Durante los últimos años, diversos grupos criminales de México comenzaron a emplear a exmilitares de Colombia para potencializar sus operaciones ilícitas, incrementando la inseguridad en regiones constantemente asoladas por la violencia. Algunos cárteles de drogas que han sido vinculados a esta práctica son el Cártel de Santa Rosa de Lima (CSRL) y Cárteles Unidos. Pero, ¿por qué unir a sus filas a personas extranjeras con conocimiento en tácticas bélicas?
En febrero de este año, María Elena Morera, presidenta de Causa Común, reveló a Milenio que una célula del CSRL, organización criminal presente en Guanajuato, había empleado a un grupo de exmilitares colombianos con el objetivo de mantener el control de la entidad a través de métodos de combate profesionales.
Sin embargo, una de las consecuencias más notorias de la participación de soldados extranjeros en territorio mexicano es la gran cantidad de agresiones cometidas en contra de elementos de la seguridad. Por ejemplo, al corte del 30 de mayo, Causa en Común ha registrado 29 asesinados de policías sólo en Guanajuato.
“Por lo que tenemos entendido, eso tiene que ver con una banda de colombianos, ex militares que contrató el Cartel de Santa Rosa de Lima. Me parece grave porque las autoridades federales no han hecho nada en Guanajuato por disminuir la violencia, realmente Guanajuato está solo”, declaró en febrero pasado Morera al medio ya citado.
Pero el CSRL no es el único grupo criminal que ha contratado a exmilitares colombianos.
Cárteles Unidos, otra organización que emplea a colombianos
Al igual que el CSRL, Cárteles Unidos lleva años empleando a exmilitares colombianos, principalmente, para combatir al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Así lo reveló un desertor del grupo criminal a Milenio, quien explicó que la alianza de organizaciones ilícitas comenzó a traer a colombianos para capacitarlos en el manejo de dispositivos explosivos, como minas terrestres y drones.
Según relató el capacitador sudamericano al medio citado, Cárteles Unidos comenzó a unir a sus filas a extranjeros en 2022.
“Empezaron a traer mucha gente, colombianos. Traían mucha gente que se dedicaba a eso, expertos en explosivos”.
Durante la exposición de los hechos, el ahora ex criminal también confesó que las prácticas de instalación y detonación de minas se realizaba en medio de la sierra de Michoacán, en Tierra Caliente. La mayoría de las veces, según constató, animales de ganado y perros eran víctimas de ello.
“A veces la detonaban en perros, en ganado para que la gente fuera aprendiendo. Son minas muy fuertes, porque en una ocasión miré cómo detonaron una vaca, ya enferma y no quedó nada, la despedazó”, agregó.
Hoy en día, cada uno de los grupos criminales que fueron instruidos utilizan dichas técnicas entre sí mismos.
¿Qué es la alianza Cárteles Unidos?
Cárteles Unidos es una confederación de varios grupos delictivos en México que se unieron con el objetivo de enfrentar a organizaciones criminales más poderosas. Esta coalición criminal ha generado una escalada de violencia en diversas regiones del país, particularmente en los estados de Michoacán y Guerrero.
Se dice que, principalmente se formó en respuesta a la expansión y las tácticas agresivas del CJNG, una de las organizaciones delictivas más poderosas y violentas de México. Entre los grupos que conforman Cárteles Unidos se encuentran Los Viagras, el Cártel de Tepalcatepec, La Nueva Familia Michoacana y otros grupos locales que han operado tradicionalmente en el estado de Michoacán.
La unión de estos cárteles busca consolidar fuerzas y recursos para resistir la embestida del CJNG, que ha intentado tomar control de áreas estratégicas para el narcotráfico y otras actividades ilícitas.
La violencia entre Cárteles Unidos y el también conocido cártel de las cuatro letras ha resultado en numerosos enfrentamientos armados, bloqueos carreteros, ataques a las fuerzas de seguridad y desplazamientos forzados de poblaciones enteras. Michoacán, en particular, ha sido un escenario frecuente de estos conflictos, afectando gravemente la seguridad de los habitantes y la tranquilidad en la región.
Por otra parte, destaca que Cárteles Unidos no solo se dedica al tráfico de drogas, sino que también está involucrado en otras actividades delictivas como la extorsión, el secuestro, el robo de combustible (huachicol) y el tráfico de armas. La dinámica interna es compleja, ya que los diferentes grupos que la integran mantienen estructuras jerárquicas y operaciones independientes, a pesar de su alianza.
La existencia de Cárteles Unidos refleja la fragmentación y reconfiguración del paisaje criminal en México. En lugar de estructuras monolíticas, el crimen organizado en el país está compuesto por múltiples facciones que se alían temporalmente según sus intereses. Estas alianzas son fluidas y pueden cambiar rápidamente, dando lugar a nuevos conflictos y desestabilizaciones.