Mariana Echeverría compartió en una entrevista con Yordi Rosado una anécdota sorprendente sobre su paso por el programa de televisión Guerra de Chistes. Echeverría reveló que junto a sus compañeros, Juan Carlos El Borrego Nava y Juan Carlos Casasola, asistió a una fiesta organizada por un narcotraficante, donde vivió experiencias inesperadas.
En sus declaraciones, Echeverría mencionó que fue invitada a unirse al extinto programa de Telehit tras haber trabajado en Se Vale. Nava y Casasola la conocieron en ese programa y le propusieron reemplazar a Radamés de Jesús y la Wanders. Echeverría confesó que inicialmente no sabía contar chistes, pero aprendió rápidamente el arte del humor y el doble sentido gracias a sus compañeros.
“Fueron a Se Vale El borrego Nava y Casasola y ahí me conocieron y me dijeron: ‘te conocimos en Se Vale y creo que quedarías muy bien acá porque se va Rádames y la Wanders’ y yo: ‘¿contar chistes? Yo no sé contar chistes’... Sucedió, fue bueno no tan bueno como ellos cuatro. Yo el doble sentido lo entendí con ellos a los cinco segundos, aprendí con ellos y fuimos a lugares que nunca imaginé e iba a tables y como era la única chavita, yo ahí sentada”, relató la conductora.
Mariana Echeverría y su experiencia en una sórdida fiesta de excesos
Un momento particularmente impactante fue cuando fueron contratados para actuar en una fiesta de un narcotraficante. Echeverría detalló que durante el evento les mostraron portafolios llenos de dólares y cocaína.
“Nos contrataron muchos narcos, estaba muy pesado y nos abrían portafolios con dólares y coca. Yo bien chiquita: ‘¿dónde estoy?’. Aprendí muchas cosas de la vida”, añadió la famosa.
La fiesta no salió según lo planeado, ya que prácticamente nadie prestó atención a su presentación, y su micrófono fue intervenido repetidamente. Al finalizar el show, fueron remunerados con fajos de billetes, aunque el ambiente del lugar era intimidante y desconcertante para ella.
“En esa fiesta nos abrieron el portafolio con cocaína y billetes, me dijo El borre: ‘tú sigue tu vida normal, no hagas caso’. Nos subimos al escenario y nadie nos hizo caso, el micrófono nos lo quitaban los hijos de… nunca supimos quién fue”.
En lo que respecta a la logística del evento, Echeverría comentó que fueron llevados en una camioneta blindada a un sitio cuyo nombre desconocía.
Nos pusieron en un hotel, pasó una camioneta negra toda blindada, nos bajamos en ese lugar que nunca supe qué lugar era, nos metieron, nos abrieron, ‘¿qué quieren?’ Había familias y nos subieron al escenario, un grupito por allá, otro por allá, nadie nos hizo caso y abrieron el portafolio y nos dijeron que agarráramos lo que quisiéramos y al final los fajos de billetes”.
La anécdota de Mariana Echeverría brinda una mirada poco común al mundo del entretenimiento vinculado a situaciones de riesgo, revelando cómo algunos artistas se enfrentan a escenarios inesperados y desafiantes durante su carrera.