Roberto Moyado Esparza, mejor conocido como ‘El Betito’, por muchos años pudo mantenerse con un bajo perfil, tan es así que al principio las autoridades capitalinas desconocían su rostro, tan es así que pasaba cerca de ellos sin temor a ser detenido.
Por otra parte, también pudo mantener su nombre real en secreto, pues incluso en una de las ocasiones en que cayó en prisión se le identificó como Moyado Esparza, el cual era un nombre falso, pues en realidad era José Alberto Maldonado López.
“Toda la investigación del área de inteligencia de la policía y la Procuraduría General de la República, empezó cuando extrajeron información del teléfono celular de Víctor Vázquez Alor, mando de una facción del cártel, y cercano a ‘El Pistache’, ahí encontraron la fotografía de una tarjeta bancaria, que resultó ser de este último, lo cual, le sirvió para jalar el hilo del dinero, los investigadores descubrieron que tanto ‘Betito’, como Pistache, recibían depósitos en cuentas abiertas con sus nombres reales, al tiempo que la conexión de llamadas, telefónicas y triangulaciones bancarias con Alejandro Vega Esquivel, identificado como representante legal de muchas de las compañías fantasmas relacionadas con el Cártel, perfilaron las pesquisas que hasta hoy, continúa perfeccionando la Fiscalía General de la República”, se le en el libro ‘Cártel Chilango’, del periodista Antonio Nieto.
Las autoridades pudieron percatarse de su identidad real, una vez que conocieron sus cuentas bancarias, las cuales sí tenían su nombre real, sin embargo, puso domicilios falsos, incluyendo el que tenía en su credencial de elector.
De acuerdo con el periodista Antonio Nieto, en su libro ‘Cártel Chilango’, algunos amparos que se le tramitaban eran con su nombre falso, por lo que este estaba muy presente a tal grado de que fue difícil de identificar.
“‘El Betito’, se sospecha que nadie sabía su verdadero nombre, e inclusive después de su detención, se tramitaron amparos con el nombre incorrecto, es decir con el de Roberto Moyado Esparza, pero las cuentas bancarias que utilizaba estaban a su nombre, el real, José Alberto Maldonado López, eso sí con domicilios falsos, incluyendo su credencial para votar”.
El Origen del nombre falso de ‘El Betito’
Antonio Nieto en el libro, relata que ‘El Chaparrito de la B’ se puso ese nombre en honor a su cuñado, quien falleció cuando él era un niño, Jesús Moyado Esparza, con quien tuvo una gran conexión, es por ello que ya en su andar criminal se colocó sus apellidos y solo le agregó Roberto.