El Grupo Atlacomulco, la derrota y ser oposición: así fue la debacle del PRI en el Edomex

Durante las primeras horas del día se dio a conocer que la excandidata a la gubernatura del Estado de México, Alejandra del Moral Vela, renunció al Partido Revolucionario Institucional (PRI) tras más de dos décadas de militancia e, incluso, renunciar meses atrás a su candidatura a la Cámara de Diputados.

Por medio de una carta que hizo pública en redes sociales, la expresidenta municipal de Cuautitlán Izcalli cuestionó el papel de la Dirigencia Nacional del tricolor, a cargo de Alejandro Alito Moreno Cárdenas, y apuntó a que es la razón por la cual deja al partido fundado hace casi 100 años.

“La actual dirigencia nacional ha dejado de lado los ideales revolucionarios de democracia y justicia social. El PRI que conocí, al que orgullosamente representé y defendí, ya no es el mismo. Se ha alejado de ser la voz auténtica del pueblo”, se pudo leer en la misiva del lunes 27 de mayo.

Momentos después de dicho anuncio, la candidata a la Presidencia de la República de la coalición Sigamos Haciendo Historia, Claudia Sheinbaum Pardo, anunció que la ahora expriista se unía a su campaña y a su proyecto del segundo piso de la Cuarta Transformación.

La renuncia de la exaspirante a la titularidad del ejecutivo local evidenció la pérdida de poder del tricolor en la entidad, esto luego de ser el bastión del partido por más de 90 años; sin embargo, a esto se suma la disminución de credibilidad en toda la república, la cual se ve reflejada en las gubernaturas, peso en el Congreso de la Unión y en la representación a nivel estatal y municipal.

Es preciso mencionar que los problemas del PRI en el Edomex no iniciaron con la pasada elección, sino que es un problema que se viene fraguando desde finales de los años noventa; no obstante, en aquellos años el instituto salió avante debido a la posición que ocupaban a nivel nacional, misma que ahora es inexistente.

Una de las principales características que tuvo el Revolucionario Institucional en el Estado de México fue la acumulación de poder, misma que se cimbró con la formación de la mítica facción: el Grupo Atlacomulco. Nunca se comprobó su existencia, pero que sirvió de imaginario colectivo para consolidar muchas de las practicas priistas.

Muchas leyendas existen alrededor del mito fundacional de este grupo porque, como tal, no existe una formación oficial, pese a que se habla de éste desde los primeros años de la Revolución Mexicana, aparentemente en 1915 de la mano de Maximino Montiel Olmos.

Pese a esto, lo que llamó la atención de aquel grupo fue la “curiosidad” de que varios exgobernadores provinieran del mismo municipio, además de que compartieran lazos sanguíneos, un caso poco común en la política nacional.

Isidro Fabela, Alfredo del Mazo Vélez, Alfredo del Mazo González, Salvador Sánchez Colín, Arturo Montiel Rojas, Enrique Peña Nieto y Alfredo del Mazo Maza son los personajes señalados como los integrantes de la agrupación; sin embargo, los que permanecen con vida, en las últimas fechas, se han notado alejados del priismo.

Las críticas de una posible separación del poderoso grupo con el PRI iniciaron durante la administración de Del Mazo Maza, debido a que poco a poco se fue distanciando de las actividades de la dirigencia de Moreno Cárdenas y, por el contrario, se mostraba cercano al gobierno federal de Andrés Manuel López Obrador (AMLO).

Estas se intensificaron durante la campaña por la gubernatura debido a que, aunque era cercano a Del Moral Vela, no se presentó en ningún evento, lo cual fue tildado como una traición del priismo, tanto así que Alito Moreno lo señaló de entregar la entidad al Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).

“El gobernador del Estado de México le dio la espalda a la militancia priista y eso está a los ojos de todos. No puede construir otra narrativa. Jamás nosotros pedimos que se violentara la ley, pero hay que tener dignidad, hay que tener carácter y hay que decirlo como es: hay que ser echados para delante y si necesitaba carácter, pues yo le hubiera prestado un poco”, expresó el líder priista tras la elección del 4 de junio del año pasado.

La debacle del PRI en el Estado de México, como se mencionó, era un síntoma de la crisis del instituto político, ya que desde la elección de 1999 se notó el crecimiento de una oposición que ya no le dejaba el camino libre al partido fundado por Plutarco Elías Calles.

La evidencia más grande de esto se dio en las elecciones de 2017 cuando apenas tres puntos porcentuales le dieron la victoria a Alfredo del Meza; sin embargo, esto no se presentó el año pasado, puesto que se dio la inminente derrota del priismo, pese a que Alejandra del Moral obtuvo más votos que el exgobernador.

El 4 de junio, Delfina Gómez obtuvo más de tres millones de sufragios, mientras que la hora expriista consiguió dos millones 838 mil sufragios, dándose una diferencia de ocho puntos, algo que el PRI nunca había vivido y que los obligó a reorganizarse.

Meses después de la derrota y ante el proceso electoral 2023-2024, se dio a conocer que Ana Lilia Herrera Anzaldo sería la nueva presidenta del Partido Revolucionario Institucional en el Estado de México, esto al concluir la dirigencia de Eric Sevilla Montes de Oca, quien se sumó al Comité Ejecutivo Nacional (CEN) como secretario general adjunto.

Con el nuevo nombramiento se creó la nueva era del PRI, misma que representa un reto mayúsculo, debido a que por primera vez, desde la creación del instituto político, enfrentarán un proceso electoral sin ser la fuerza política número uno en la entidad del Valle de México.

El objetivo para este 2 de junio en el Edomex es recuperar terreno debido a que se modificarán las presidencias municipales, además de que se renovará completamente el Congreso local; sin embargo, la renuncia de Alejandra del Moral evidenció que no existe una unión al interior del partido como se pretendió durante meses.