección?, Ricardo Raphael explica (Infobae México/Diego Alva)
¿Qué pasará con AMLO tras la elección?, Ricardo Raphael explica (Infobae México/Diego Alva)

Ricardo Raphael no le “compra” al presidente que se vaya a “descansar” a su rancho en Chiapas después de terminar la presidencia y ve varios escenarios en los que López Obrador esté obligado a regresar.

“No le alcanzo a comprar (a López Obrador) el argumento de que se va a retirar por completo, porque va a llegar el momento en que la responsabilidad lo va a llamar o incluso, puede llamarse engaño, decir que es responsable cuando a lo mejor ni siquiera los sería”, dijo el politólogo.

El periodista y escritor mencionó que López Obrador le va a dejar “un margen muy amplio de acción” a Claudia Sheinbaum por lo menos hasta la revocación de mandato, es decir, los primeros tres años de su gobierno.

“Creo que (López Obrador) ahí le va a dejar por lo menos tres años de buen recaudo (a Claudia Sheibbaum) para que haga sus propias tareas”, añadió.

Será entonces que, dependiendo los arreglos que se hayan acordado dentro de Morena con miras a la sucesión presidencial del 2030, será que “podemos verlo de vuelta, con un pie o con ninguno”, explicó.

Cuál será la participación de AMLO tras la victoria de Claudia Sheinbaum, Ricardo Raphael hace su pronóstico

–¿Cuál va a ser el peso de AMLO tras la victoría de Sheinbaum?

–Si Claudia Sheinbaum gana la elección, el presidente le va a dejar un margen muy amplio de acción, en tanto que es expresidente, por lo menos de aquí a la Revocación de Mandato. Se nos olvida que esa es una nueva regla del juego democrático mexicano.

Si logra entenderse bien con Claudia Sheinbaum en algunas cosas mínimas, muy probablemente sí se va a ir a su rancho en Chiapas y ahí descansará, por lo menos hasta la Revocación de Mandato.

Después de la Revocación de Mandato, dependiendo cómo se hayan dado los arreglos dentro de Morena ,podemos verlo de vuelta, con un pie o con ninguno dentro de lo que sigue.

Yo no le alcanzo a comprar el argumento que se va a retirar por completo porque va a llegar el momento en que la responsabilidad lo va a llamar o, incluso, puede llamarse engaño, y decir que es responsable cuando a lo mejor ni siquiera sería. Ahí le va a dejar, por lo menos tres años de buen recaudo, para que haga sus propias tareas.

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