Cómo ser el anfitrión perfecto según las reglas de etiqueta

Las visitas de amigos o familiares no tienen que ser un motivo de estrés si seguimos paso a paso las normas de comportamiento

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Debemos recibir a nuestros invitados
Debemos recibir a nuestros invitados con calidez y afecto (Imagen Ilustrativa Infobae)

Recibir a familia o amigos en nuestro hogar siempre será una ocasión especial para convivir y pasar una velada amena. Sin duda, el secreto para ser un anfitrión memorable recae en la importancia de hacer sentir cómodos a nuestros invitados. Esto puede lograrse de la mano de las reglas de etiqueta, que nos permitirán actuar de una forma atenta y respetuosa.

El Manual de Carreño puede ayudarnos a repasar las normas que nos permitirán tener un evento inolvidable. Carreño explica en su manual “Las visitas son indispensables para el cultivo de la amistad, pues por medio de ellas manifestamos a nuestros amigos, de la manera más evidente y expresiva, cuan grato es para nosotros verlos y tratarlos, así como la parte que tomamos en sus placeres, en sus conflictos y desgracias y el agradecimiento que nos inspiran sus atenciones y servicios”

El término “hospitalidad” deriva del latín hospitium, que significa alojamiento. Para los celtas esta palabra tenía dos significados. El primero se vinculaba con el hecho de recibir a un peregrino y aceptarlo como enviado de los dioses. Debían asistir y hospedarlo, ya que era un mandato divino. El segundo provenía de una rama jurídica y representaba y aseguraba el equilibrio político entre los pueblos celtas, este convenio significaba un pacto de no agresión entre ellos, de acuerdo con Las formas elementales de la hospitalidad de la Revista Brasileira de Pesquisa em Turismo.

Pasos para ser el anfitrión estrella

Debemos recibir a nuestros invitados
Debemos recibir a nuestros invitados con una sonrisa para hacerlos sentir como en casa (Imagen Ilustrativa Infobae)

Seguir estas recomendaciones hará que nuestros invitados disfruten de su estancia en nuestros hogares y dejemos una excelente impresión.

  • La sala es el punto general de recibo; y como teatro de toda especie de sociedad, debe estar montada con todo el rigor de la etiqueta.

Debemos asegurarnos que en ella no haya ningún otro objeto que no sea para la comodidad de nuestras visitas, que tendrán que estar dispuestos con orden y elegancia.

  • El arreglo de la casa revela siempre la personalidad e inclinaciones de sus dueños. Procuremos siempre que el tino y buen gusto guíen nuestros pasos en la elección de adornos y muebles; y si nuestros medios nos lo permiten contrataremos a decoradores profesionales de reconocido prestigio.

Crear una atmósfera agradable con la decoración que escogeremos hará que nuestros invitados se sientan cómodos y relajados en nuestro hogar.

  • Cuando nos encontremos en la sala de recibo al llegar una persona de visita, le ofreceremos siempre asiento inmediatamente después de haberle correspondido su saludo.
  • En la entrada o vestíbulo debe ponerse un mueble o tener un closet para recibir los abrigos, sombreros, etc., de las visitas; en esa forma se evita el desorden de estos implementos desparramados por los demás cuartos de la casa.
  • Las visitas que recibimos en la sala deben encontrarnos en un traje decente y adecuado a la categoría y a las demás circunstancias de las personas que vienen a nuestra casa.
  • Es nuestro deber informarnos de los manjares que nuestro invitado prefiere, a fin de presentárselos siempre a la mesa, si además de las comidas que hacemos ordinariamente en el día acostumbra algunas otras, para que no las eche de menos en nuestra casa; y, finalmente, si gusta tomar frutas, dulces, u otras golosinas, para que del mismo modo procuremos proporcionárselas.
Ofrecer algúna botana a nuestro
Ofrecer algúna botana a nuestro invitado lo hará sentir atendido (Imagen Ilustrativa Infobae)
  • No hagamos ni recibamos visitas de poca confianza cuando por enfermedad u otro accidente cualquiera no podamos guardar estrictamente las reglas del aseo, o presentarnos decentemente vestidos; con excepción de los casos en que nos encontremos en circunstancias extraordinarias, en los cuales nos excusaremos debidamente ante la persona que nos recibe o que recibamos nosotros.
  • Procuremos que las personas que nos visiten, sin excepción alguna, se despidan de nosotros plenamente satisfechas de nuestra manera de recibirlas, tratarlas; haciendo que todos los momentos que pasen con nosotros sean agradables.
  • Cuando un caballero reciba a varias señoras, no se sentará en una misma línea con ellas, sino que, colocándolas en los asientos principales, se situará en un lugar desde el cual puede dirigir a todas la palabra, sin necesidad de volverse para ello a uno u otro lado.

De esta manera se evita que alguna persona se sienta excluida o ignorada por el anfitrión.

  • El dueño de la casa no puede en ningún caso permanecer sentado, ni al acto de entrar ni al de retirarse una visita, sea cual fuere; más en cuanto a la señora, ella no se pondrá de pie sino cuando sea otra señora la que entre o se retire.

El Manual de Carreño y las buenas costumbres

El nombre completo del comúnmente conocido como Manual de Carreño es Manual de urbanidad y buenas maneras para uso de la juventud de ambos sexos; en el cual se encuentran las principales reglas de civilidad y etiqueta que deben observarse en las diversas situaciones sociales; precedido de un breve tratado sobre los deberes del hombre y en él se describen diversas situaciones sociales y la forma en que una persona debe comportarse.

Para Carreño “sin el conocimiento y la práctica de las leyes que la moral prescribe, no puede haber entre los hombres ni paz, ni orden, ni felicidad; y en vano pretenderíamos encontrar en otra fuente los verdaderos principios constitutivos y conservadores de la sociedad (…) que distinguen al hombre civilizado y culto” según lo dice la edición de este manual perteneciente a la Colección Bicentenario Carabobo.

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