Rodeada por siete territorios y extensas aguas azules y profundas pertenecientes al Golfo de México, Veracruz se ha convertido en uno de los estados más relevantes para el narcotráfico. Y es que la entidad, única por su riqueza natural, social, histórica y cultural, ofrece múltiples beneficios a los cárteles de drogas, razón por la que se ha transformado en un territorio de constantes enfrentamientos y hechos violentos.
Situado al este de México con 71.82 kilómetros cuadrados de superficie territorial, Veracruz continúa posicionándose como una de las entidades más disputadas por el crimen organizado. El conflicto principal es protagonizado por el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y los Zetas Vieja Escuela, escisión de Los Zetas.
Sin embargo, de acuerdo con la investigación Presencia del Crimen Organizado en México de AC Consultores, hasta enero de 2023 se había identificado la existencia de al menos otros cinco grupos criminales en Veracruz. Se trata de:
- El Cártel de Sinaloa.
- El Cártel del Noreste.
- Fuerza Especial Grupo Sombra (FEGS), del Cártel del Golfo.
- Nuevo Veracruz, una agrupación vinculada al CJNG.
- La célula criminal independiente “35-Z”.
Y es que, entre las características que hacen atractivo este territorio, destaca su ubicación geográfica estratégica; su infraestructura; su vasto territorio; sus amplias industrias de café y ganado; y sus extensas zonas petroleras.
Entre su red de carreteras y su importancia marítima
Situado en la costa del Golfo de México, Veracruz posee uno de los puertos más importantes del país, clave para el comercio internacional. Esta posición costera facilita el tráfico de narcóticos hacia otros países ―principalmente Estados Unidos―, así como la importación de precursores químicos necesarios para la producción de drogas sintéticas.
Por ejemplo, de acuerdo con InSight Crime, el CJNG utiliza esta instalación portuaria para enviar metanfetamina hacia otros países.
Por otra parte, el estado también con una extensa red de carreteras y rutas de transporte que conectan con el resto del país ―específicamente Tabasco, Chiapas, Oaxaca, Puebla, Hidalgo, San Luis Potosí y Tamaulipas―, lo que permite a los grupos criminales operar con una mayor movilidad y eficiencia en la distribución de narcóticos a nivel nacional.
Veracruz también es llamativo para el narco por su vasto territorio, que incluye zonas montañosas y rurales y ofrece espacios propicios para la ocultación y operaciones logísticas del narcotráfico.
Veracruz, ideal para el lavado de dinero y el huachicol
Además de actividades relacionadas con la producción y distribución de drogas, Veracruz se ha convertido en un espacio propicio para el blanqueo de activos de los grupos criminales toda vez que sus sólidas industrias de café y ganado, entre otros sectores agrícolas, ofrecen oportunidades de lavado de dinero y extorsión de residentes.
Algunos de los sectores afectados por este delito son:
- Inmobiliario: La inversión en bienes raíces es una de las formas más comunes de lavar dinero. Se realizan compras de propiedades de lujo y desarrollos inmobiliarios con dinero ilícito para legitimarlo.
- Comercio: Tiendas, restaurantes y otros negocios de servicios pueden ser utilizados para mezclar dinero limpio con dinero sucio, reportando ingresos falsos.
- Financiero: Bancos y casas de cambio pueden ser utilizados para transferir y transformar grandes cantidades de dinero ilícito en fondos legítimos a través de operaciones bancarias complejas.
- Industria turística: Hoteles y centros turísticos son utilizados para justificar ingresos que en realidad provienen de actividades criminales.
Por otra parte, destaca que los cárteles de drogas han explotado diversas zonas petroleras, como Poza Rica o Coatzacoalcos, debido a que a extensiva red de ductos y la cantidad de instalaciones petroleras en el estado presentan un objetivo fácil y disperso para los criminales. A menudo, la vigilancia y las medidas de seguridad son insuficientes para prevenir el robo.
En ambos casos, la presencia de corrupción en diversos niveles de gobierno y autoridades policiales facilita dichas operaciones delictivas. Esta complicidad permite el tránsito y la venta de combustible robado sin mayores obstáculos, así como también las actividades de lavado de dinero.
Cabe destacar que, además del tráfico de narcóticos, los cárteles en Veracruz se involucran en otros delitos lucrativos, como la extorsión, el secuestro y el robo de mercancías, diversificando así sus fuentes de ingresos.