La Posada del Sol es un hotel abandonado que se sitúa en la colonia Doctores de la alcaldía Cuauhtémoc, en la Ciudad de México, y que desde siempre ha sido un lugar envuelto en misterio e historias intrigantes.
Este majestuoso edificio se encuentra en la Avenida Niños Héroes 139, justo en contra esquina con las oficinas del Poder Judicial de la Ciudad de México.
Inaugurado en 1945 por el empresario Fernando Saldaña Galván, la Posada del Sol fue concebida para ser un lujoso complejo con más de 600 habitaciones. Sin embargo, el proyecto nunca se completó debido a problemas financieros que atormentaron a su creador y la subsecuente y misteriosa desaparición de éste.
Su arquitectura es una fusión única de estilos, combinando elementos de art déco, barroco y neo-colonial, lo que hace del edificio una pieza invaluable de la historia arquitectónica de la ciudad.
Columnas majestuosas, arcos imponentes y relieves decorativos adornan la estructura, y en su interior se pueden encontrar diversas esculturas, murales y obras de arte, muchas de las cuales han sido afectadas por el paso del tiempo y el abandono.
El vestíbulo es uno de los elementos más impresionantes del hotel, con una magnífica escalera principal y techos altos decorados con moldes intrincados. Aunque en su mayoría está en ruinas, aún se pueden observar detalles de la azulejería y vitrales que una vez ofrecían un aire de sofisticación a los huéspedes.
El proyecto de lujo y exclusividad
El proyecto original de la Posada del Sol incluía una serie de instalaciones diseñadas para proporcionar un ambiente de lujo y exclusividad. Entre estos espacios se contaban un teatro, una capilla, una biblioteca y una piscina, aunque todas estas áreas quedaron incompletas tras el abandono del lugar.
El edificio contaba con jardines que estaban diseñados para ofrecer a los visitantes un espacio de tranquilidad y belleza natural, con caminos decorados con fuentes y estatuas que evocaban las mansiones europeas del siglo XIX. La capilla, destacada por su diseño gótico y vitrales, es otro de los lugares de particular interés dentro del hotel.
Los misterios que esconden
La Posada del Sol ha sido objeto de numerosas leyendas urbanas y supuestas apariciones paranormales, convirtiéndose en un punto de interés para exploradores urbanos y aficionados a lo esotérico.
Una de las historias más sonadas es la del propio Fernando Saldaña Galván, quien según rumores, se suicidó dentro del hotel debido a sus problemas financieros. Se dice que Saldaña se colgó de una estatua de San Francisco de Asís, ubicada a la entrada de la capilla del hotel, después de asesinar a su esposa e hijos. Esta versión nunca ha sido confirmada oficialmente, pero ha capturado la imaginación de muchos.
Otra leyenda popular menciona que en los años 60, durante el período en que el edificio operaba como sede del Instituto Nacional para el Desarrollo Comunitaria y Vivienda Rural (IDECO), una niña perdió la vida en el lugar y desde entonces su fantasma ha sido visto por varios visitantes. Se dice que en una de las habitaciones se puede encontrar un pequeño altar con juguetes y dulces, erigido en su memoria.
El hotel también ha atraído la atención de grupos secretos y sectas, quienes se sentían atraídos por la simbología masónica y las frases inscritas en diversas partes del edificio. En la cúpula de la capilla, por ejemplo, se puede ver un pentagrama, lo que ha alimentado numerosas teorías conspirativas.
Además, se dice que un piso completo bajo el nivel del suelo fue utilizado por Arturo “El Negro” Durazo, jefe de la policía capitalina, para torturar personas, lo que añade una capa adicional de misterio y terror al lugar.
¿Qué pasó con el edificio?
El hotel ha sido utilizado en diferentes etapas como sede de distintas entidades gubernamentales, pero casi siempre el final es el mismo: el abandono.
La estructura ha sufrido un deterioro considerable debido al vandalismo, saqueo y falta de mantenimiento, con secciones peligrosamente deterioradas que han sido selladas para evitar accidentes. El riesgo de colapso es una preocupación constante, haciendo que la exploración del lugar sea extremadamente peligrosa.
A pesar de su estado de abandono, la Posada del Sol sigue siendo un punto de interés arquitectónico y cultural.
Las autoridades locales han considerado la posibilidad de restaurar el edificio y darle un nuevo uso, pero hasta ahora no se han concretado planes definitivos. En su momento, la exjefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, señaló que estaba en proceso de rescatarlo para que formara parte de las Universidades del Bienestar, pero esta idea tampoco se concretó.
Desde el punto de vista legal y de la propiedad, la situación del edificio es compleja. Actualmente, pertenece al Gobierno de la capital, lo que ha llevado a debates y consultas sobre su futuro uso. Algunas propuestas incluyen convertirlo en un centro cultural, un museo o incluso un centro comunitario con espacios para talleres y actividades artísticas.
La Posada del Sol, con su rica historia y arquitectura única, sigue siendo uno de los misterios más fascinantes de la Ciudad de México.